Las cuatro reglas
Es imposible engañar al cuerpo: si el chi fluye correctamente por su interior, este nos lo indicará con salud. Cuando se bloquea, se manifiestan el dolor y la enfermedad. El do-in ayuda a armonizarlo. Se aconseja seguir estas reglas al realizar la rutina de movimientos.
- Respiración. Se inspira por la nariz y se espira por la boca, sincronizado los movimientos del cuerpo con la entrada y salida del aire.
- Antes de empezar. Hay que ventilar el espacio donde se realice la práctica. Se emplea ropa cómoda y amplia a fin de que el chi circule fácilmente. Se prescinde de accesorios como relojes, pulseras y demás. El estómago está vacío.
- Durante la práctica. Cerrar los ojos, liberar los músculos y observar la mente. Espirar al menos una vez completamente para expulsar el chi negativo. Se trata de ejercitarse con comodidad; si se experimentan molestias o dolor al realizar un ejercicio no hay que seguir.
- Al terminar. Limpiarse el sudor, especialmente en los pies y la nuca, pues se afirma que por ahí expulsa el cuerpo el chi negativo. Dejar pasar una media hora antes de tomar una ducha o baño.
Curando con los dedos
Como la acupuntura, el shiatsu o el masaje tuina, el do-in se fundamenta en el movimiento equilibrado de la energía. Pero no hace falta utilizar agujas como en el caso de la acupuntura ni tener conocimientos especializados. Y es muy fácil de aplicar por uno mismo.
Cuando nos damos un golpe, de manera instintiva utilizamos las manos para aplacar el dolor. El poder del tacto se hace presente en estas situaciones. El do-in propone que las utilicemos no solo para curar sino también para prevenir.
Los ejercicios que presentan las imágenes de este artículo son solo un ejemplo del poder curativo de nuestros dedos. Lo más común es presionar la piel y hacer círculos en un punto concreto, como despertando los llamados tsubos, o puntos donde la energía se manifiesta de forma más superficial.
A menudo coinciden con lo que en Occidente se denomina "puntos gatillo". Se trata de puntos que al tacto nos duelen y a la vez nos gusta presionarnos. Uno de los más habituales se encuentra en la parte alta de la espalda, y solemos buscarlo cuando tenemos la musculatura cargada.
Otra forma de llamar y movilizar a la sangre es mediante fricciones o golpeteos suaves con la palma de la mano o la punta de los dedos. También es posible apretar haciendo una pinza con la mano.
Con la práctica cada persona encontrará de qué manera se siente más cómoda al tratarse o notará que el cuerpo le responde mejor. Aunque los ejercicios están bastante pautados, cada maestro tiene su manera de trabajar y cada persona se ha de sentir cómoda al adaptarla a sus sensaciones.
Un baño con sake
Un complemento especial del do-in para seguir limpiándose de toxinas y a la vez cargarse de energía es un baño con sake. Consiste precisamente en eso: en darse un baño en agua caliente añadiendo a la bañera una botellita de vino de arroz.
El objetivo es utilizar el poder del alcohol sin sus efectos secundarios. Con el agua caliente los poros de la piel se abren y expulsan lo que está en su superficie. Al realizar los ejercicios de do-in suelen acumularse importantes desechos bajo ella.
El alcohol diluido ayuda a absorberlos y su efecto tonificante moviliza la energía y ayuda a limpiar mejor. Al salir del baño, el agua estará sucia y nos encontraremos más activos.
Si se realiza este tipo de baño a menudo combinándolo con los ejercicios, el agua poco a poco no quedará tan turbia. Los ríos o canales internos estarán cada vez más limpios y nos sentiremos más despiertos y ágiles.
El poder de la constancia
El do-in como técnica está muy poco introducido en nuestro país. Faltan maestros que lo enseñen. Aun así, y gracias a su sencillez, no requiere un continuo aprendizaje. Lo más importante es la constancia: hay que dedicarle unos minutos cada día al levantarse, ya sea para realizar un ejercicio específico, movilizar los dedos o darse una "autoducha".
Algunas escuelas de shiatsu o de artes marciales japonesas pueden aconsejar en su práctica. Pero para presionar el cuerpo y movilizar las articulaciones de nuestros dedos solo hace falta empezar hoy y seguir cada día. Es una excelente manera de hacernos más responsables de nuestra salud