La moda no deja de extenderse, sobre todo entre adolescentes y jóvenes. Muchos acaban pasándose al váper o vapeo porque creen que "no es malo para la salud", o quieren convencerse de ello.

Y, aunque es cierto que hasta ahora los estudios sobre los posibles efectos sobre la salud de vapear han sido contradictorios, un informe de la World Heart Federation (WHF), ‘Cigarrillos electrónicos: una nueva amenaza para la salud cardiovascular’, confirma que el vapeo afecta al corazón.

La Fundación Española del Corazón ha dado ya la voz de alerta: las evidencias científicas confirman que los cigarrillos electrónicos casi duplican el riesgo de infarto de miocardio.

¿Es saludable el vapeo? Así afecta al corazón

La Dra. Regina Dalmau, que forma parte del Grupo de Expertos en Tabaco de la WHF y es portavoz de la FEC, afirma que los líquidos y los aerosoles de los cigarrillos electrónicos contienen sustancias tóxicas y que existe evidencia creciente de que estos pueden causar daño cardiovascular.

Tanto es así que, según el informe presentado por la WHF, utilizar los cigarrillos electrónicos duplica probabilidades de sufrir un infarto en compración con los no fumadores. Además, el vapeo daña el corazón de varias maneras:

  • Aumenta el ritmo cardiaco y la presión arterial
  • Puede provocar latidos cardiacos irregulares
  • Se sospecha que incrementa el riesgo de coágulos sanguíneos.

También puede perjudicar a los huesos

Al igual que fumar, los cigarrillos electrónicos debilitan los huesos y, por lo tanto, aumentan el riesgo de osteoporosis (disminución de la densidad ósea, que vuelve frágiles los huesos y aumentaa el riesgo de fractura).

Un estudio publicado medicalXpress, realizado con datos de 5.500 participantes, llegó a la conclusión de que los vapeadores sufrían más fracturas, incluso los adultos jóvenes.

Dado que los cigarrillos electrónicos son usados sobre todo por los jóvenes de 18 a 25 años, el hábito podría aumentar su riesgo de desarrollar osteoporosis a lo largo de los años.

¿Qué hay en el humo del váper que es tan dañino?

Lo primero es saber qué es un váper o cigarrillo electrónico: es un dispositivo que utiliza una batería y una resistencia para calentar y vaporizar una solución líquida con diferentes ingredientes. El humo o, mejor dicho, el vapor, es aspirado por el usuario, que puede hacerlo circular por los pulmones ("tragándoselo") o no.

Hay que analizar cada una de las características para intentar determinar el efecto sobre la salud. Empecemos por la solución líquida, que parece lo más importante. Esta puede contener nicotina o no.

La que contiene nicotina se utiliza para deshabituarse progresivamente del tabaco, pues se pueden elegir líquidos con diferentes grados de concentración. Por eso se utiliza en terapia para dejar el tabaco de manera similar a los parches o chicles de nicotina.

Hay que recordar que la nicotina es una sustancia estimulante, tóxica a partir de determinadas dosis y adictiva, pero no está probada su carcinogenicidad. El tabaco es cancerígeno por otras sustancias fruto de la combustión, no por la nicotina.

Propilenglicol, glicerina y aromas

La mayoría de líquidos para vapear contienen tres ingredientes más: propilenglicol (en torno al 70%), glicerina vegetal (30%) y aromas.

El propilenglicol es un alcohol aceitoso, muy utilizado en una variedad de productos, desde pinturas a medicamentos. Sus vapores pueden causar irritación de las vías respiratorias de algunas personas sensibles y con más frecuencia en los ojos. Por este motivo se recomienda que no se use en una de sus muchas aplicaciones: la fabricación de niebla en discotecas y teatros.

Existen soluciones líquidas para váper sin propelinglicol que evitarían sus potenciales inconvenientes.

La glicerina vegetal –la misma que sirve para hacer jabones naturales– no parece, en principio, problemática para una persona sana. Se han denunciado un par de casos de neumonía lipoidea en que los médicos la atribuyeron a la glicerina del váper, pero esta etiología ha sido rebatida por otros especialistas y no existe un consenso científico que relacione la glicerina con la enfermedad.

Finalmente, los aromas son generalmente compuestos de origen sintético (derivados del petróleo). Estos aromas suelen ser aditivos alimentarios y algunos expertos advierten que no se tiene seguridad sobre su efecto al ser inhalados.

Además de los ingredientes, es importante tener en cuenta el calentamiento. El váper calienta el líquido para producir el vapor hasta una temperatura máxima de 65 ºC, por lo que no se produce un proceso de combustión comparable al cigarrillo convencional y no se generan los compuestos tóxicos volátiles que están asociados.

Puede haber ingredientes desconocidos

Varios estudios científicos han hallado en el vapor trazas de cancerígenos o neurotóxicos como el formaldehído, el acetaldehído, la acroleína y el diacetilo, pero siempre en concentraciones muy por debajo (entre 10 y 450 veces menos) del cigarrillo de tabaco.

Es difícil saber qué hay realmente en un líquido para vapear. No hay una normativa y bajo el epígrafe "aromas" se pueden incluir compuestos muy diferentes.

Por eso es interesante el estudio que realizó el catedrátido de química ambiental Joan Grimalt en el Instituto de Investigación Ambiental y del Agua, del Consejo Superior de Investigación Científicas.

Grimalt trató de determinar los compuestos orgánicos e inorgánicos que son realmente inhalados por los usuarios del váper y por los vapeadores pasivos, y los comparó con los que se encuentran en el humo del tabaco.

En el vapor del váper solo encontró cantidades significativas de propilenglicol, glicerina, nicotina y, en algún caso, vainilla. También había otros compuestos tóxicos, pero en proporciones similares a las que se encuentran en el aire de una ciudad.

Como un parche de nicotina

En cambio, en el humo de tabaco detectó más de 1.200 compuestos, entre ellos varias formas de nicotina, y algunos cancerígenos y neurotóxicos. Para Grimalt, el váper es comparable a los chicles o parches de nicotina.

A los compuestos mencionados hasta ahora habría que sumar la eventual presencia en el vapor de partículas metálicasprocedentes de la resistencia.

El químico Miroslaw Dworniczak considera que los usuarios deben tenerlo en cuenta y evitar la práctica de poner al rojo las resistencias para limpiarlas, lo que podría alterar el comportamiento del metal y facilitar la liberación de partículas.

El vapeo no ayuda a dejar de fumar

Con motivo de la publicación del estudio de la World Heart Federation, la Federación Española del Corazón ha lanzado un mensaje claro: a la vista de que el cigarrillo electrónico produce daños para el corazón, no se debería promocionar como una alternativa al tabaco.

Según la Dra. Dalmau, varias investigaciones han demostrado que, además de causar daños cardiovasculares, el vapeo no es eficaz para abandonar el hábito del tabaco porque la mayoría de las personas que los usan terminan fumando tanto cigarrillos convencionales como electrónicos, lo que, según la especialista en cardiología, puede suponer un riesgo persistente para la salud.

La World Heart Federation (WHF), por su parte, ha hecho una petición a los gobiernos: que regulen de forma estrica el tema de los cigarrillos electrónicos y que supervisen las estrategias de marketing que publicitan los cigarrillos electrónicos como herramienta para dejar de fumar.

¿Qué hacer a la vista de esto?

Si no se fuma tabaco, vale la pena preguntarse si tiene sentido iniciarse en un hábito que representa inhalar una mezcla de sustancias cuya composición incluye ingredientes sintéticos y probablemente algunos desconocidos, cuando no supone ninguna ventaja para la salud y, a la vista de las nuevas investigaciones, incluso daña seriemente la salud ardiovascular.

Si el placer está en el aroma, ¿realmente no tenemos suficiente y no son más seguros la miríada de sabores y olores que proporcionan los alimentos, las especias, las plantas medicinales, las flores o los aceites esenciales?

Si lo que te atrae es el ritual, pregúntate si estás buscando demostrar que no eres un niño, atraer la atención, formar parte de un grupo o calmar tu ansiedad con un sustituto de cálido alimento emocional. Todas estas cuestiones se pueden abordar sin someter a tu cuerpo a una dosis innecesaria de riesgo.