Los fideos de verdura, como los cada vez más famosos espagueti de calabacín, son uno de los mejores trampantojos que podemos hacer. En lugar de pasta usamos la verdura cortada en forma de espaguetis o tallarines, lo que nos sirve para introducir mucha más verdura en nuestro día a día, más fibra y, además, nada de gluten, en el caso de las personas que evitan tomarlo.

Por eso las hemos incluido como recurso en el menú semanal descargable de hoy, repleto de hortalizas. Más abajo encontrarás más información sobre este menú y las recetas de espagueti y otras pastas de verdura que se proponen.

  • Puedes descargarte el menú semanal vegano con recetas de "pasta" de verduras aquí.

Una de las mejores cosas de esta "pasta" de verduras, que a menudo se consume cruda, es que la podemos hacer también con otra hortaliza que empieza la temporada antes: la remolacha. La remolacha cruda tiene un sabor fuerte y una textura muy dura, y esto último la hace perfecta tanto para convertirla en tallarines como para hacer un vistoso y saludable carpaccio.

A los espaguetis de calabacín también se les llaman zoodles, una palabra que nace de unir zucchini, calabacín en inglés americano, con noodle, tallarines. Así de famosos se han vuelto en algunos tipos de cocina que tienen su propio vocablo.

Cómo hacer espaguetis de calabacín u otras pastas con verduras

Cada vez tenemos más gadgets de cocina para transformar las verduras de formas originales y hacer estas clases de "pasta". Así, para hacer los espaguetis de verduras podemos utilizar un pelador, aunque lo mejor es un espiralizador.

Los hay ya de muchos tipos y nos permiten conseguir espaguetis del mismo grosor. Si los queremos largos, os recomiendo usar un calabacín lo más grueso posible. Puedes guardar la parte que no quieras o convertirla en tallarines para otra receta.

Pero también podemos usar espiralizadores que tienen varias medidas y nos recrean unos parpadelle. Y con la mandolina podemos cortar una remolacha en láminas y usar las más grandes a modo de placas de lasaña circulares, en vez de láminas de calabacín alargadas, que funcionan muy bien con los típicos rellenos. Así podemos hacer recetas tanto en crudo como al horno.

De hecho, en muchas recetas vas a poder elegir si consumir estas "pastas" crudas o cocinadas. Si nos decantamos por consumirlas crudas tendremos algunas ventajas:

  • Mantenemos todos los nutrientes que desaparecen con el calor.
  • Es una forma interesante de cumplir con el requisito de consumir verdura fresca en crudo de forma diaria sin necesidad de que sea siempre una ensalada.
  • Al estar cargadas de agua, en especial el calabacín, nos ayudan a hidratarnos.
  • Nos dan mucho juego por la textura crujiente.

Sin embargo, cocinar la "pasta" de verduras tiene también sus ventajas:

  • Podemos elegir cocinarla al wok, escaldarla e incluso hornearla y gratinarla con queso vegano. De esta forma, la haremos más digestiva.
  • En el caso de la remolacha, que es especialmente dura y que tiene un fuerte sabor en crudo, les será más amable de comer a muchos.

Recetas con "pasta" de verduras para tu menú semanal rico en crudos

Tomar vegetales crudos a diario es importante, y los espaguetis de verduras nos ayudan a añadir una buena cantidad. Si decides tomarlos cocinados, recuerda acompañar alguna de las comidas con una buena ensalada de hortalizas.

En el menú semanal de hoy encontrarás estas "pastas" de verduras como recurso a lo largo de la semana. No es un menú sin gluten ni un menú solo de crudos, pero te dará ideas para reducir la cantidad de gluten de tus menús y, a la vez, introducir abundante verdura cruda o ligeramente cocinada de formas diferentes y originales.

Aprovecha las frutas de temporada como tentempié y como ingrediente estrella de tus ensaladas y buddha bowls, especialmente en aquellas de hojas verdes y brotes.

En primavera, la temporada frutas de hueso nos trae nísperos, albaricoques y melocotones, también cerezas. Aprovecha el punto álgido de los que tengan las temporadas más cortas para hacer compota casera y alargar más el disfrute.

Entre las ideas de platos propuestas en el menú semanal encontrarás estas recetas de espagueti de calabacín al wok, de tallarines de zanahoria y remolacha, y unos raviolis de calabacín.

1. Wok de espaguetis de calabacín

Los típicos tallarines de verduras, pero esta vez utilizando el calabacín como pasta. Puedes utilizar las hortalizas de temporada que tengas y cambiar la proteína vegetal. Le va bien el tofu marinado, el tempeh a la plancha y el seitán marcado.

Ingredientes para dos raciones:

  • 1 calabacín grande y grueso
  • 200 g de col china
  • 80 g de soja texturizada de grano medio en crudo
  • 1 cebolla blanca
  • 2 dientes de ajo
  • 2 cucharadas de tamari
  • 3 cucharadas de aceite de oliva
  • 1 puñado de cacahuetes tostados
  • cebollino picado
  • agua
  • mezcla de especias asiáticas al gusto para la soja texturizada (opcional)

Preparación:

  1. Colocamos la soja texturizada en un recipiente con agua caliente y la rehidratamos hasta que esté blanda, durante el tiempo que necesite. Comprueba el tiempo o si ha de ser hervida en el paquete.
  2. Una vez tenga la textura deseada, la escurrimos bien, presionándola para que expulse todo el líquido. Añadimos una cucharada de aceite de oliva y una de tamari a la soja escurrida, y las especias de tu elección, y dejamos que repose todo mezclado.
  3. Lavamos el calabacín y lo pasamos por el espiralizador, obteniendo los espaguetis de verduras. Reservamos. Cortamos en juliana el sobrante del calabacín.
  4. Pelamos y cortamos la cebolla en medias lunas, lavamos bien y cortamos finamente la col china, y pelamos y fileteamos los ajos.
  5. En un wok o sartén muy alta, calentamos el aceite y marcamos la soja texturizada. Cuando haya cogido color, añadimos los ajos.
  6. Pasados unos minutos, añadimos el resto de la verduras, incluyendo la pasta de calabacín, y unas cucharadas de agua y salsa de soja. Colocamos la tapa durante unos minutos para que la verdura quede cocinada, pero al dente.
  7. Después cocinamos a fuego fuerte, ya sin tapa, sin dejar mover la sartén con el mango, hasta que no haya líquidos.
  8. Servimos caliente y decoramos con los cacahuetes y el cebollino picado.

2. Tallarines de zanahoria y remolacha con salsa de almendras

Las salsa de este estilo te sirve para la pasta convencional, la pasta de verduras en crudo o escaldada y también, si la espesas, para acompañar cortes de carne vegetal.

Ingredientes para dos raciones:

  • 2 zanahorias grandes
  • 1 remolacha grande
  • 60 g de harina de almendras
  • 200 ml de bebida de avena sin azúcar o agua
  • 2 cucharadas de levadura nutricional
  • 2 cucharadas de semillas de cáñamo
  • 1 cucharadita rasa de ajo en polvo
  • 1 cucharadita rasa de albahaca
  • una pizca de pimienta
  • sal

Preparación:

  1. Lavamos bien las zanahorias y remolacha. Retiramos los tallos y guardamos las hojas para ensaladas o pesto vegetal.
  2. Las pelamos y las espiralizamos. Podemos usar diferentes tamaños para hacerlo más divertido. Si no queréis consumirla sin cocinar, podéis escaldar la remolacha y la zanahoria ya hecha espaguetis, escurrirla y colocarla en un bol con agua y hielo para parar la cocción. Reservamos la pasta vegetal.
  3. En un cazo, calentamos la bebida de avena sin azúcar y añadimos la harina de almendras, la levadura nutricional y las especias. Reducimos hasta que tenga una buena textura y apagamos el fuego.
  4. Introducimos la pasta y la mezclamos con la salsa, aprovechando el calor residual para que se cocine ligeramente si estaba en crudo.
  5. Servimos aún caliente con las semillas de cáñamo por encima.

Puedes hacer la salsa con una leche vegetal casera de almendras o anacardos, sin necesidad de usar la harina de almendras si quieres consumirla en versión crudivegana.

3. Raviolis de calabacín

Los ravioles de calabacín son también un plato de pasta de verduras. En este caso, no usaremos un espiralizador, sino la mandolina.

Los rellenos de este tipo de plato son muy diversos y quedan muy bien tanto en crudo, por el crujiente, como gratinados al horno. El acabo final lo eliges tú.

Ingredientes para 2-3 raciones:

  • 2 calabacines grandes
  • 250 g de tofu blando
  • 250 g de espinacas frescas
  • 1 puñado de anacardos
  • queso vegano para gratinar
  • 1 puñadito de hojas de albahaca
  • 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • sal

Preparación:

  1. Prensamos el tofu para escurrir todo el líquido posible. Cuando esté bien escurrido, lo desmigamos.
  2. Picamos los anacardos u otro fruto seco que nos guste, lavamos y picamos las hojas de albahaca, lavamos bien las espinacas, retirando los tallos muy gruesos, y lavamos bien los calabacines y cortamos las puntas.
  3. En una sartén, colocamos un par de cucharadas de aceite de oliva y salteamos las espinacas con los anacardos con una pizca de sal.
  4. Mezclamos el tofu con las espinacas salteadas y le añadimos la albahaca fresca picada.
  5. Con la mandolina cortamos el calabacín en lonchas muy finas, descartando la superior y la inferior para este plato.
  6. Escaldamos las láminas de calabacín en agua hirviendo durante un par de minutos para que se ablanden y sean más manejables.
  7. Para cada ravioli necesitaremos dos lonchas de calabacín. Ponemos una loncha encima de la otra haciendo una cruz, ponemos una cucharada de relleno, y cerramos el ravioli.
  8. Colocamos los ravioli en un bandeja de horno, esparcimos el queso vegano al gusto y gratinamos durante unos 5 minutos, hasta que el queso esté fundido o tenga color. Recuerda que el queso vegano no siempre se funde como el queso de origen animal.
  9. Servir aún caliente.

Encontrarás las tres recetas en el menú semanal vegano que puedes descargarte al principio de este post.

Si te gusta la idea de hacer pasta de ravioli solo con verdura, puedes probar también estos ravioli raw de remolacha de Javier Medvedovsky.