En los últimos años el interés por la risa y por sus aplicaciones terapéuticas ha experimentado un enorme auge y hoy el humor forma parte de nuevos métodos para tratar el estrés, los traumas, el dolor y toda clase de patologías.

Siempre se ha intuido que la risa contribuye a la recuperación de los enfermos, pero cada vez más estudios ponen de manifiesto la relación directa que existe entre el humor y la salud. Numerosos estudios indican que no solo la risa natural ayuda:  inducirla –mediante técnicas de risoterapia– ayuda a mantener la buena salud e incluso sonreír sin darte, ante determinados estímulos cuenta favorece tu buena salud, dice un reciente estudio. 

Beneficios de reír para la salud

El humor es un mecanismo biológico de supervivencia desarrollado para enfrentarse a todo lo que nos niega la vida, "es la capacidad de ver los contrastes y de buscar el lado positivo y creativo de cualquier situación, y por tanto involucra a la inteligencia".

Se descubre ahora cómo la risa protege y revitaliza incluso desde un punto de vista fisiológico, y cómo está vinculada al sistema inmunitario.

1. La risa disminuye las hormonas del estrés

"La risa puede tener un efecto beneficioso que promueve la salud de los vasos sanguíneos", dice el doctor Brett Carroll, director de medicina vascular en el Centro Médico Beth Israel Deaconess, hospital universitario de la Universidad de Harvard.

Carroll explica que al reír el cerebro segrega endorfinas, que estimulan el revestimiento interno de los vasos sanguíneos, lo que a su vez a óxido nítrico, una molécula que relaja las arterias y reduce la tensión arterial.

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Reír se parece a meditar

Al mismo tiempo, la risa ayuda a reducir la producción de hormonas del estrés, incluidos el cortisol y la adrenalina, que nos ponen en estado de alerta y contraen los vasos sanguíneos, lo que aumenta los riesgos de hipertensión arterial, accidente cerebrovascular y ataque cardiaco.

2. la risa Estimula el sistema inmunitario

La risa estimula el sistema inmunitario al aumentar la cantidad de células productoras de anticuerpos y el número de las denominadas "células asesinas naturales (NK)", un tipo de linfocito que se encuentra en la sangre.

3. ¡Reír adelgaza!

Además colabora en el control del peso corporal porque reduce el cortisol, una hormona que se sabe que conduce al aumento de peso. Una investigación publicada en el International Journal of Obesity ha probado que la risa puede quemar calorías.

Los investigadores dividieron a un grupo de 45 participantes en dos grupos, la mitad de los cuales vieron clips de películas cómicas durante 10 minutos, y la otra mitad vio otros clips no humorísticos. Los participantes de ambos grupos estaban conectados a un calorímetro que medía el gasto energético y la frecuencia cardíaca. Determinaron que los que se rieron durante la visualización quemaron hasta 10 calorías en 10 minutos, en comparación con los que no rieron y no quemaron calorías.

4. Reír protege el corazón

Una buena y prolongada carcajada provoca un aumento de la frecuencia cardíaca, del ritmo respiratorio y del consumo de oxígeno, de manera similar a como lo haría una sesión de ejercicio. Un estudio publicado en el International Journal of Humor Research encontró que una sesión de risa de media hora puede tener los mismos beneficios que una actividad física.

5. La risa tiene efecto analgésico

La risa puede ser tan buena como algunos analgésicos para el dolor, algo que los primeros médicos parecían comprender. En el siglo XIV, el cirujano francés Henri de Mondeville usó el humor para distraer a los pacientes del dolor de la cirugía y ayudarlos durante la recuperación.

Investigaciones más modernas han descubierto que los participantes que ven vídeos de comedia necesitan menos analgésicos. En un estudio publicado en Proceedings of the Royal Society, se halló que la risa es capaz de hacernos más resistentes al dolor. Los autores sugieren que "estos resultados se pueden explicar por la acción de las endorfinas liberadas por la risa".

Consejos para reírse más y mejor

Los expertos coinciden en que el sentido del humor es un "músculo" que necesita ejercicio. Todos nacemos con él pero se ha de desarrollar.

  1. Controla el estrés. El humor requiere una inteligencia despierta, saber observarlo cuando ocurre. Y para eso hace falta tiempo. La prisa no nos dejan apreciar el lado cómico de la vida.
  2. Sé más espontáneo. Las fiestas y las reuniones informales con amigos, familia, pareja o compañeros fomentan la risa. La mayoría de gente piensa que no es graciosa ni tiene sentido del humor pero en realidad solo necesita oportunidades para potenciar su lado más creativo y espontáneo. Hay que recuperar la capacidad de juego y rescatar al niño que llevamos dentro, cuidando un humor respetuoso con los demás.
  3. Practica con chistes. La primera vez que se explica un chiste o anécdota divertida no se suele resultar muy gracioso. Con la práctica, la expresión mejora notablemente. Los gestos ayudan a reír.
  4. Ríete de ti mismo. Con gravedad y trascendencia es difícil ponerse en marcha. No hay que tomarse tan en serio, Para empezar, basta con mirarse al espejo por la mañana, hacerse unas muecas y sonreír sin miedo al ridículo,
  5. Acércate a los niños. Son los mejores maestros. Junto a ellos se puede redescubrir la risa y volver a un vocabulario más directo y natural.
  6. Alimenta tu humor. Colecciona anécdotas, viñetas cómicas o chistes graciosos. Recuerda momentos que te hayan hecho reír y anota todo que te resulte divertido. Escoge ver películas de risa. No se trata de abstraerse de los problemas del mundo sino de dejar espacio al humor.

Referencias científicas: