Más que una serie de movimientos ejercitados unas horas a la semana en un gimnasio, el método Pilates propone una forma de ser más consciente del cuerpo y de trabajarlo inteligentemente a cualquier hora del día, de forma ininterrumpida.

Por eso sus principios básicos se pueden aplicar en multitud de situaciones cotidianas: sentado al ordenador, mientras se ve la televisión, caminando con un bolso en bandolera o un niño en brazos, en la cola del autobús o el metro, de pie ante una fotocopiadora o en cualquier tarea doméstica. También al volante de un coche.

Los movimientos son sutiles pero eficaces y sirven para potenciar la conciencia del cuerpo.

Pilates en el coche: desde antes de arrancar

Para empezar, conviene sentarse de forma adecuada.

  • El respaldo ha de formar un ángulo de 90º para que la columna esté recta, y hay que estar atentos a no desplomarse sobre la región lumbar. Se trata de imaginar que sostenemos libros sobre la cabeza.
  • Las rodillas se han de mantener separadas a una distancia equivalente a la amplitud de las caderas.
  • Por último, se ha de usar la sujeción al volante para elevar la parte superior de la espalda desde la cintura, y no para elevar los hombros. Se trata de erguirse intentando mantener una línea recta desde las caderas hasta la coronilla, que facilite la libre circulación de la energía por todo el cuerpo y distribuya el peso de forma uniforme.

Aprovechar los semáforos: ejercicios al volante

  • Al detenerse en un semáforo, se puede aprovechar para tirar los músculos abdominales hacia arriba y hacia adentro, contraer los glúteos y luego empujar ligeramente el volante, como si uno se quisiera levantar del asiento.
  • Hay que contar hasta cinco. El objetivo a largo plazo es, de una forma natural, intentar mantener siempre el tono del llamado "centro de poder", esta franja abdominal desde la que se controla la postura y todos los movimientos.

Ejercicios de Pilates para atascos y viajes

  • Sentado sobre los isquiones (la base de los huesos de la pelvis), la columna recta y los hombros lejos de las orejas, se mantiene la mirada al frente y los brazos sin tensión.
  • Se inspira alargando la columna como si se quisiera llegar con la cabeza al techo.
  • Se exhala sin perder la postura, mientras se contrae el abdomen metiendo el ombligo y tirando de los hombros y omoplatos hacia abajo.
  • Se puede repetir unas 10 veces cada hora o media hora.

Por qué te ayuda el Pilates

El método Pilates, desarrollado por Joseph Pilates a principios del siglo XX, combina principios de disciplinas orientales (como yoga o las artes marciales) con otros occidentales, como la gimnasia terapéutica. En los años veinte Pilates abrió un estudio en Nueva York donde trabajó estrechamente con bailarines y actores. Con el paso de los años se ha convertido en un método popular.

La disciplina, que se ha ido desarrollado de diversas maneras, sigue basándose en gran medida en el paradigma y los ejercicios dinámicos, de fuerza muscular, concentración, respiración y relajación pensado por Pilates.

Determinados ejercicios pueden ser útiles para tratar los dolores agudos o crónicos de espalda. Como uno de los principios básicos del método es que el equilibrio y bienestar corporal despende de la fortaleza del "núcleo", de la zona central del cuerpo, los ejercicios que fortalecen los abdominales pueden tener un efecto beneficioso.

¿Qué otros beneficios te aporta del Pilates?

Los beneficios del Pilates son múltiples:

  • Fortalecer la zona abdominal y lumbar para proteger la columna y aumentar la estabilidad.
  • ​Mejorar la flexibilidad.
  • Desarrollar la fuerza y la musculatura de manera equilibrada.
  • Corregir la postura, fortalecer los músculos débiles y estirar los poco elásticos.
  • Desarrollar la capacidad respiratoria y mejorar la oxigenación del organismo.
  • Aumentar el control y la coordinación corporales.
  • Mejorar la concentración.
  • Entrenar la conciencia corporal.
  • Ayudar a prevenir lesiones. También sirve como método de rehabilitación incluso en personas con muy poca movilidad.
  • Algunos ejercicios, como "la almeja" o bien la elevación lateral de pierna, que te explicamos a continuación, desarrollan el control pélvico-lumbar y fortalecen las piernas y los glúteos.