A menudo se plantea si desde el punto de vista ecológico o para la salud es mejor un producto local que un alimento ecológico certificado que viene de lejos. La respuesta depende de cada alimento y de a qué se dé más importancia a la hora de llenar la cesta de la compra, si a la huella ecológica o a la salud.

El alimento local es más sostenible que uno eco lejano

Un alimento local sin certificar produce poco gasto energético y pocas emisiones relacionadas con el transporte. Un alimento ecológico producido a miles de kilómetros de distancia posee una gran huella ecológica con efecto sobre el cambio climático.

Sin embargo, el alimento local puede contener residuos tóxicos y estos contaminan también el agua y la tierra, lo que puede perjudical la salud humana y de los ecosistemas. Es difícil valorar en cada caso si una cosa compensa la otra.

El consumo de plaguicidas, incluso a dosis bajas, está relacionado con un mayor riesgo de cáncer. Recientes estudios realizados en Francia confirman que el consumo de alimentos ecológicos reduce las probabilidades de desarrollar cáncer, así como enfermedades metabólicas, neurológicas y alergias.

Un producto local, fresco y de temporada, aunque no sea ecológico, es probable que contenga menos plaguicidas y herbicidas que el mismo producto cuando se consume fuera de su estación. Además su sabor y su contenido nutricional serán probablemente buenos porque se ha recogido en su punto de maduración y no ha pasado mucho tiempo desde la cosecha. Puedes consultar nuestro calendario de frutas y verduras de temporada.

La certificación ecológica es una garantía

La certificación ecológica garantiza que la emisión de contaminantes al entorno es mínima y que los alimentos están libres de residuos. Es la mejor elección para el medio ambiente y también por la salud de las personas, especialmente de los agricultores, más expuestos a los pesticidas.

En definitiva, lo óptimo es que los alimentos sean locales, frescos, de temporada y bio.

Otra opción es cultivar uno mismo una parte de los alimentos que consumimos en un huerto familiar e intercambiar excedentes con otros horticultores de confianza.

Ten en cuenta que consumir una fruta o una hortaliza, aunque no sea ecológica, siempre es mejor que dejar de comerla porque no lo es.