Como norma general, solo deberíamos tirar a la basura lo que realmente no sirve para nada. Pero en realidad, en la cocina, nos deshacemos a menudo de restos útiles y a veces, de la mejor parte de los alimentos.

La piel de la patata es algo que deberíamos aprovechar porque en ella se acumulan micronutrientes esenciales como la vitamina C en mayor proporción que en el almidón que tanto apreciamos.

Por qué no deberías tirar la piel de las patatas

Lo primero que hay que decir es que la piel de la patata se come. La única precaución que tienes que tomar es vigilar que no presente manchas verdes que indican una concentración de solanina, un compuesto ligeramente tóxico.

1. Mantener bajo control el peso

La patata es rica en hidratos de carbono que aportan energía a razón de 5 calorías por gramo. Si se consumen en exceso pueden desequilibrar nuestra dieta y favorecer el sobrepeso.

Sin embargo, la piel de patata contiene una cantidad mínima de grasa y sodio. En cambio, es rica en fibra, que provoca sensación de saciedad, reduce la velocidad a la que se absorbe la glucosa y alimenta la microbiota intestinal.

Todos estos factores ayudan a controlar el peso. Por lo tanto, conviene consumir patatas enteras con moderación (se considera que 180-200 g es una ración adecuada) y siempre con la piel.

2. Mejorar la inmunidad

Las patatas tienen vitamina C, pero es cierto que esta vitamina se pierde en parte con el calor. Como no se pueden comer crudas podemos pensar que nos debemos olvidar de esta vitamina delante de una patata.

Sin embargo, una sola patata mediana, cocida con su piel, conserva y proporciona 6 mg de vitamina C, que representan el 10% de las necesidades diarias.

La vitamina C es antioxidante y su efecto se combina contras sustancias –carotenoides, flavonoides y ácido cafeico– que se encuentran básicamente en la piel y que también luchan contra los radicales libres.

3. Disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares

El contenido en fibra de la piel, junto con los compuestos antioxidantes, contribuye a la reducción de los niveles de colesterol y previene su transformación en una sustancia peligrosa.

Esta no es la única manera en que fortalece la salud del corazón. La piel también es rica en potasio, un mineral que compensa el efecto del sodio –que acostumbramos a consumir en exceso– y que regula la tensión arterial. Como es sabido, la hipertensión es el principal factor de riesgo cardiovascular.

Seguramente no habrás oído o leído nunca que la patata sea una fuente de los apreciados y cardiosaludables omega-3. Pues lo es, siempre que la comas con la piel. 200 g de patata aportan 20 mg de ácido alfalinolénico, el "padre" de la familia omega-3. No es mucho, pero en una dieta vegetal todo suma, pues las fuentes no animales de omega-3 son muy escasas.

4. Prevenir la anemia

La patata con piel es una fuente importante de hierro. 200 g proporcionan unos 12 g que representan alrededor del 75% de las necesidades diarias.

La absorción de este hierro se ve favorecida por la compañía de la vitamina C, que puedes reforzar tomando una ensalada o un postre con fruta.

En la piel también se concentra otra vitamina, la B6, que participa en la formación de los glóbulos rojos que transportan el oxígeno a todos los rincones del cuerpo. 200 g satisfacen el 24% de las necesidades diarias de esta vitamina

5. Ocultar las canas

Es probable que alguna de las recetas que más te gustan no puedan realizarse con piel. En ese caso tampoco tienes que tirarla porque la puedes aprovechar para cuidar tu piel y tu cabello.

Pocas personas saben que la piel de las patatas puede usarse para ocultar las canas, pues contiene compuestos que actúan como un colorante natural. Para elaborar un tinte natural sigue los siguientes pasos:

  • Pela cinco patatas.
  • Pon la piel en agua en una sartén y llévala a ebullición.
  • Cuando hierva, baja el fuego y cuécelas durante cinco minutos.
  • Apaga el fuego y deja que la decocción se enfríe.
  • Filtra el líquido y, ahora sí, tira la piel en el cubo de la basura orgánica.
  • Añade unas gotas de aceite esencial de sándalo y agítalo bien en un tarro cerrado.
  • Utiliza este líquido para hacer el último aclarado después de lavarte la cabeza.

6. Aclarar las manchas de la piel

Parece contradictorio, pero es cierto: la piel de la patata sirve para oscurecer las canas y también para blanquear las manchas que aparecen en la piel del cuerpo con la edad. Es una acción blanqueadora suave, gracias a los compuestos fenólicos antioxidantes.

Solo tienes que frotar diariamente las manchas con la cara interna de la piel recién cortada de las patatas. Para potenciar su efecto puedes poner antes unas gotas de limón.