Las responsabilidades diarias, el trabajo, los compromisos familiares, las situaciones traumáticas… son factores que pueden causar estrés a los que estamos constantemente sometidos, a veces incluso sin darnos cuenta.

A la larga, el estrés puede perjudicar nuestro equilibrio físico y psíquico y puede, también, afectar a la piel y causar (o agravar) algunas enfermedades, como la dermatitis.

Dermatitis por estrés: qué es y por qué ocurre

La dermatitis por estrés (o dermatitis nerviosa) es una irritación de la piel que ocurre como reacción a situaciones estresantes, ansiedad o nerviosismo, ya sea en el plano emocional, sentimental, laboral o familiar.

No se conocen completamente los mecanismos que desencadena esta afección de la piel, pero se cree que ocurre porque el estrés hace que liberemos una hormona llamada cortisol, capaz de modular el funcionamiento del sistema inmunitario, y nuestras defensas disminuyen. Esto perjudica a la función normal de la barrera de la piel y puede dar lugar a problemas dermatológicos como la dermatitis.

La dermatitis por estrés afecta tanto a mujeres como a hombres y no es contagiosa ni suele ser grave, pero sí puede resultar muy molesta.

Dermatitis por estrés: síntomas

La cara, el cuello, las manos, los brazos y los pies son las zonas del cuerpo que más habitualmente se ven afectadas por los síntomas de la dermatitis por estrés. Igual que otros tipos de dermatitis, incluyen:

  • Erupciones cutáneas que escuecen, parecidas a las picaduras de insectos.
  • Piel seca y descamada.
  • Ampollas llenas de líquido.
  • Rojeces o ronchas inflamadas en la piel.
  • Ardor o picor.
  • Rascarse puede hacer que aparezcan heridas.

La dermatitis por estrés es difícil de diagnosticar, puesto que el médico habitualmente desconoce la situación personal del paciente. A menudo se confunde con una alergia o una infección por hongos.

La intensidad de los síntomas varía de una persona a otra y, en algunos casos, el picor y el escozor puede llegar ser tan molesto que incluso perturbe el sueño.

Remedios naturales para la dermatitis por estrés

Los síntomas de la dermatitis por estrés suelen desaparecer espontáneamente al cabo de unos días. Para que no se repitan es importante evitar el estrés o nerviosismo que lo desencadenan.

Estos consejos pueden ayudarte a reducir el estrés:

  • Hacer ejercicio todos los días es una de las mejores claves para reducir el estrés y dormir bien (otro factor antiestrés fundamental).
  • Sigue una dieta saludable, que contenga nutrientes y alimentos que alivian el estrés, y elimina (o reduce) las sustancias estimulantes, por ejemplo, la cafeína y el alcohol.
  • Practicar meditación o yoga puede ayudarte a relajarte.
  • Pasa el máximo tiempo posible en contacto con la naturaleza.
  • Escribir un diario puede ayudarte a racionalizar las cosas y tomar distancia.

Para aliviar la dermatitis, ten en cuenta estas recomendaciones:

  • Al bañarte o ducharte, procura que el agua no esté demasiado caliente, ya que podría irritar aún más tu piel.
  • No te bañes más de una vez al día y usa un gel suave y sin perfumes.
  • Aplícate una crema hidratante sin perfumes ni sustancias tóxicas inmediatamente después de ducharte.
  • Evita las temperaturas muy altas o húmedas.
  • Utiliza ropa 100% de algodón y lávala con detergentes ecológicos, sin utilizar suavizantes.

Además, hay plantas que pueden reducir los síntomas de la dermatitis:

  • El aloe veratiene propiedades regenerantes y cicatrizantes. Puedes usar una crema a base de aloe vera o aplicar el gel del interior de las hojas directamente sobre la piel irritada
  • La avena es calmante y suavizante y puede ayudarte a aliviar los síntomas. Aplica una compresa empapada en el agua de hervir la avena sobre la piel afectada y déjala actuar unos minutos.