La Navidad es una fiesta de la abundancia. Nos hacemos regalos, llenamos nuestros estómagos con abundante comida y decoramos nuestros hogares con magníficas luces.

Este año, sin embargo, los altos precios de la energía y la inflación en general obligan a reducir los gastos. Además, la conciencia ambiental y climática también debería llevarnos a ahorrar recursos y emisiones de CO2.  

1. Utiliza luces navideñas eficientes

La estrategia más económica es evitar por completo el uso de adornos navideños eléctricos. Si no quieres eso, al menos no te pases con la iluminación y decora con moderación en lugar de iluminar todo el frente de la casa o el balcón.

Las luces LED ofrecen un gran potencial de ahorro. En comparación con las bombillas convencionales, requieren alrededor de un 90% menos de energía.

Pero cuidado con las velas LED que funcionan con pilas: la electricidad procedente de baterías te sale hasta 300 veces más cara que si enchufas el dispositivo. Además, las baterías generan muchos residuos peligrosos, tanto en la producción como después de su vida útil, si no se reciclan adecuadamente.

Las velas tradicionales no la mejor alternativa, ya que a menudo están hechas de materiales problemáticos como la parafina (un subproducto de la industria petrolera) o el aceite de palma. Además, el precio de compra suele anular el ahorro de electricidad, al menos desde el punto de vista financiero.

2. Calienta solo lo necesario

Por alguna razón, en Navidad queremos pasar calor en casa, quizá porque lo asociamos al ambiente que crea un fuego de hogar.  ¿Pero realmente tiene que haber 25 grados en tu hogar? Cada grado que reduzcas el termostato representa un ahorro del 6-8% en la factura. 

Por eso es mejor usar un suéter más que sentarse con una camiseta de manga corta. Sin embargo, la temperatura no debe bajar de los 18 grados, porque si hace demasiado frío, no sólo se arruina el ambiente navideño, sino que aumenta el riesgo de aparición de moho.

3. Apaga la televisión

Las películas navideñas son una tradición en algunos hogares. En otras casas, el televisor incluso funciona como ruido de fondo todo el día sin ningún motivo en particular. Y es posible que le acompañe uno o dos ordenadores, siempre conectados.

Esto es un completo desperdicio de energía. Entonces, ¿por qué no pasar tiempo con tus seres queridos sin ver la enésima repetición de una película o el último vídeo de YouTube?

4. Ahorra en la cocina

Un plato navideño puede requerir hasta 9 kWh de energía, dependiendo del método de preparación. Bajando la temperatura del horno se puede reducir hasta los 6,5 kWh. Por suerte, hay platos navideños que no necesitan horno, o al menos no tienen que cocinarse en él durante horas. Puedes, incluso, probar las deliciosas recetas raw sin cocinar.

5. Utiliza el programa Eco del lavavajillas

La cena de Navidad suele provocar muchos platos sucios, especialmente en celebraciones familiares numerosas, y también en este caso existe un gran potencial de ahorro.

El programa Eco del lavavajillas consume hasta un 40% menos de electricidad. Lavar a mano no es una alternativa real ya que consume más agua y energía que usar el lavavajillas.

6. Mantente desconectada

 Con todo el aluvión constante de notificaciones, mensajes y llamadas puede ser una buena idea desconectarse de la red durante unas horas o días. La temporada navideña ofrece la oportunidad perfecta para ello. Entonces, ¿qué tal si apagas tu teléfono inteligente y desconectas el WiFi?

Un router convencional con una potencia de 9 a 10 vatios cuesta alrededor de 10 céntimos al día en electricidad. Es cierto que este no es el mayor ahorro de energía, pero de todos modos es un efecto secundario agradable si te quedas sin Internet en Navidad.

Consejo adicional: disfruta de la Navidad a pesar de todo

La necesidad de ahorrar energía no debe arruinarte la Navidad. Al contrario, llevar a la práctica la conciencia ambiental es una razón para estar orgulloso y satisfecho. Como ocurre con los propósitos de año nuevo, puedes proponerte realizar todos los consejos de ahorro energético, en casa y fuera de ella. El planeta y la humanidad lo necesitan.