Es en verano cuando más líquidos se consumen y también cuando más apetecen. El organismo los reclama de forma casi constante porque precisa hidratarse.
Las altas temperaturas, la mayor insolación a la que se está expuesto y la tendencia a una mayor actividad física hacen que los requerimientos de líquido se incrementen notablemente.
Para saciar la sed se puede recurrir a infusiones con plantas medicinales, que además aportan beneficios terapéuticos. Pero para que apetezcan como bebida refrescante su sabor ha de resultar agradable, cosa que no todas cumplen.
Estas plantas seleccionadas se pueden preparar en infusiones frías, con o sin hielo. Combinan con frutas del bosque y zumos cítricos.