La pornografía, el estrés, el ritmo frenético de nuestro día a día, las expectativas o la desconexión con nuestro cuerpo, entre muchos otros factores, influyen en la calidad del sexo que practicamos. La Dra. Emma Ribas, doctora y licenciada en Psicología por la Universidad Ramón Llull, y psicóloga sanitaria, sexóloga clínica y experta en mindfulness, lo sabe bien. Ha tratado a numerosos pacientes en su consulta con disfunciones sexuales.
Fruto de todos sus años de experiencia, ha escrito el libro ‘Mindfulsex. El sexo que revolucionarña tu vida’, un libro en el que habla del método -basado en la atención plena- para intensificar el placer, despertar nuestra energía sexual y experimentar el éxtasis prolongado. Charlamos con ella para conocer más detalles sobre esta nueva guía y sobre todo lo que nos puede aportar la práctica del ‘mindfulsex’.
–¿Cuándo decides poner en marcha este libro? ¿Por qué?
–Decido poner en marcha este libro de ‘Mindfulsex’ en el momento en que vi los grandes resultados en la consulta y vida de las personas, y además, me lo empiezan a pedir mis pacientes, alumnos, colegas de profesión y desde la Universidad por falta de bibliografía en el tema, animándome a abanderar un cambio de paradigma sexual en la sociedad, hacer de altavoz y liderar una revolución sexual, con la finalidad de reducir el sufrimiento silenciado en la sexualidad. Por desgracia, las consultas de sexología están llenas de disfunciones y sufrimiento afectivo sexual.
–Dices que descubres esta práctica en la misma consulta. Pero, ¿cómo sucede?
–Descubro esta práctica en el momento en el que integro el Mindfulness en mi vida –hace casi 20 años– y empiezo a ponerla en práctica con mis pacientes desde la especialidad de sexología y pareja.
–Hay personas a las que les sonará extraño este concepto. ¿Cómo lo explicas tú?
–Yo lo describiría como la consciencia plena en el área de la sexualidad, una nueva manera de vivir el sexo contigo y con los demás, que engloba diferentes prácticas que te llevan a más placer, intensidad, conexión y amor.
–Y, sobre sus objetivos, ¿cuáles son?
–Estar en el presente, no dejarte arrastrar por tu mente, que te aparta de la experiencia real y te somete a vivir una película mental, sentir más placer y orgasmos más intensos, desarrollar una sexualidad conectada a tus valores… Además de generar química sexual y magnetismo, prevenir y sanar bloqueos y disfunciones sexuales… Y aprender a amar más y mejor y a reducir el estrés.
–Sobre esto último, en una sociedad donde queremos resultados y donde todo va tan deprisa. ¿Por qué nos cuesta tanto parar en el sexo? ¿Qué beneficios puede traer?
–El estrés nos lleva al sexo de gimnasio, porque se convierte en una tarea más para descargar o cumplir. Nos cuesta parar en el sexo porque nos cuesta parar en general. ¿De qué huimos? Muchas veces de nosotros mismos sin darnos cuenta, de emociones con las que no queremos conectar.
–En este sentido, el sexo que mantenemos habla mucho de la vida que llevamos, pero también de nuestra infancia y nuestras heridas. Sobre ellas también hablas en el libro. ¿Cómo son de determinantes?
–Muy a menudo en nuestra relación de pareja y sexualidad proyectamos heridas propias sin darnos cuenta, por este motivo decimos que la pareja es una oportunidad para trabajar el yo. Por ejemplo, ¿te sientes rechazada/o cuando te dicen que no en el sexo? Es probable que se deba a una herida de infancia, o ¿tienes la tendencia a tener sexo aunque no te apetezca? Es posible que nazca de un miedo al abandono.
–Por lo tanto, ¿es imprescindible sanarlas para cambiar nuestra percepción del sexo?
–Cuando sanas tus heridas puedes ver con más claridad y vives desde la libertad y mucho más disfrute.
–¿Cuánto tiempo (si es que se puede medir) nos puede llevar este proceso?
–Cada caso es distinto y dependerá del grado de la herida, es un proceso de consciencia y liberación.
–En tu libro hay un capítulo en el que hablas de que hay que empezar a olvidarse del sexo convencional. ¿Cómo podemos empezar a hacerlo?
Puedes empezar a hacer un reset en tu cerebro dejando de consumir por un tiempo porno ‘mainstream’ y hacer la práctica que aparece en el libro de “Ama tu cuerpo” para aprender a tocarte y que te toquen con amor, y empezar a practicar la masturbación consciente. ¡Vas a descubrir un nuevo mundo!
–Claro, la pornografía no ayuda demasiado…
–El sexo convencional se nutre de la pornografía, ha sido el modelo de “No educación sexual” que hemos recibido como sociedad, absolutamente coitocentrista, falocentrista y finalista. Éste modelo es el que ha hecho que las consultas de sexología y pareja estén llenas de disfunciones sexuales, sufrimiento y bloqueos.
–¿Una solución quizá pueda ser trabajar la autoestima y la conciencia plena?
–Cierto, priorizarme, conocer mis necesidades, serme fiel, educar mi mente en la presencia y sumergirme al ‘Mindfulsex’ me va a llevar a un sexo más auténtico, placentero y libre.
–¿Cuáles son los principales problemas con los que acuden a tu consulta?
–Falta de deseo, falta de lubricación, dificultad para tener orgasmos, dispareunia (dolor en la penetración), vaginismo (dificultad para la penetración), disfunción eréctil, eyaculación precoz, parejas con falta de conexión, frecuencias diferentes en el sexo, dificultades para la fertilidad, endometriosis, menopausia, falta de autoestima sexual, problemas de comunicación…
–Conectado con el estrés y el exceso de obligaciones, que hablábamos al principio, la falta de líbido es uno de los problemas más comunes a los que se enfrentan muchas parejas hoy en día. ¿Cómo puede ayudar esta práctica?
–La falta de libido es una de las demandas más habituales en la consulta, sí. En este sentido, el ‘Mindfulsex’ ayuda a reducir el estrés, quitar presión y conectar con el placer. Un primer paso para aumentar la líbido puede ser soltar el sexo convencional que genera presión y expectativas y descubrir que tienes una energía sexual y empezar a despertarla desde las prácticas del ‘Mindfulsex’.
–A la energía sexual le dedicas, precisamente, un capítulo. ¿Por qué estamos tan desconectados de ella?
–Tener la energía sexual apagada te lleva a empeorar tu sistema inmune, al agotamiento e incluso dificultades para la fertilidad… despertarla mejora tu vitalidad y tu salud general.
–También hablas de que en la menopausia muchas mujeres se sienten liberadas porque ya no tienen que practicar sexo. Tú le das la vuelta con el mindfulsex. ¿Podrías explicarlo?
–Sí, muchas mujeres llegan a la consulta con la esperanza de que el profesional confirme que ya no pueden tener más sexo llegadas a esta etapa y sentirse liberadas porque han tenido sexo a lo largo de sus historias por obligación, por la otra persona, como una tarea más. Hablamos habitualmente de abusos sexuales consentidos, muy habituales e invisibilizados en el mundo de la mujer, y tienen las mismas consecuencias que los abusos sexuales, un tema muy doloroso vivido en silencio y muchas veces sin tomar consciencia, una lacra social.
Cuando les planteamos un cambio de paradigma en su sexualidad, soltar el sexo convencional y enfocarse en la sexualidad consciente, les abre una ventana a ser tratadas con amor y sanar la memoria del dolor. Gracias a ello muchas de ellas vuelven a lubricar y a disfrutar de una sexualidad que desconocían.