El sistema límbico es una de las partes más “antiguas” de nuestro cerebro en términos evolutivos. De hecho, no solo los humanos lo tenemos, también se puede encontrar en peces, anfibios, reptiles y mamíferos.
A menudo recibe el nombre de “cerebro emocional” por su implicación en las respuestas emocionales. Juega también un papel crucial en la regulación de diversos procesos relacionados con el comportamiento, así como en aspectos vinculados a la memoria y la motivación.
¿Qué es el sistema límbico?
El sistema límbico es un conjunto de estructuras del cerebro interconectadas que están implicadas en nuestras respuestas emocionales y de comportamiento, en especial en lo que tiene que ver con la supervivencia.
El sistema límbico se ubica dentro del cerebro, al lado del tálamo, debajo de la corteza cerebral y encima del tronco encefálico y consta de diversos componentes, como el hipocampo, la amígdala, el tálamo o el hipotálamo, que veremos con más detalle en el siguiente apartado.
Paul Broca fue el primero que en 1878 se refirió a esta zona como “le grand lobe limbique” (el gran lóbulo límbico) y más tarde el médico y neurocientífico estadounidense Paul D. MacLean la denominó lóbulo límbico.
Una lesión o disfunción en alguna parte del sistema límbico puede derivar en diversos trastornos emocionales y de la conducta. Por otra parte, en trastornos como la esquizofrenia es habitual que haya una asimetría o pérdida de volumen de los componentes del sistema límbico.
Partes del sistema límbico
Los principales componentes del sistema límbico son el hipocampo y la amígdala:
- El hipocampo es el núcleo de la memoria de nuestro cerebro: participa en la formación y la consolidación de nuevos recuerdos y también es importante para la orientación espacial.
- La amígdala es una pequeña estructura con forma de almendra situada al lado del hipocampo que juega un papel esencial en nuestras respuestas emocionales, en especial en sentimientos como el placer, el miedo, la ansiedad y la ira. También tiene un rol importante en la formación de recuerdos con contenido emocional.
Otros componentes clave del sistema límbico son:
- El tálamo desempeña un papel importante en el procesamiento de información sensorial relacionada con las emociones y en la transmisión de la información sensorial a otras partes del cerebro.
- El hipotálamo es responsable de regular diversas funciones corporales importantes, como el hambre, la sed, la temperatura corporal, y participa en producción de importantes hormonas.
- Los bulbos olfativos se encargan de procesar la información relacionada con los olores y están estrechamente vinculados con las respuestas emocionales y los recuerdos asociados a los olores.
- El giro cingulado participa en el procesamiento de las emociones y la regulación del comportamiento y en la toma de decisiones, la empatía y las interacciones sociales.
- El fórnix es un conjunto de fibras nerviosas que conecta el hipocampo con otras partes del cerebro y permite la transferencia de información relacionada con la memoria y las emociones.
¿Qué función tiene el sistema límbico?
Aunque aún no sé conoce del todo cómo funciona el sistema límbico, los últimos avances de la neurociencia han permitido comprender mejor el papel que desempeñan las diferentes partes que componen el sistema límbico y sus numerosas conexiones.
Se sabe que el sistema límbico colabora en numerosos procesos relacionados con la cognición, como la memoria espacial, el aprendizaje, el procesamiento social y de las emociones. El comportamiento, la motivación, la memoria a largo plazo y el sentido del olfato también se relacionan con el sistema límbico.
Por otro lado, dado que el sistema límbico está vinculado al sistema nervioso endocrino y autónomo, también juega un papel importante en la reacción de nuestro cuerpo ante situaciones y entornos estresantes.
Como hemos mencionado antes, algunos comportamientos vinculados a la supervivencia también están relacionados con el sistema límbico, como los instintos de alimentación, reproducción y cuidado de los hijos, y las respuestas de lucha o huida.
El sistema límbico y las emociones
El sistema límbico (y en especial la amígdala) desempeña un papel crucial en nuestra capacidad para experimentar y responder a las emociones, formar recuerdos y tomar decisiones basadas en nuestras experiencias emocionales.
Es por ello que se conoce como el “cerebro emocional”, aunque como hemos visto, esta no es su única función.