En el otoño resulta especialmente adecuado deshacerse de las toxinas acumuladas en el cuerpo. Atrás quedan los meses de vacaciones en los que se ha tendido a comer más (y peor) por las reuniones sociales y al sedentarismo derivado de las altas temperaturas.

Se divisa en el horizonte la época más exigente del año, que se podrá disfrutar mejor si se realiza una "puesta a punto" del cuerpo a cargo del hígado y la vesícula biliar. Estos dos órganos depurativos velan porque el organismo se mantenga limpio y preparado ante cualquier posible eventualidad.

Para estimular su acción, se pueden practicar algunas posturas de yoga que inciden suavemente en la zona abdominal y masajean así los órganos internos. Se trata de las llamadas torsiones, en que el tronco gira rotando hacia un lado u otro.

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¿Por qué hay que activar la zona abdominal?

Al activar y ejercitar los riñones y órganos abdominales, se consigue mejorar la digestión y favorecer la depuración de toxinas. Además, la columna vertebral y las caderas ganan flexibilidad.

Una de las torsiones más fáciles y gratificantes incluso para principiantes es la del medio giro de columna, que masajea y tonifica el hígado, el bazo y los intestinos, y que en general resulta excelente para el metabolismo. También ayuda a reducir el tamaño del abdomen, alivia el dolor de espalda y el lumbago, y fortalece los músculos del cuello.

La clave para conseguir el mayor beneficio, al igual que ocurre en el resto de posturas de yoga, es hacerla suavemente, sin forzar.

Solo hay que tener en cuenta que sus efectos son menores en las personas delgadas.

No deben realizarse torsiones tras operaciones recientes ni si se padecen hernias, problemas gástricos o abdominales. Tampoco se aconsejan en el embarazo.

Medio giro de columna, paso a paso

  1. Sentado con las piernas estiradas, dobla la rodilla derecha y lleva el pie al lado externo de la pantorrilla izquierda. Mantente bien erguido y estira la espalda al inspirar.
  2. Al espirar gira la columna hacia la derecha rotándola desde la base. Pasa el brazo izquierdo por encima del muslo derecho para que actúe de palanca, mientras mantienes la mano derecha apoyada en el suelo detrás de la espalda.
  3. Mira por encima del hombro derecho. Respira a fondo 30 segundos. Vuelve a la posición inicial y repite con el otro lado