El herpes genital es una infección de transmisión sexual que puede causar ampollas o úlceras dolorosas en la zona genital. Es un virus que queda latente en el cuerpo y puede reactivarse posteriormente, algo que es más frecuente cuando las defensas están debilitadas. 

Los herpes forman una de las familias víricas que comparten con nosotros la vida. El nombre herpes significa en griego "reptar" y se llama así por la forma de reptil o culebra que adquieren las pequeñas lesiones que provoca el herpes zoster sobre la piel. Es por ello que este virus también se conoce como culebrilla.

Cuando afecta a la zona genital, los síntomas son parecidos y pueden darse tanto en hombres como en mujeres. Aquí veremos sus posibles causas, síntomas específicos y cómo tratarlo de forma natural.

Herpes genital: qué es y qué lo causa

El herpes genital es una infección de transmisión sexual (ITS). Muchas personas infectadas no presentan síntomas de la infección o presentan síntomas mínimos.

El virus del herpes es un importante patógeno humano, que puede provocar desde infecciones leves hasta otras más graves a lo largo de toda la vida. Hay dos tipos: el virus del herpes simple 1 (VHS-1), que causa principalmente el herpes oral o labial, y el virus del herpes simple 2 (VHS-2).

En el caso del herpes genital el virus causante de la infección suele ser el virus del herpes simple 2 (VH-2), aunque también puede causarlo el VHS-1.

La función del sistema inmunitario tiene un papel importante tanto en la gravedad de la enfermedad como en la frecuencia de su recurrencia y son las personas con inmunodeficiencia las que tienen más riesgo de complicaciones.

Herpes genital: síntomas

Aunque muchas personas no presenten síntomas, cuando sí que se manifiesta, el herpes genital suele hacerlo en forma de una o más ampollas en los genitales o el recto (o alrededor de ellos) que se rompen formando úlceras dolorosas (llagas). Una vez que se presentan, esas llagas pueden tardar de dos a cuatro semanas en curarse.

Semanas o meses después del primer brote, puede presentarse otro, casi siempre es menos intenso y de más corta duración.

A pesar de que el virus permanece en el organismo de forma indefinida, la cantidad de brotes tiende a disminuir a medida que pasan los años.

¿Cuánto tiempo pasa entre el contagio y la aparición de síntomas?

El primer brote de herpes genital ocurre generalmente dentro de las dos semanas siguientes a la transmisión del virus y las llagas se curan típicamente en dos a cuatro semanas.

Sin embargo, también puede ocurrir que el virus se manifieste por primera vez tiempo después del contagio, debido a una bajada de las defensas.

¿Cómo se diagnostica el herpes genital?

El herpes genital se puede diagnosticar mediante varios métodos, que incluyen el examen físico, pruebas de muestras y análisis de sangre.

En el diagnóstico por laboratorio, los resultados deben interpretarse con precaución y junto con los síntomas que presenta la persona. Se miden los anticuerpos y se analiza el ADN del virus.

A veces, no obstante, puede ser difícil distinguir entre una infección latente o activa; los motivos pueden ser los siguientes:

  • Una persona infectada por el virus varicela-zóster (VVZ) seguirá albergando el virus una vez que los síntomas hayan desaparecido. El virus se puede reactivar de manera intermitente, liberando pequeñas cantidades del virus hacia los distintos fluidos del organismo, pero a menudo sin ocasionar síntomas.
  • En personas inmunosuprimidas o en bebés, la producción de anticuerpos frente a la infección puede ser débil y los niveles de IgM y de IgG pueden ser menores a los habituales, a pesar de estar pasando una infección activa por VVZ.
  • También es posible que no haya suficiente cantidad del virus en la muestra obtenida para el estudio, en estos casos la prueba será negativa.

Prevención y tratamiento del herpes genital

Para evitar la reactivación del virus, lo principal son los buenos hábitos de alimentación, ejercicio o reposo. En lo que respecta al tratamiento del herpes, hay que aclarar que el mejor es el que proporciona el propio cuerpo (y aun así puede haber recidivas).

Con los tratamientos farmacológicos, muchas personas creen que una vez han pasado los síntomas ya están curadas y no entienden que pueden seguir contagiando y teniendo recidivas.

Dieta para mejorar el herpes genital

Una dieta rica en lisina y pobre en arginina se ha convertido en una recomendación común para ayudar a disminuir la recurrencia de las infecciones por VHS

Estudios in vitro indican que el virus necesita proteínas ricas en arginina para su replicación. En cambio, la lisina tiene efectos antivirales al bloquear la actividad de la arginina.

En un estudio de 52 personas con VHS oral y genital recurrente, se asignó a los pacientes para que recibieran 1g de L-lisina tres veces al día o placebo. También se suprimieron los frutos secos, el chocolate y la gelatina (alimentos ricos en arginina).

Después de 6 meses, el 74% de los pacientes que recibieron la L-lisina indicaron que el tratamiento era eficaz o muy eficaz, frente al 28% de los que recibieron placebo. El número medio de brotes fue de 3,1 en el grupo que recibió lisina en comparación con un 4,2 en el grupo que recibió placebo.

Sin embargo, otros estudios han mostrado resultados mixtos, aunque una explicación podría ser que se utilizaron dosis inadecuadas de lisina.

Siempre es mejor aumentar la lisina y reducir la arginina mediante el consumo de alimentos integrales. Entre los alimentos ricos en lisina están las legumbres o los frijoles; y  entre los alimentos ricos en arginina que conviene reducir o evitar encontramos el chocolate, el maní, las almendras, las nueces de la India, las semillas de girasol o la  gelatina.

Remedios naturales para aliviar los síntomas

Más allá de las medidas de prevención y los cambios en la alimentación que podamos adoptar para fortalecer al organismo y evitar la aparición o agudización de los brotes, los síntomas pueden ser muy molestos y dolorosos, por lo que conviene conocer algunas medidas y remedios naturales a los que se puede recurrir.

Estas medidas pueden ayudar a aliviar los síntomas del herpes digital:

  • Los baños de sal (una cucharadita en 600 ml de agua) para lavar el área genital pueden calmar y secar las lesiones.
  • Si las lesiones son muy dolorosas, pueden ayudar analgésicos simples como el hielo o las cremas (con moderación y solo para el alivio del dolor, ya que pueden retrasar el secado).
  • Una buena higiene de la zona usando infusiones añadidas al agua. Pueden ser de camomila, caléndula o malvavisco en baños de asiento. También lociones de ortiga (Urtica urens) diluida al 10% o menos.
  • Aplicaciones tópicas de aceite de hipérico, aceite de menta y aceite de melisa.
  • La ropa interior floja y de algodón puede ayudar a minimizar la molestia y permitir la curación.
  • Si hay dolor intenso al orinar, puede ayudar hacerlo en contacto con un baño frío o tibio. Es aconsejable beber gran cantidad de líquidos para diluir la orina.

Cómo evitar el contagio del herpes genital

El uso adecuado y habitual de condones de látex puede reducir el riesgo de adquirir el herpes genital. La manera más segura de evitar el contagio de infecciones de transmisión sexual, incluido el herpes genital, es abstenerse del contacto sexual sin protección o tener una relación duradera y mutuamente monógama con una pareja que se haya hecho las pruebas y no está infectada.

Las personas con herpes deben abstenerse de tener relaciones sexuales cuando tengan lesiones u otros síntomas. También deben evitar el contacto bucogenital, ya que el herpes genital puede ocasionar lesiones bucales (y viceversa).