El retinol es la forma de vitamina A que solo se encuentra en los productos de origen animal. Como nutriente que forma parte de los alimentos (ya sea el retinol animal o el betacaroteno vegetal) es imprescindible para gozar de una piel sana, pero el uso cosmético del retinol animal no está libre de riesgos.

Los fabricantes de cosméticos añaden retinol a sus productos para combatir las arrugas, las líneas finas y la piel apagada. El retinol promueve la renovación de las células de la piel y estimula la producción de colágeno. Las investigaciones muestran que 12 semanas de aplicación pueden dar como resultado una piel más suave, firme y de aspecto más juvenil. Pero también muestran que a partir de cierto tiempo ya no se producen más beneficios.

No solo eso, sino que el uso continuado de retinol pueden provocar sequedad, ardor, descamación, dermatitis y sensibilidad al sol. Con un ingrediente que pierde efectividad con el tiempo, esas no son buenas noticias.

¿Qué es el bakuchiol?

El bakuchiol es una sustancia vegetal con propiedades similares al retinol y que como ingrediente cosmético carece de efectos  secundarios negativos. Por eso se está incorporando a fórmulas cosméticas para tratar las arrugas y las manchas en la piel.

El  bakuchiol es un antioxidante que se encuentra en las semillas y las hojas de la planta babchi (Psoralea corylifolia),que es utilizada por las medicinas tradicionales de China y la India.

Según la doctora Debra Jaliman, profesora asistente en el departamento de dermatología de la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai, "los estudios han demostrado que el bakuchiol ayuda a prevenir las líneas finas y las arrugas, y ayuda con la pigmentación, la elasticidad y la firmeza". También se comercializa por su efecto sobre el acné.

Se vende en sueros y cremas, muchos de los cuales combinan bakuchiol con otros ingredientes botánicos, como rosa mosqueta y algas.

Un ingrediente apto para las personas con piel sensible

El bakuchiol actúa a través de los mismos receptores que utiliza el retinol, por lo que muchos lo describen  como la alternativa vegetal a la vitamina. Por eso se usa cada vez más en cosmética ecológica y vegana, y lo  buscan las personas que sufren eczema, psoriasis o dermatitis.

El bakuchiol no es realmente un derivado de la vitamina A y no tiene su potencial irritante. Hasta ahora no se conoce ningún inconveniente a su uso, aunque no está tan claro si es tan eficaz como el retinol. Hacen falta muchos más estudios para confirmarlo.

Un pequeño estudio publicado en el British Journal of Dermatology encontró que el bakuchiol es tan eficaz como el retinol para borrar las líneas finas y mejorar el color de la piel. Pero un estudio con sólo 44 participantes (siete de los cuales abandonaron) no se considera definitivo.

En un estudio diferente, un limpiador y humectante que contenía bakuchiol mejoró la suavidad de la piel y los signos de envejecimiento en 60 mujeres mayores con piel sensible.

Menos arrugas y mayor firmeza

Otro ensayo evaluó un producto que combinaba bakuchiol con melatonina y el derivado de la vitamina C tetraisopalmitato de ascorbilo en una crema antienvejecimiento. Después de 12 semanas de uso una vez al día, los investigadores notaron menos arrugas, mayor firmeza y una mejora general en la calidad de la piel entre los participantes. Debido a que este estudio utilizó una combinación de ingredientes, no se puede asegurar que el bakuchiol a solas produzca los mismos efectos.

Otros estudios sobre el bakuchiol se realizaron in vitro con células de la piel o sustitutos de la piel, lo que dificulta sacar conclusiones reales sobre su rendimiento en la piel humana.

En definitiva, el bakuchiol es una buena opción para las personas que prefieren los productos vegetales y sin efectos secundarios.