Jordi Cebrián
Periodista especializado en plantas medicinales y ecología
Si hay una cosa de la que nadie se escapa, sea de forma recurrente o esporádica, es de sufrir en algún momento dolores musculares diversos. El cuerpo humano aloja entre 650 y 850 músculos diferentes, entre los de movimiento voluntario y los involuntarios. Cuando hablamos de tensiones y dolores musculares nos referimos al que sufrimos en los músculos esqueléticos o de tejido estriado, los que movemos a placer y que nos permiten caminar, correr, dar saltos, levantar pesos y adoptar o mantener posturas concretas.
Los deportistas y las personas que hacen ejercicio con intensidad son especialmente proclives a padecer dolores y tensiones musculares, debido al esfuerzo continuado que realizan, pero son muchos los factores que pueden favorecerlos. Las malas posturas, en el trabajo o en casa, los accidentes, sean leves o graves, levantar o desplazar objetos pesados, como una bolsa de la compra o un mueble que queremos cambiar de sitio, puede originar un foco de dolor muscular más o menos intenso. Con la edad la posibilidad de sufrir molestias musculares también aumenta, por lo que debemos tomar aún más conciencia de la fuerza y la resistencia que nuestro cuerpo es capaz de soportar.
Dolor muscular: qué tomar que no sea un fármaco
Algunas plantas medicinales, presentes en la mayoría de herbolarios, nos ofrecen una alternativa o un apoyo a los fármacos para aliviar el dolor muscular, como es el caso de estas ocho que te hemos seleccionado.
1 / 8
iStock
Cayena, alivio para las lumbares y las lesiones
La cayena (Capsicum frutescens L.) crece en sembrados, viveros y jardines medicinales.
- Propiedades: Por vía interna es digestiva y aperitiva, pero por vía tópica es un revulsivo, analgésico y relajante muscular y neurálgico.
- Para qué se indica: Es un magnífico recurso natural para tratar el dolor lumbar, y el derivado de lesiones musculares del deporte, como contracturas, esguinces, torceduras, roturas fibrilares y distensiones musculares.
- Partes que usamos: Los frutos maduros, que contienen aceite esencial, capsaicina, flavonoides, betacarotenoides, resinas y vitaminas del grupo B.
- Cómo se aplica: La capsaicina en crema o pomada, aplicadas en masaje suave sobre el área dolorida y en tratamientos prolongados; y la capsaicina en parches.
2 / 8
Viburno, un buen analgésico antiinflamatorio
El viburno (Viburnum opulus L. y V. prunifolium L.) crece en matorrales de montaña, orlas forestales y riberas. V. prunifolium es el más habitual en los herbolarios.
- Propiedades: Analgésico y antiinflamatorio de notable potencia, febrífugo y antirreumático.
- Para qué se indica: Para el dolor muscular general; calambres, rigidez u hormigueos; el dolor intenso de espalda, cervicales o piernas; y tensión muscular, desgarros y agujetas del deportista.
- Partes que usamos: Corteza y en menor medida las hojas.
- Cómo se usa: Por vía interna, en decocción, con otras plantas antiinflamatorias, 3 tazas al día; en tintura, extracto líquido y cápsulas. En uso externo, la decocción en baño parcial o compresas; o en lociones, friegas o masajes en rehabilitación.
3 / 8
iStock
Aliso para la rigidez y las contracturas
El aliso (Alnus glutinosa Gaerth) es un típico árbol de ribera que crece en las orillas de ríos, lagos, barrancos y vaguadas, muy común en Europa.
- Propiedades: Se comporta como analgésico local, antiinflamatorio, astringente, antidiarreico, hemostático y febrífugo.
- Para qué se indica: Es un buen recurso tradicional para el dolor muscular, la rigidez y las contracturas que surgen con la edad, por malas posturas, sobreesfuerzo físico, carga o desplazamiento de objetos pesados o lesiones leves.
- Partes que usamos: Las hojas, los amentos masculinos y femeninos y la corteza de las ramas.
- Cómo se aplica: La decocción de la corteza, en compresas sobre el área dolorida, y en lavados o baños parciales; y las hojas en cataplasmas calientes.
4 / 8
Jengibre frente a la sobrecarga muscular
El jengibre (Zingiber officinale Roscoe) crece en amplios cultivos tropicales y subtropicales.
- Partes que usamos: El rizoma, tanto fresco como seco.
- Propiedades: Además de digestivo, antiemético, expectorante y diaforético, es sedante, relajante muscular, antiespasmódico, analgésico y rubefaciente.
- Para qué se indica: A deportistas y personas que por trabajo o afición someten su musculatura a cierta tensión, para calmar el dolor por contracturas musculares, distensiones y calambres.
- Cómo se toma: En decocción, por vía oral, hasta 2 vasos al día, en gotas de extracto fluido, en polvos y en cápsulas. Por vía externa se aplica en lavados, baños, compresas y el aceite esencial disuelto en aceite vegetal, en masaje suave o fricción.
5 / 8
Fotografía: Gtres/Living4media
Enebro para el dolor y la rigidez musculares
El enebro (Juniperus communis L.) crece en zonas montañosas, altiplanos y orlas forestales.
- Propiedades: Se usa mucho como diurético y expectorante, pero por vía tópica es idóneo para los músculos por su acción antiinflamatoria, analgésica, antiespasmódica y relajante muscular.
- Para qué se indica: Para desinflamar y aliviar contracturas musculares, desgarros y tensión muscular con rigidez y dolor agudo; en todo tipo de mialgias y dolor de espalda y cervicales.
- Partes que usamos: Los conos y, en menor medida, la madera, muy ricos en aceite esencial.
- Cómo se aplica: La decocción de los conos, mejor con otras hierbas, en lavados, baños y friegas; y el alcohol de enebro, en fricción o masaje. Se incluye también en tisanas analgésicas.
6 / 8
Istock
Lúpulo, un eficaz relajante muscular
El lúpulo (Humulus lupulus L.) crece en las riberas de ríos y arroyos.
- Propiedades: Potente sedante nervioso y relajante muscular; analgésico, antiinflamatorio suave y antiespasmódico.
- Para qué se indica: Relaja los músculos tras un ejercicio exigente o continuado, y combate el dolor de espalda y las mialgias. Para el dolor lumbar y espasmódico de la regla y la menopausia, las cefaleas y el dolor cervical.
- Partes que usamos: Las flores femeninas o estróbilos, y el polvillo que las recubre o lupulino.
- Cómo se usa: Se toma en infusiones relajantes, con melisa, valeriana o tila, hasta 3 vasos diarios, y en tintura, polvos, cápsulas o el lupulino fresco. La infusión por vía externa, en baños, lavados y compresas.
7 / 8
Gaulteria para excursionistas y deportistas
La gaulteria (Gaultheria procumbens L.) crece en México y el sur de Estados Unidos.
- Propiedades: Su aceite esencial tiene un alto poder analgésico, antiinflamatorio, antiséptico (a nivel urinario) y febrífugo.
- Para qué se indica: Para aliviar la tensión muscular de deportistas y excursionistas, en contracturas, roturas fibrilares, torceduras, tendinitis u otras lesiones. Y para el dolor lumbar y cervical.
- Partes que usamos: Las hojas, ricas en aceite esencial.
- Cómo se usa: El aceite esencial diluido en aceite vegetal, en masaje suave, o incluido en pomadas, cremas y lociones. También se toma la decocción, en tisanas analgésicas y antiinflamatorias, hasta 2 vasos al día, por periodos cortos, pero debe evitarse en el embarazo y la lactancia.
8 / 8
iStockphoto
Romero, un analgésico muy completo
El romero (Rosmarinus officinalis L.) abunda en matorrales, collados secos, altiplanos costeros y claros de bosque.
- Propiedades: Por vía externa es un eficaz antiinflamatorio, analgésico y cicatrizante.
- Para qué se indica: Entre muchos otros usos, para combatir el dolor muscular y neurálgico y reducir la inflamación, en caso de torceduras, desgarros, calambres, hinchazón, entumecimiento y molestias más o menos severas al realizar movimientos.
- Partes que usamos: Las sumidades floridas.
- Cómo se usa: El alcohol de romero, en friegas enérgicas; la decocción en masaje, baño parcial o lavado; y el aceite esencial diluido en aceite vegetal, también en masaje. O se toma en decocción, con hierbas complementarias.
Tratar el dolor muscular de forma natural
Los síntomas del dolor muscular nos son familiares a todos: dolor agudo, hormigueos, calambres, sensación de quemazón en algún punto o incluso dificultad para caminar o hacer ciertos movimientos. Lo habitual es que el dolor comience justo o poco después de realizar un esfuerzo, y puede estar relacionado con una lesión, por desgarro o sobrecarga.
Para tratarlo, el reposo es esencial, pues en un primer momento no conviene forzar el músculo dolorido. Pero luego existen varias estrategias de tratamiento, como estirar, aplicar compresas frías o la neuro o electroestimulación, si no es con medicación analgésica y antiinflamatoria.
Si recurres a las plantas como alternativa o apoyo natural, ten en cuenta que, en muchos casos, son tratamientos que requieren un poco de tiempo y paciencia.
Friegas para las contracturas
Para aliviar la tensión muscular, puedes preparar una solución para hacer friegas. Necesitarás 15 g de cada una de estas plantas: gálbulos de enebro, rizoma de jengibre, raíz de valeriana y corteza de aliso y de viburno.
- Cómo se prepara: Deja en maceración en 1 litro de agua toda la noche. Al día siguiente, cuela y pasa a un frasco translúcido.
- Cómo aplicar las friegas: Fricciona la zona dolorida, arriba y abajo, durante unos minutos.
Tisana que calma y desinflama
Una tisana de plantas medicinales de efecto analgésico y antiinflamatorio te ayudará a calmar y desinflamar. Necesitarás ulmaria, enebro, romero, sauce blanco, valeriana y pasiflora, a partes iguales.
- Cómo se prepara: Una cucharada sopera colmada de la mezcla por cada vaso de agua. Hierve un par de minutos y deja en reposo otros diez, tapado. Para mejorar el sabor, añade sirope de arce.
- Dosis: Tomar hasta tres vasos diarios.