Schema: Receta

 

 

La crema catalana es, sin duda, una de las recetas de postre con una base de crema pastelera más conocidas y, aunque a menudo se confunde con la crème brûlée francesa, por ser una crema quemada, se prepara de forma diferente.

La receta de crema catalana tradicional se elabora con huevos, almidón de maíz, azúcar y leche infusionada con limón y canela. Aquí te proponemos una variante en la que vamos a sustituir la canela por vainilla y, en lugar de azúcar blanco, vamos a utilizar azúcar integral de caña. También te contaremos cómo sustituir la leche por una alternativa vegetal si prefieres evitar la leche.

CREMA CATALANA: receta A LA VAINILLA

Esta receta de crema catalana es una propuesta de la experta en cocina vegetariana y saludable Mercedes Blasco. El uso de vainilla en lugar de canela acerca la receta a la versión francesa de este postre, la famosa crème brûlée, pero tanto el resto de los ingredientes como la proporción son los propios de la receta catalana. 

INGREDIENTES (PARA 6 PERSONAS):

  • 1 litro de leche
  • limón (su piel)
  • 1 vaina de vainilla
  • 6 yemas de huevo batidas
  • 50 g de almidón de maíz
  • 250 g de azúcar integral de caña fino

PREPARACIÓN (30' + 1 H. REPOSO + 5' DE GRATINADO):

  1. Reserva una taza de leche para disolver el almidón
  2. Hierve la leche restante con la vaina de vainilla abierta por la mitad y la piel de limón, y deja reposar.
  3. Reserva 50 g de azúcar y mezcla el resto con las yemas hasta obtener una textura fina. Añade la leche previamente colada y el almidón desleído y remueve la mezcla.
  4. Después cuece el preparado al baño maría sin dejar de remover, siempre en la misma dirección, durante cinco minutos, evitando que hierva para que no se corte.
  5. Reparte la crema en cazuelitas individuales y deja enfriar.
  6. Espolvorea con azúcar y quema con una pala candente o un pequeño soplete de cocina. También las puedes gratinar a fuego vivo, para que se caramelice la superficie.

INFORMACIÓN NUTRICIONAL

  • Calorías: 341
  • Proteínas: 9 g
  • Hidratos de carbono: 50 g
  • Grasas: 12 g
  • Colesterol: 332 mg

Cómo sustituir la leche por bebida vegetal

Las leches vegetales, como la de cebada o arroz, pueden sustituir perfectamente a la leche de vaca en este tipo de recetas de postre. La leche de almendra y la de avellanas también aportan un toque interesante. La leche de soja, al tener un sabor más fuerte, no es tan adecuada, pues podría alterar el sabor. 

Reduce de 5 a 2 minutos el tiempo de hervor. Así también evitas que la crema se pueda cortar.

Ten en cuenta que el contenido nutricional de la crema también varía.

Origen de la crema catalana

La crema catalana nace en Cataluña en la Edad Media, como una evolución de las natillas, así que aparece ya en los recetarios medievales catalanes.

Allí, hoy se la conoce también como crema de Sant Josep, pues tradicionalmente se toma por San José, pero es un postre que nunca falta en los restaurantes de cocina tradicional y que incluso se ha abierto paso en la cocina más experimental,  transformada, cómo no, con las técnicas más modernas.

En Cataluña no es raro encontrar familias que cuentan con un quemador en casa, sea un quemador tradicional o un pequeño soplete, para poder hacer la crema catalana casera.

¿Qué diferencia hay entre la crema catalana y la crème brulée?

La crème brûlée es una receta francesa y, como la crema catalana, también lleva una capa de azúcar quemada por encima que le da un toque crujiente, de ahí su nombre (brûlée significa "quemada" en francés). Sin embargo, hay tres diferencias que las distinguen:

  • En la receta francesa se utiliza nata o crema de leche, en lugar de leche como en la receta catalana.
  • Otra diferencia entre la crema catalana y la crème brûlée es que la crema catalana se suele hacer al fuego, mientras que la crème brûlée se cuece en el horno al baño maría.
  • La crema catalana tradicional la leche se infusiona con limón y canela; en la crème brulée no se utiliza limón y, en lugar de canela, se emplea vainilla.

En nuestra versión de la crema catalana, te proponemos probar la receta tradicional catalana incorporando el toque de vainilla de la crème brûlée.

La vainilla, una especia con muchos usos

El sabor y el aroma de la vainilla genuina es dulce, por lo que se suele emplear para preparar postres y repostería. Estos son los consejos de Mercedes Blasco para elegirla bien, utilizarla en la cocina y conservarla.

Dónde encontrar vainilla auténtica

Se pueden adquirir vainas enteras en herbolarios, tiendas de dietética o comercios selectos de alimentación.

Las mejores vainas presentan un aspecto flexible y brillante y las más aromáticas, conocidas como "vainilla escarchada", se reconocen por un ligero velo blanco que aparece en sus extremos.

Cómo conservarla

Cuando tengas tus vainas de vainilla auténtica, una agradable forma de guardarlas  dentro de un tarro de azúcar de caña dentro del frasco donde se guarda el té, el cacao, la fécula de maíz, de modo que, al mismo tiempo que se conserva, lo aromatiza. Del mismo modo se puede disponer una vaina para percibir su intenso aroma.

Cómo utilizar la vainilla en la cocina

Su sabor viene muchas veces asociado al del chocolate, y también se utiliza en la preparación de helados, bebidas suaves, granizados y sorbetes, y aún en licores y perfumes.

Una forma clásica de usarla es cortando un pequeño trozo de la vaina y abriéndola en dos.  Entonces se echa encima de ella una taza de leche hirviendo, ya sea de vaca, de soja, avena o de arroz, y se deja reposar cinco o diez minutos antes de colarla. Una vez perfumada la leche se emplea para preparar natillas, postres de arroz o flanes.

También resulta exquisita si se combina con corteza de limón, o con otras especias dulces como la canela o el clavo. Es lo que hemos hecho en nuestra crema catalana a la vainilla: la hemos combinado con limón y la hemos utilizado para infusionar la leche como explicábamos más arriba.

La vainilla intensifica además el sabor de las frutas. Por eso, es interesante incluirla en la elaboración de compotas y tartas de fruta. Resulta exquisita con manzanas, peras o membrillos cocidos o asados.

Como se trata de una especia fuerte y penetrante, una vez usada la vaina, se puede lavar suavemente en agua caliente y secar, para volver a reutilizarla todavía un par de veces.

Asimismo se puede preparar con ella aceite aromático para cocinar. En este caso conviene usar un aceite de sabor suave, corno el de sésamo. Se colocan un par de vainas abiertas longitudinalmente en una botella de cristal, se rellena con el aceite y se deja macerar unos quince días. Pasado ese tiempo el aceite se podrá utilizar en la preparación de bollos o para freír, por ejemplo, buñuelos dulces