La astenia primaveral es un tipo de cansancio físico e intelectual que no tiene una causa orgánica, sino que es fruto del inicio de la primavera. Si el calor llega demasiado temprano y de golpe, la astenia primaveral puede verse acentuada. También influyen la presión atmosférica, los cambios en la humedad ambiental y el cambio de hora. Además, con el aumento de las horas de luz nuestros hábitos se alteran y necesitamos un periodo de adaptación. Dejamos el invierno atrás, lo cual nos puede hacer sentir alivio, pero también melancolía. 

En unas semanas el cuerpo se acostumbra a la nueva estación y la astenia debe desaparecer. Durante el tiempo que nos sintamos con astenia primaveral, podemos seguir muchos consejos que nos ayudaran a transitar mejor esta época del año. 

La meditación es un buen hábito para cualquier época del año, pero durante la primavera nos ayuda a mantener la mente enfocada y nuestro mundo emocional en equilibrio.  En este vídeo puedes seguir la meditación guiada para recuperar energía vital si sufres astenia primaveral.

Meditación como remedio para la astenia primaveral

Haz esta meditación sentado en una silla con la espalda erguida, pero sin tensión. Así seguro que no te duermes y seguirás estando cómodo.

  • Si te apetece, puede resultarte gratificante hacer la meditación con auriculares. Sentirás el sonido más envolvente y podrás aislarte mejor del exterior.
  • Si durante la meditación necesitas moverte, adelante. Si estás incómodo, por favor, recolócate en una postura más cómoda con movimientos suaves.
  • Si puedes, descárgate toda la meditación y luego pon tu dispositivo en modo avión.
  • Puedes hacer la meditación en cualquier momento del día. Si estás de paseo por un parque, por la playa o por el bosque te recomiendo que pares un momento para hacerla. Es una meditación para conectar con la estación de la primavera, así que no hay mejor lugar que al aire libre. 
  • Ponte algún aceite esencial en el difusor o algún incienso. Para la astenia primaveral te recomiendo aromas tónicos y que te ayuden a equilibrar tu mundo emocional. Te recomiendo, por ejemplo, la menta piperita y el abeto negro. 
  • Aunque empieza a hacer calor, hay que tener en cuenta que hasta el cuarenta de mayo no nos sacamos el sayo. Nos apetece vestirnos más frescos, pero recuerda llevar una chaqueta o un pañuelo contigo para evitar coger un resfriado o molestias en el cuello. 

No te olvides de disfrutar de una de las épocas del año más bonitas y especiales. Verás como esta meditación te ayudará a recuperar tu energía y a enfocarte en las muchas cosas positivas que tiene la primavera.

Astenia primaveral: síntomas

Para empezar, lo más importante es identificar el problema. La astenia primaveral es un síndrome con síntomas muy subjetivos. A continuación, encontrarás la lista con los indicios más comunes. Si estás pasando por este tipo de cansancio estacional, es probable que lo estés experimentando con estos síntomas:

  • Sientes cansancio y sueño durante el día. 
  • Sufres una permanente sensación de falta de energía.
  • Tienes dificultad para conciliar el sueño
  • Duermes menos horas y sientes que el descanso no es reparador. 
  • Notas mayor irritabilidad en tu carácter. 
  • Sufres de ansiedad. 
  • Pierdes el apetito. 
  • Padeces dolores de cabeza. 
  • Tienes problemas de concentración. 
  • Notas menos libido. 
  • En general, te acompaña una gran falta de motivación.

¡Pero recuerda, la sensación de la astenia primaveral es muy subjetiva! Los síntomas deberían desaparecer en un par de semanas. Si no es así, recuerda ir a visitar a tu médico. 

Astenia primaveral: remedios y hábitos para superarla

Como ya hemos visto, cada persona es un mundo. Tus síntomas pueden ser muy diferentes a los de otra persona. Por lo tanto, los hábitos para sentir mejoría también pueden divergir mucho en cada uno de nosotros. De todas formas, hay una serie de consejos que puedes seguir y que te ayudarán a transitar esta época del año con mayor energía. 

Con el cambio de horario te apetecerá salir hasta más tarde, tener mayor vida social y en definitiva estar menos en casa. Esto está muy bien, pero ves adaptando poco a poco la rutina para no sacrificar horas de sueño. Recuerda, necesitamos dormir una media de siete a ocho horas diarias. 

El ejercicio físico moderado te mantendrá en forma y con mucha más alegría. Cuando practicamos deporte segregamos serotonina que es la llamada hormona de la felicidad. Con media hora diaria de deporte es suficiente para descargar el estrés y conciliar mejor el sueño. 

También, debemos adaptar nuestra alimentación. Durante el invierno el cuerpo nos pide comidas más copiosas e hipercalóricas. Pero con la llegada del calor, necesitamos recetas más ligeras. Aprovecha para cocinar platos riquísimos, fijándote en las frutas y verduras de temporada.

Si aumentan las temperaturas, tendemos a sudar más. Recuerda beber más agua. 

Por supuesto, nos ayudará mucho meditar. Es el mejor antídoto para la larga lista de síntomas que hemos visto anteriormente.