El jengibre tiene múltiples propiedades conocidas, como la de mejorar la digestión, por su efecto carminativo, o las de ser un buen aliado antiinflamatorio y un buen antioxidante. Sus características medicinales son bien conocidas, con una larga historia de uso en países como India y China, de donde es originario. Lo que también hace el jengibre es ayudarnos a entrar en calor, lo que resulta especialmente útil en esta época de frío.

Aquí encontrarás consejos e ideas para incluir el jengibre en tu cocina, tres prácticas recetas con jengibre perfectas para tu día a día y un completo menú semanal de invierno para entrar en calor en el que no faltará, por supuesto, el jengibre.

  • Puedes descargarte el menú semanal aquí.

Cómo usar el jengibre

El jengibre tiene un sabor peculiar, picante y algo dulce, que lo hace muy valorado para condimentar numerosas recetas, haciendo muy buen equipo con la cúrcuma. Es muchos tipos de curry es un ingrediente indispensable.

Una de las formas de tomar el jengibre más habituales es en infusión o también en algunas preparaciones de té, como en el chai masala que hacen en la India. Es también un ingrediente habitual de los lattes vegetales, especialmente aquellos que aúnan alimentos antiinflamatorios.

Sin embargo, el jengibre nos puede servir para mucho más, como para aromatizar purés, cremas y guisos.

Esta es la forma más práctica de utilizarlo en cada caso:

  • Si compras la raíz, puede utilizarla directamente para una infusión en rodajas. También entero para un batido, ya que al triturar todo es comestible (también la piel).
  • En otras recetas hay que rallarlo. Para hacer esto, son de gran ayuda unos ralladores específicos para jengibre, que solo nos dejarán el líquido y una pequeña parte de fibra.
  • También tenemos la opción de utilizar jengibre en polvo, aunque debemos tener en cuenta que esta presentación está concentrada.

Es posible que hayas comprado jengibre alguna vez, hayas utilizado un par de rodajas para infusionar, o para un batido, y se te haya quedado el resto en la nevera hasta tener que tirarlo. Es algo que ocurre muchas veces con los alimentos que introducimos por primera vez en nuestra alimentación o que, aunque usemos de vez en cuando, no son habituales.

Mi recomendación en este caso es utilizar jengibre en polvo, una buena opción ya que la caducidad es muchísimo más larga, no necesita refrigerarse y conserva perfectamente la mayor parte de nutrientes.

3 recetas con jengibre fáciles y saludables

Estas tres recetas incluyen jengibre de diferentes formas, en fresco o molido. Son recetas prácticas: un puré de manzana y jengibre que podrás añadir tanto a recetas dulces como saladas; un pesto con jengibre para tus platos de pasta, ensaladas y bocadillos; y unos socorridos garbanzos con jengibre con un suave toque picante.

Las tres recetas están incluidas en el menú semanal descargable para entrar en calor que encontrarás más abajo.

Receta de puré de manzana con jengibre
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1. Puré de manzana y jengibre

Los purés de manzana son una forma excelente de añadir especias como el jengibre, la canela o la nuez moscada a nuestra dieta. Nos sirven para acompañar recetas dulces, como bizcochos, brownies o helados, pero también quedan bien con plato salados.

Muy recomendables para carnes vegetales al horno, como acompañamiento, también junto a otros purés como el de patata, yuca o boniato.

Ingredientes:

  • 1kg de manzana de variedad dulce
  • 100 ml de zumo de limón
  • 200 ml de agua
  • 1 cucharadita rasa de jengibre molido
  • 1 cucharadita rasa de canela
  • 1 pizca de sal
  • 40 - 80 g de panela para recetas dulces (opcional)

Preparación:

  1. Pelamos las manzanas y las descorazonamos. Las cortamos en gajos y después a medios o en cubos medianos.
  2. Colocamos todos los ingredientes en un cacito y cocinamos a fuego bajo, removiendo constantemente para que no se pegue.
  3. Apagamos el fuego cuando la manzana esté deshecha y tritura si quieres una textura fina, aunque puedes dejarlo también tal cual.
  4. Vertemos el puré en un recipiente de cristal y dejamos que se atempere si lo vamos a guardar en la nevera o en el congelador.
  5. Se puede servir frío o caliente.

Esta receta es mucho más sencilla aún si tenemos un robot de cocina, ya que estos suelen tener una velocidad específica para cremas y purés.

Receta de pesto con jengibre
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2. Pesto con jengibre

Esta salsa estilo pesto, con ingredientes 100% vegetales, no es solo para la pasta; también os irá genial para la pizza, las ensaladas y los bocadillos. Puedes alargar más en el caso de las ensaladas o usarla estilo untable, en poca cantidad, con el pan.

Como vamos a triturarlo todo, podemos usar un trozo de jengibre directamente; de otra forma, poner una cantidad pequeña de jengibre en polvo.

Ingredientes:

  • 1 puñadito de hojas de albahaca fresca
  • 40 g de piñones
  • 80 ml de aceite de oliva virgen
  • 1 o 2 rodajas de un dedo de grosor de jengibre
  • 1 cucharadita de postre rasa de pimienta negra molida
  • 1 diente de ajo
  • 1 pizca de sal

Preparación:

  1. Limpiamos bien las hojas de albahaca.
  2. Trituramos todos los ingredientes juntos, de modo que quede una pasta untuosa. Si nuestra batidora no puede con tantos ingredientes añadimos agua de la cocción de la pasta en pequeñas cantidades cada vez; el agua de cocción de la pasta tiene el almidón de esta y nos ayuda a aligerar el pesto.
  3. Conservamos la parte que no vayamos a utilizar en la nevera, en un tarro de cristal, con una capa fina de aceite de oliva por encima.

Receta de garbanzos con acelgas al jengibre
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3. Garbanzos al jengibre

Los platos de cuchara tienen un sabor característico según la zona, ya que hay especias y combinaciones específicas de cada parte del mundo.

Ingredientes:

  • 500 g de garbanzos cocidos
  • 200 g de acelgas o espinacas
  • 100 ml de leche vegetal de soja o avena sin azúcar
  • 1 cebolla blanca
  • 200 g de pimientos asados o escalivados
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 1 cucharadita de comino en polvo
  • 1 cucharadita de jengibre molido en polvo
  • sal y pimienta al gusto
  • patata al vapor, mejor cocida del día anterior y enfriada para aprovechar su efecto prebiótico (opcional)

Los pimientos asados y los garbanzos pueden ser envasados si no tienes tiempo de hacerlos en casa.

Preparación:

  1. Trituramos los pimientos con la leche vegetal y las especias.
  2. Pelamos la cebolla y la picamos.
  3. En una olla, doramos la cebolla con el aceite de oliva. Añadimos la mezcla de la leche vegetal con los pimientos triturados y dejamos que reduzca un poco.
  4. Bajamos el fuego y añadimos los garbanzos cocidos y las acelgas, limpias y ya cortadas en tiras muy finas. Las hojas de las acelgas se hacen mucho más rápido que las pencas, así que se pueden introducir al final de la cocción si se quieren más enteras. Si son espinacas, siempre al final de la cocción.
  5. Apagamos el fuego cuando esté todo bien cocinado, removiendo si es necesario, y dejamos que repose con la tapa puesta. Sería el momento de añadir las patatas.
  6. Servimos caliente.

Menú semanal vegano para entrar en calor

Esta semana hemos preparado un menú vegano descargable ideal para cuando hace frío. Nos ayudaremos del picante para ayudarnos a entrar en calor, pero como no todo el mundo está acostumbrado al picante, y además hay diferentes tipos de picantes e intensidades, lo haremos optando por opciones de picante suaves.

Seguramente, uno de los picantes más sencillos de tolerar sea el del jengibre. Además, es fácil de introducir en nuestro día a día, a través de las infusiones, los purés o los guisos, que nos calentarán doblemente. Será uno de los protagonista de nuestro menú semanal de hoy junto con las infusiones, los guisos, los porridges calentitos y otras formas de preparación ideales para el invierno.

De todas formas, a pesar del frío, recuerda que es importante consumir alimentos crudos. Una buena opción es espiralizarlos o rallarlos, como en el caso del calabacín o el nabo, que de esta forma pueden incorporarse fácilmente a las ensaladas. El nabo también te dará un toque picante.

Finalmente, recuerda que el jengibre contiene una gran cantidad de compuestos que lo convierten en un aliado para nuestra salud, pero que precisamente por este motivo también puede estar contraindicado su uso frecuente o abundante en algunas situaciones. Al tratarse de un alimento vasodilatador, está contraindicado en aquellas personas que toman ciertos medicamentos anticoagulantes.