En torno al azúcar existe una notable polémica: para algunas personas forma parte sustancial de su alimentación, para otras debe evitarse al máximo.

Mientras partidarios y detractores siguen dietas muy distintas, las nuevas generaciones se habitúan a un alimento que suele desplazar a otros más valiosos y que puede contribuir al aumento de la obesidad, la caries y los problemas circulatorios.  En este artículo te contamos qué pasa si abusas del azúcar y cómo responde tu organismo. 

5 efectos del abuso del azúcar en tu cuerpo

Algunas personas  cuestionan que el azúcar sea malo tan malo como dicen porque incluso los vegetales contienen azúcar de forma natural.  La diferencia es que el azúcar de los vegetales lo tomamos junto a otros nutrientes que lo equilibran.

Cuando tomamos frutas o verduras ingerimos mínimas cantidades de hidratos de carbono pero importantes cantidades de vitaminas y minerales. En ese sentido se trata de calorías llenas: pocas y proporcionalmente con muchos nutrientes valiosos para la salud.

Con el azúcar blanco sucede lo contrario: tomamos abundante energía (4 calorías / gramo) y ningún mineral ni vitamina (calorías vacías). Y es es, precisamente ,uno de los problemas de la dieta actual, pobre en fitonutrientes y rica en calorías de fácil asimilación.

Por eso, destilar químicamente al azúcar y darle un papel rutinario en la dieta es desvirtuar su uso principal: alimento de ocasiones especiales, cuyo consumo no debería reemplazar al de los vegetales de los que procede.

Así, con el azúcar todo es cuestión de medida. El consumo excesivo de azúcar puede afectar a la salud de varias maneras. Estas son las consecuencias más importantes de abusar del azúcar.

no solo te engorda

La primera consecuencia es la obesidad, aunque a medio plazo dolencias como la diabetes o las dislipemias se presentan con mayor frecuencia en quienes abusan del azúcar.

A largo plazo, aumenta el riesgo de enfermedades reumatológicas.

Deben evitarlo quienes padezcan sobrepeso u obesidad, enfermedades febriles, crónicas o invalidantes.

Contribuye a sufrir diabetes (y debilita el corazón)

Entre los hidratos de carbono, es la glucosa (y la sacarosa) la que exige la acción de la insulina producida por el páncreas. Esta hormona tiene una acción compleja, pues provoca fluctuaciones en los niveles de glucemia de la sangre, modifica el metabolismo general y estimula los depósitos de grasas. 

Es decir, la glucosa necesita de la hormona insulina para poder ser quemada dentro de las células.

La deficiencia de esta hormona, que actúa a modo de chispa de bujía en el motor energético celular, hace que el cuerpo se anegue de combustible (glucosa), lo que puede provocar numerosos padecimientos, especialmente vasculares.

Descubre en este vídeo 5 hábitos que ayudan a regular el azúcar en sangre:

crea adicción

El consumo de azúcar ocasiona generalmente una liberación de endorfinas. Esas sustancias ejercen una acción parecida a la de algunos opiáceos como la morfina y estimulan receptores presentes en todas las células corporales. El aumento de endorfinas genera un estado de placer instantáneo, como el que produce a muchas personas tomar dulces.

Se ha observado que las personas más propensas a engancharse al consumo de azúcar son las que tienen niveles más bajos de endorfinas. El aspartame aún eleva más los niveles de endorfinas que el azúcar, por lo que se deduce que esta acción placentera de los dulces va ligada a la recepción del sabor por parte de las papilas gustativas y su transmisión al cerebro.

te roba vitaminas y minerales

El azúcar, al ser un gran aporte energético, requiere la participación de ciertos iones como el calcio para que se produzca la combustión de la glucosa.

Este calcio se obtiene generalmente de la matriz ósea y, si no se repone adecuadamente, puede provocar una osteoporosis.

El azúcar reduce también la absorción del hierro y el magnesio y exige vitaminas del grupo B.

así favorece las enfermedades digestivas

El consumo de azúcar beneficia la flora de putrefacción, la que es más propia del consumo de carnes, al tener muy poca fibra.

Esto aumenta el riesgo de enfermedades crónicas del sistema digestivo.

hace flaquear las defensas naturales

El aumento de glucosa en el plasma en general reduce la respuesta inmunitaria. Tras consumos importantes de azúcar, esta "depresión" inmunitaria se mantiene hasta seis horas.

Los médicos naturistas recomendamos reducir el consumo de productos dulces si se padece una enfermedad febril, como un resfriado o una gripe, y también con las infecciones urinarias.

Sustitutos del azúcar: ¿son saludables?

El azúcar blanco es el alimento más simple que existe: sacarosa pura, compuesto por una molécula de glucosa y otra de fructosa. Es el primer aditivo del planeta, tanto en su cantidad como en la frecuencia de su utilización.

A partir de este azúcar se elaboran los azúcares invertidos, de menor impacto calórico, y tan dulces como la sacarosa.

Para reducir el azúcar blanco pueden tomarse alimentos ricos en azúcares naturales, como higos, pasas y dátiles, jugos de frutas (elevan menos los niveles de azúcar en la sangre) o cereales malteados.

Azúcar integral de caña

El azúcar integral de caña, al no haber sido tan refinado ni blanqueado, posee aún parte de las vitaminas de la planta de la que procede y una proporción menor de sacarosa. Pero cuidado: a veces se adultera tiñiendo con melazas el azúcar blanco obtenido de la remolacha. Por eso conviene averiguar el origen del azúcar.

Sirope de arce

El sirope de arce contiene menos sacarosa. Las melazas deberían ser de origen biológico, porque puede concentrar toxinas o plaguicidas. La miel es el sustituto más natural.

Azúcar de la miel

Las mieles estandarizadas suelen tener un mayor contenido en sacarosa (hasta un 65%), mientras que muchas de las más puras contienen mayores niveles de fructosa (hasta un 70%, como la de azahar). Esta gran variación en los azúcares de la miel se debe a la alimentación de las abejas.

Además de sacarosa y fructosa, la miel también contiene glucosa, por lo que no es un alimento apto para diabéticos. Si no han sido hervidas tienen una notable actividad enzimática. 

Fructosa o sorbitol

¿Son buenas opciones? Depende, pues pueden provocar diarrea, como se ha observado en pacientes diabéticos.

Por un proceso de ósmosis, estos carbohidratos se absorben de forma muy lenta y favorecen la retención de líquidos en la luz intestinal.

Las personas con diarrea crónica deben evitar los productos con fructosa o sorbitol (edulcorante en muchos productos dulces elaborados) y los jugos de frutas.

Edulcorantes artificiales

¿Son útiles? Hay que educar el gusto para no necesitar tanto dulce.

Algunos edulcorantes actúan a modo de estimulantes nerviosos en personas sensibles.