Los síntomas del reuma o artritis reumatoide en fase inicial no se reconocen de inmediato. Al principio la persona afectada puede sufrir síntomas poco visibles como cansancio, pérdida de apetito o fiebre leve. Es difícil hacer un diagnóstico correcto en esta etapa de la enfermedad.

Cuando surgen síntomas más específicos, el diagnóstico es más fácil de hacer. Tan pronto como el paciente se queja de articulaciones calientes, hinchadas o enrojecidas y articulaciones rígidas por la mañana, el médico puede sospechar que se trata de una artritis.

Una enfermedad reumática puede diagnosticarse sin lugar a dudas cuando el reumatismo afecta a varias articulaciones durante un período de tiempo más prolongado. Las mujeres tienen tres veces más probabilidades de sufrir inflamación crónica de las articulaciones que los hombres.

¿Qué es la artritis reumatoide?

La causa de la multitud de enfermedades reumáticas aún no se comprende con claridad. Actualmente se asume que el reumatismo es una de las llamadas enfermedades autoinmunes. Esto significa que el sistema inmunitario ataca los tejidos del propio cuerpo como si fueran una amenaza. El resultado es una inflamación más o menos severa de las articulaciones.

El cuerpo recibe señales a través de las células inmunitarias, especialmente en las articulaciones, para tomar medidas defensivas y producir sustancias inflamatorias. Como resultado, la membrana se engrosa excesivamente, lo que puede conducir con el tiempo a la destrucción de cartílagos, huesos y ligamentos.

Ahora se asume que la probabilidad de padecer enfermedades reumáticas es hereditaria y que las influencias ambientales nocivas y el uso excesivo de estimulantes, entre otros factores, contribuyen significativamente a la aparición de la enfermedad.

La estrategia nutricional para prevenir o tratar los síntomas de artritis es evitar los productos inflamatorios y elegir los alimentos naturales con propiedades antiinflamatorias para confeccionar los menús.

Qué comer contra la artritis: más frutas y verduras

Come frutas (de 2 a 4 piezas diarias) y muchas verduras todos los días. Los antioxidantes de base vegetal ralentizan la actividad inflamatoria.

Intenta ir variando y no consumas siempre los mismo alimentos. Puedes preparar batidos, hacerte una colorida ensalada de verduras crudas o cocinar las verduras al vapor. No te conformes con dos o tres de tus variedades favoritas, utiliza todo lo que el mercado semanal te puede ofrecer.

Tomar suficientes vitaminas protege las articulaciones

Asegúrate de que consumes suficientes vitaminas. En el caso de la artritis, el suministro de vitaminas B1 y B6, así como de vitaminas E y A, es fundamental. También debes vigilar el magnesio, el cobre y el selenio.

La vitamina E la encontrarás en los aceites vegetales virgen extra, en los frutos secos y las semillas. La vitamina A puedes conseguirla en forma de betacaroteno, que abunda en los vegetales de color amarillo, anarajando y verde. Las vitaminas del grupo B y los minerales se encuentran en las legumbres, los cereales integrales y los frutos secos.

Conviene comer poca o ninguna carne

El ácido araquidónico que se encuentra en la grasa de origen animal favorece los procesos inflamatorios. Para no descuidar la ingesta de proteínas, debes cambiarte a fuentes de proteínas vegetales, como pueden ser las legumbres (soja, garbanzo, lenteja), los frutos secos sin sal y los cereales integrales.

Eligir grasas ricas en omega-3

Los ácidos grasos omega-3 actúan como antagonista del ácido araquidónico promotor de la inflamación. El pescado azul y en menor medida el blanco son fuentes principales de omega-3, pero también puedes encontrar en abundancia este grupo de nutrientes en las semillas de lino y chía y en las nueces.

Mezcla especial contra la inflamación

Obtén una verdadera poción antiinflamatoria mezclando cúrcuma, pimienta negra y aceite de oliva virgen extra crudo. La curcumina, el ingrediente de la cúrcuma tiene potentes efectos antiinflamatorios. El cuerpo puede absorberlo aún mejor gracias a la pimienta y el aceite de oliva, que además aporta buenas grasas insaturadas. Esta mezcla, además, le dará una buena dosis de sabor a un montón de platos que hayas preparado.

Ayuda natural para el reumatismo y el dolor crónico

Además de la dieta adecuada, también puede ayudarte contra el reumatismo una crema natural. Las cremas activas de cannabis contienen el valioso cannabidiol (CBD). Este principio no es tóxico ni adictivo, al contrario, este tipo de cremas son muy bien toleradas, siempre que su composición sea natural (buscar productos con una certificación ecológica o natural).

Las cremas de cannabis refrescan y proporcionan aceites esenciales, como el aceite de cannabis, para una sensación corporal revitalizante. Tan pronto como se masajea, todo el cuerpo se relaja y surge una sensación liberadora. Además se pueden emplear a largo plazo. Las crema son adecuadas tanto para uso cuando el dolor es agudo como diariamente.