Schema: Receta

 

 

El origen de la salsa pesto se encuentra en la región de la Liguria, en el noroeste de Italia. Los gastrónomos creen que fue una evolución de una salsa medieval de ajo del siglo XIII. La primera receta de pesto con ajo, albahaca y queso se encuentra en un libro del siglo XIX, de Giovanni Battista Ratto, sobre la cocina genovesa.

El pesto del siglo XXI se puede elaborar sin queso, sustituyéndolo por levadura nutricional. En la receta tradicional, el queso rallado (parmesano o pecorino) aporta cremosidad, sal y mucho sabor umami. Parece difícil de encontrar un ingrediente alternativo vegano que esté a la altura, pero lo cierto es que la levadura nutricional ofrece un resultado excepcional.

Quizá te preguntes qué es la levadura nutricional. Es un suplemento nutricional en forma de granulado seco, muy rico en vitaminas, sobre todo del grupo B, en minerales y en proteínas. Lo encontrarás en todos los herbolarios y dietéticas.

Salsa pesto: receta vegana

Los otros ingredientes del pesto vegano son bien simples y conocidos: albahaca fresca, ajo, aceite de oliva virgen extra y jugo de limón. Anota las proporciones que utilices para variar en el futuro las cantidades de cada ingrediente hasta conseguir el sabor que te resulte más agradable.

Ingredientes:

  • 2 tazas de albahaca fresca bien compacta
  • media taza de piñones (también se pueden utilizar nueces o anacardos)
  • 2 dientes de ajo, picados en trozos grandes
  • media taza de aceite de oliva virgen extra
  • 3 cucharadas de levadura nutricional
  • 1 cucharada de jugo de limón fresco
  • 1 pizca de sal marina y pimienta recién molida

Elaboración:

  1. En un procesador de alimentos, comienza a triturar la albahaca, las nueces y el ajo.
  2. Mientras el triturado aún en grueso y sin parar el procesador, vierte un hilo de aceite de oliva.
  3. Cuando la mezcla sea fina, añade la levadura nutricional, el jugo de limón, la sal y la pimienta y pulse unas cuantas veces más para mezclar los ingredientes.
  4. Prueba y ajuste los condimentos si es necesario.

Variación:

Se puede sustituir parte del aceite de oliva por caldo de verduras o agua para conseguir una pasta más baja en calorías, más digestiva y menos espesa.

¿Cómo se utiliza la salsa pesto en la cocina?

  • El pesto casero dura hasta cinco días si se guarda en un recipiente hermético en el frigorífico. Para que no se oscurezca, puedes echar un poco de aceite de oliva de manera que cubra la superficie y la proteja del contacto con el aire, lo que evita la oxidación. Si haces una gran cantidad, también se puede congelar en cubitos para ir cogiéndolos cuando los necesites.
  • Es pesto se puede mezclar con pasta integral caliente, extenderlo sobre pan junto con láminas de aguacate, tomarlo con patatas o verduras asadas y combinarlo con rodajas gruesas de tomate.
  • También se puede usar como una salsa para mojar palitos de pan o como aderezo para ensaladas.

Propiedades saludables de la salsa pesto vegana

El peso no solo es una salsa deliciosa, también está cargada de beneficios en virtud de sus ingredientes:

  • El aceite de oliva virgen extra es rico acidos grasos monoinsaturados (ácido oleico) que aumentan el colesterol bueno HDL y reducen el malo, lo que resulta muy beneficioso para la salud cardiovascular. Además contiene polifenoles antioxidantes.
  • El ajo posee fibra prebiótica y compuestos azufrados que inhiben la síntesis del colesterol LDL (el malo) y de los triglicéridos. Además regula la coagulación sanguínea y aumenta la elasticidad de las arterias.
  • La albahaca es rica en estragol, cineol y eugenol, flavonoides y saponósidos. Se considera digestiva, aperitiva, carminativa y antiespasmódica. Favorece la digestión, disminuyendo los gases, la pesadez abdominal, la flatulencia y los calambres gastrointestinales. Alivia las náuseas y el mal sabor de boca.
  • Los piñones o los anacardos son ricos en ácidos grasos insatarudos saludables, en fibra y en proteínas. Si se utilizan nueces, el pesto aportará una dosis significativa de ácidos grasos omega-3 con propiedades antiinflamatorias.
  • La levadura nutricional es extraordinariamente densa en nutrientes, sobre todo en vitaminas del grupo B, minerales y proteínas.
  • El zumo de limón aporta ácidos que estimulan la función depurativa del hígado y un poco de vitamina C.