En el interior de nuestra boca viven unas 500 especies distintas de bacterias. Aparecen transitoriamente después de las comidas y se eliminan con el cepillado de los dientes. Si no existe un buen cepillado las bacterias se adhieren a la superficie de los dientes y se acumula la placa bacteriana, una sustancia blanco-amarillenta y pegajosa formada por mincroogranismos y productos bacterianos, restos de alimentos y proteínas de saliva. Cuando esta placa se mineraliza recibe el nombre de sarro, cálculo dental, tártaro, etc.

El sarro se forma a partir de la placa dentaria. Si ésta no es eliminada por el cepillado, se transforma en un depósito duro, calcificado. En el sarro se encuentra un 75% de materias minerales, sobre todo cristales de calcio y de magnesio provenientes de la propia saliva. Se acumula especialmente en la zona de detrás de los incisivos inferiores y en la cara exterior de los molares superiores, que es donde desembocan las glándulas salivares. Cuando se acumula, muchas personas se preguntan cómo quitar el sarro de los dientes.

Dientes con sarro: qué es

El sarro es un depósito de placa dentaria calcificada que tiene tendencia a formarse en la unión entre el diente y la encía. La placa dentaria es una sustancia blanquecina que se adhiere a la superficie de los dientes y de las encías, producto de los restos de alimentos y de flora bacteriana.

Se distinguen dos tipos de sarro:

  • Subgingival. El que se forma debajo de la encía, de color marrón y adherido a la raíz.
  • Supragingival. El que se encuentra por encima de la encía, depositado en el cuello del diente y normalmente de coloración más clara. Los colorantes alimentarios (del té, café, regaliz, etc.) y el tabaco pueden pigmentarlo.

Si no se cepillan los dientes después de las comidas o regularmente para eliminar la placa bacteriana pueden producirse inflamaciones que hagan que la encía sangre cuando se cepillan los dientes.

La encía se separa de los dientes, enrojece y resulta dolorosa. Se producen bolsas alrededor de los dientes y la inflamación afecta a los tejidos interiores del hueso que rodea al diente. Este hueso puede atrofiarse y los dientes pueden perder soporte, moverse, infectarse y caerse.

El hecho de que el sarro se forme más o menos rápido depende de una serie de factores:

  • La calidad del cepillado. Es necesario cepillarse los dientes tras las comidas, utilizando si es preciso el hilo dental y cepillos interproximales.
  • La saliva (pH, cantidad, espesor…)
  • Factores exógenos (el tabaco y ciertos medicamentos, como los antidepresivos o antihipertensivos, que pueden inducir una disminución o supresión del flujo salivar y favorecer así la tendencia a acumular sarro).
  • Falta de piezas dentarias o dientes mal alineados que dificultan el buen cepillado.
  • Las personas que respiran por la boca tienden a tener las encías más inflamadas.
  • La alimentación. Conviene que la dieta aporte vitaminas C, D y E, así como proteínas, calcio y fósforo.
  • Dolencias sistémicas, como la diabetes, hepáticas, autoinmunes o anemias.
  • Embarazo o menstruación.

¿Cómo quitar el sarro de los dientes?

La eliminación del sarro es necesario efectuarla al menos una vez cada año, ya que el que se forma debajo de las encías puede ser dañino para el diente y las encías. Se efectúa con un aparato de ultrasonidos e instrumentos manuales. Este proceso es inocuo para el diente. Después del tratamiento la encía puede quedar un poco sensible al frío y al calor, a los ácidos y a los dulces. Esta sensibilidad puede evitarse con el uso de un dentífrico poco abrasivo.





Cómo prevenir el sarro

Para prevenir el sarro es útil:

  • Cepillarse los dientes después de cada comida.
  • Usar hilo dental para una buena higiene interdental.
  • Comer equilibradamente.
  • No fumar.
  • Es necesaria al menos una visita anual al dentista para prevenir problemas. La enfermedad periodontal es silenciosa y solo se detecta en las revisiones dentales.
  • Los enjuagues álamo negro arrastran el sarro y restos alimentarios en putrefacción de los espacios interdentales.

¿Cómo usar el hilo dental?

El hilo dental se utiliza desde finales del siglo XIX, por iniciativa de un dentista de Nueva Orleans que indicaba hilo de seda, para eliminar los restos de alimentos y de placa bacteriana.

Cuando a mediados del siglo pasado se descubrió el nailon, mucho más resistente y elástico, se generalizó su uso en la fabricación de hilo dental, como sustituto de la seda.

En España, no obstante, frecuentemente se denomina seda dental aunque esté fabricado con nailon o plástico.

El cepillado limpia las caras externas e internas, y la superficie masticatoria, pero no las zonas de contacto entre dientes, donde el hilo ejerce su acción.

Su uso es tan importante que existe un verbo en inglés, to floss, que significa "pasar el hilo entre los dientes".

La técnica requiere cierta práctica. Lo ideal es que el dentista o higienista dental te explique cómo utilizarla.

  1. Se cortan unos 50 cm de hilo.
  2. Se enrollan alrededor de los dedos medios, dejando unos 2-3 cm entre ambos
  3. Se tensa con los dedos pulgar e índice de cada mano.
  4. Se pasa entre los dientes, con cuidado de no herir la encía. Esto se hace entre todos los dientes y también en las paredes posteriores de los últimos molares.

Si las encías sangran puede ser signo de que es necesaria una higiene dental profesional, o de que no se usa el hilo con suavidad. Un dentista puede revisarlo para asesorarte sobre el cepillo más adecuado para ti.

¿Cuál es el tipo de hilo dental más recomendable?

Existen varios tipos de hilo dental en el mercado:

  • Con cera, para pasar más fácilmente entre los dientes. Es el más aconsejable.
  • Sin cera. Además de ser más trabajoso hacerlo pasar por el espacio interdental, si el hilo dental se deshilacha puede existir una caries, sarro, empastes o prótesis mal ajustadas, por lo que es preferible evitar este riesgo.
  • Cinta dental, más ancha, recomendada para grandes espacios interdentales.
  • Enhebradores de hilo dental, para limpiar debajo de los puentes o en el caso de llevar ortodoncia fija.

¿Por qué es mejor el hilo dental que los palillos?

Si no se va a usar hilo dental, o si hay algún elemento atrapado entre dos piezas, es muy recomendable el uso de pequeños cepillos interdentales para limpiar entre los dientes.

Ejercen la función de los palillos tradicionales y deberían sustituirlos pues los palillos crean un efecto de palanca y si son de madera puede romperse en astillas, incurriendo en todos los problemas ya mencionados en caso de que el hilo dental deje residuos entre los dientes, además de poder clavarse en la encía, produciendo heridas e infecciones.