Muchas personas creen que la vainilla es de color amarillo como los helados, porque no han tenido la oportunidad de conocer las oscuras vainas de las que procede tan delicada especia. 

En todo el mundo postres, cremas, yogures de sabores y otros muchos productos comerciales se anuncian con sabor a vainilla y, sin embargo, el volumen de mercado anual de esta especia es más bien modesto. Sucede así a causa de su sucedáneo: el azúcar aromatizado con vainillina sintética, más popular y conocido para muchos. 

Merece la pena, sin embargo, descubrir la auténtica vainilla, esa especia prodigiosa y precolombina cuyo aroma es difícilmente superable en exquisitez y finura.

el aroma de la vainilla tiene secreto

La vainilla se obtiene del  fruto de una liana trepadora de la familia de las orquídeasque crece en Centroamérica. El fruto es una vaina verde y dura llena de pequeñas semillas que se recoge cuando madura. Las vainas se someten a un complicado proceso de fermentación de cinco o seis meses, hasta que generan una fina escarcha de cristales de vainillina, un aldehído que es el causante del aroma.

Para hacerse una idea de la potencia del perfume de la vainilla diremos que es tan embriagador que a dosis elevadas actúa como una droga y puede llegar a provocar mareos y reacciones alérgicas cutáneas en los operarios. 

Como se trata de una especia fuerte y penetrante, una vez usada la vaina, se puede lavar suavemente en agua caliente y secar para volver a utilizarla todavía un par de veces.

Elige vainilla natural en lugar de sucedáneos 

Este excelente aroma, tan preciado como costoso de obtener, pronto se imitó químicamente, aunque ninguno de sus sustitutos consigue el delicado sabor de la vainilla verdadera. Al principio se obtenía la llamada "esencia de vainilla" destilando aceite de clavo de olor. Actualmente la etilvainillina se obtiene transformando sacarosa, pulpa de papel o alquitrán de hulla, y es abundantemente utilizado por la industria alimentaria poco exigente. Es el aromatizante artificial más utilizado, destinado no solo al terreno de la alimentación, sino también en perfumería.

Además la terminología comercial contribuye a la confusión porque denomina este aroma sintético vainillina, idéntico nombre que el de los cristales que se forman de modo natural en las vainas de la auténtica vainilla. También se están obteniendo sucedáneos por medio de la manipulación genética.

Cómo utilizar la vainilla en rama: 6 ideas para sacarle partido

La vainilla es digestiva y ligeramente estimulante, por lo que además de por su sabor se emplea también por sus propiedes. No es raro encontrar las vainas enteras de vainilla en herbolarios, además de en tiendas de dietética y comercios selectos de alimentación.

1. pon vainilla en los tarros para aromatizar

Las vainas pueden guardarse en un tarro de azúcar de caña, ya que, al mismo tiempo que se conservan, lo aromatizan.

También se pueden utilizar para aromatizar té, cacao, fécula de maíz...

Para ello se coloca una vaina dentro del frasco donde guardemos los ingredientes de las meriendas predilectas. 

2. prepara un Aceite de vainilla

Para preparar un aceite aromático con vainilla conviene usar un aceite de sabor suave, como el aceite de sésamo. Para ello:

  • Coloca un par de vainas abiertas, a lo largo, dentro de una botella de vidrio.
  • Llénalo con el aceite y déjalo macerar quince días.

Este aceite de vainilla puede usarse en repostería o para freír, por ejemplo unos buñuelos dulces.

3. Leche vainillada

Una forma clásica de usar la vainilla en rama es cortando un pequeño trozo de la vaina y abriéndola en dos. Se echa encima de ella una taza de leche hirviendo, que puede ser láctea o bien de soja, arroz, avena... y se deja reposar cinco o diez minutos antes de colarla. 

Se utiliza esta leche para preparar natillas, postres de arroz, flanes o una deliciosa crema catalana a la vainilla.

4. Flan de huevo a la vainilla

El flan de huevo y leche sale delicioso si se echa medio litro de leche hirviendo sobre una vaina de vainilla abierta y la cáscara de un limón biológico bien lavada y se deja reposar. A la hora de preparar el flan, puedes seguir estos pasos:

  • Bate cinco huevos enteros y mézclalos con 400 gramos de azúcar integral de caña.
  • Agrega la leche aromatizada, sin dejar de remover para que no se cuajen los huevos.
  • Coloca la mezcla en los moldes ya caramelizados y ponlos a cocer durante unos tres cuartos de hora en el horno, al baño maría.

5. Peras con vainilla

Esta especia combina bien con el sabor de las frutas. Existen muchas recetas de frutas con vainilla que resultan exquisitas. Una de ellas se hace con peras:

  • Pela unas peras, pártelas por la mitad y vacíalas de su corazón.
  • Cuécelas en poca agua, con una vaina de vainilla y algo de miel, hasta que estén tiernas
  • Colócalas en platos de servir, con unas cuantas pasas de uva en el hueco.
  • Del caldo en que han hervido, retira la vainilla, espesa con un poco de fécula de maíz y liga con nata líquida, para incorporar luego esta mezcla sobre las peras.

5. Té de ciruelas vainilladas

Puedes preparar un delicioso té de ciruelas pasas con vainilla de forma muy sencilla. Para eso necesitarás tan solo:

  • 40 ciruelas pasas sin hueso
  • 1 litro de agua mineral
  • 2 cucharaditas de té
  • 1 vaina de vainilla

Preparación:

  1. Corta la vaina de vainilla para abrirla y colócala en un recipiente junto con el té.
  2. Calienta el agua y, cuando ésta hierva, derrama sobre el té y la vainilla. Deja tapado, en infusión durante unos cinco minutos aproximadamente.
  3. Coloca las ciruelas desecadas (diez por copa), sin su hueso, en cuatro copas anchas y cubre con la infusión ya colada.
  4. Deja macerar en un lugar fresco durante tres horas antes de servir.

de dónde viene la vainilla

La vainilla es una liana trepadora de la familia de las orquídeas que crece al amparo de los grandes árboles de las junglas centroamericanas. Sus flores son de un color blanco marfil, ligeramente amarillas o verdes, carecen casi totalmente de aroma, y no se polinizan por sí mismas. El fruto es una vaina verde y dura llena de pequeñas semillas.

Si además resulta que carece de aceites esenciales, ¿de dónde procede, cómo se obtiene la fragante vainilla

Tal como se utiliza en cocina, la vainilla es un pequeño milagro de la naturaleza, fruto de curiosas casualidades que logran su transformación completa.

Las primeras vainillas procedían de plantas silvestres de la jungla de las Tierras Calientes, al sudoeste de México. Una vez que las cápsulas estaban maduras, caían al suelo, donde fermentaban entre el humus, tomando un color tostado oscuro, y exhalando un perfume exquisito. 

Los aztecas la valoraban tanto que la cultivaban antes de la llegada de los españoles para dar sabor a su bebida de cacao, de la que tanto gustaban. Por cierto que esta bebida era muy amarga, y solían endulzarla también con un tipo de miel procedente de unas abejas autóctonas. 

Lo curioso es que el cultivo en otras partes del mundo fracasó, porque las plantas crecían y florecían con normalidad, pero no fructificaban, porque necesitaban precisamente la acción polinizadora de este tipo de abejas. 

Sólo a mediados del siglo XIX se desarrolló un sistema de polinización con la ayuda humana que permitió la producción de vainilla en otras zonas como Madagascar, Tahiti, Brasil y las islas tropicales del Índico, donde se aclimataron muy bien.