El deporte no solo asegura un cuerpo en forma, sino que también es bueno para cuidar el cerebro y prevenir las consecuencias del envejecimiento.

Es sabido que el ejercicio previene el dolor de espalda, la diabetes tipo 2, la obesidad y las enfermedades cardiovasculares. Además, reduce el riesgo de depresión y fortalece la inmunidad.

Todo el deporte aeróBico reduce el riesgo de demencia

Si no había razones suficientes para hacer deporte dos o tres veces a la semana, todavía hay una más: también previene el deterioro de las facultades mentales. Las personas que hacen ejercicio de tipo aeróbico regularmente (especialmente después de los 50 años) tienen un menor riesgo de desarrollar demencia. Los investigadores ahora han descubierto qué tipo de deporte funciona particularmente bien contra el deterioro mental.

Dos investigadoras de la Universidad McMaster de Hamilton (Canadá) han querido saber si el senderimo de "orientación" protege mejor que otros deportes aeróbicos contra el deterioro mental.

Para ello, encuestaron a 158 personas (77 eran hombres y 81 mujeres) de todo el mundo con una edad promedio de 48 años (el más joven de los participantes tenía 18 años y el mayor, 87 años).  114 de ellos participaban activamente en orientación, mientras que el resto de sujetos practicaban otros deportes como carrera o ciclismo.

Los participantes debían completar un cuestionario en línea que constaba de varias partes. Primero, se les pidió que proporcionaran información personal, luego llenaron un cuestionario de estrategia de navegación y otro de memoria. Los participantes de orientación debían responder a otras preguntas relacionadas con su deporte.

¿Qué es la orientación?

La orientación es un deporte que no solo es exigente físicamente, sino también mentalmente, porque los corredores tienen que orientarse por el terreno utilizando un mapa y una brújula para llegar a puntos de control establecidos.

El objetivo es recorrer los puntos de control en un orden fijo lo más rápido posible. Sin embargo, usando el mapa y la brújula, cada corredor decide por sí mismo qué ruta es la mejor o la más rápida para él. La orientación es muy popular en los países escandinavos.

Los atletas deben cambiar rápidamente entre múltiples tareas cognitivas y tomar decisiones instantáneas mientras se mueven por el terreno a velocidades vertiginosas.

Lo peculiar de este deporte es que involucra diferentes partes del cerebro para realizar una navegación activa. Los corredores tienen que procesar y ejecutar la información en tiempo real para llegar a los puntos de control lo más rápido posible.

Los orientadores logran un mejor rendimiento cognitivo

Después de analizar la encuesta, las investigadoras encontraron que los orientadores reportaron una mejor orientación espacial y mejor memoria que otros atletas de resistencia.

"Cuando se trata de entrenamiento cerebral, las demandas físicas y cognitivas de la orientación tienen el potencial de ofrecer algo más que solo el ejercicio físico", dijo la autora principal del estudio, la doctora Emma Waddington.

Según las investigadoras, la combinación de ejercicio físico y navegación puede estimular ciertas partes del cerebro que ya eran cruciales para la caza y la recolección en nuestros antepasados.

Sin embargo, a medida que usamos más y más ayudas, como los dispositivos GPS de navegación o el teléfono móvil, en nuestra vida cotidiana, esta parte del cerebro se atrofia. "La vida moderna puede carecer de los desafíos físicos y cognitivos específicos que el cerebro necesita para prosperar", dice la coautora del estudio, Jennifer Heisz. Si no navegamos activamente en la vida cotidiana, podemos perder esta arquitectura neuronal.

Practicar habilidades de orientación en la vida cotidiana

No tienes que convertirte en un orientador para protegerte contra el deterioro cognitivo. Las investigadoras recomiendan que entrenes tus propias habilidades de orientación y navegación en la vida cotidiana.

En lugar de usar tu móvil o el sistema de navegación en el automóvil, debes orientarte con un mapa o, mejor aún, confiar en tu propia capacidad para orientarte. También puedes practicar  en una carrera, una caminata o un paseo en bicicleta; solo tienes que planificar recorridos nuevos en casa y luego realizarlos sin ayuda.

Es particularmente importante porque la pérdida de orientación es uno de los primeros síntomas de demencia, como la enfermedad de Alzheimer.

Las personas  que han practicado la orientación durante años o practican sus habilidades de orientación con frecuencia en la vida cotidiana pueden protegerse mejor contra el deterioro mental.