Joshua Fields Millburn y Ryan Nicodemus son The Minimalists (Los Minimalistas), un par de treintañeros que escriben acerca de cómo vivir una vida plena en su web, que cuenta con más de cuatro millones de lectores.

Hace unos años eran dos profesionales de éxito de Dayton (Estados Unidos), infelices pese a tener un sueldo de seis cifras, un coche de lujo, una casa grande, ropa cara… Para ellos, trabajar 70 u 80 horas a la semana y comprar cada vez más cosas no llenaba su vacío sino que lo agrandaba.

Por eso acogieron los principios del minimalismo, se concentraron en lo importante y recuperaron el control sobre sus vidas. En 2001 publicaron el libro 'Minimalismo, para una vida con sentido', cuya segunda edición ha publicado en España la editorial Kairós (2018).

Dedica un tiempo a evaluar tu vida

El libro se estructura en siete pequeños capítulos que aconsejan leer en una semana, uno por día, recorriendo su experiencia y una serie de consejos para reflexionar sobre la propia vida y cómo se vive.

Un trabajo de introspección que permite tomar perspectiva para convertirse en la mejor versión de uno mismo: "Tu verdadero tú –dicen Joshua y Ryan–, un ser apasionado, amoroso, compasivo, disciplinado y feliz".

El relato comienza con cómo minimizar las posesiones materiales, y una vez eliminado aquello que sobra repasan aspectos esenciales de la vida como la salud, las relaciones personales, las pasiones, el crecimiento personal y la ayuda a los demás, cinco valores que para ellos repercuten en disfrutar de una existencia plena y con sentido, algo que han descubierto en estos últimos años.

Estas son sus 10 claves:

1. Encuentra la insatisfacción

Al comienzo de su libro 'Minimalismo', Joshua y Ryan arrojan una reflexión contundente: "El conformismo es una droga con la que muchas personas se medican". No en vano creen que el conformismo genera insatisfacción, es una quemadura lenta y destructiva que penetra en nuestras vidas tras años de sutiles desencantos y que se va instalando en ellas.

El problema es no afrontarlo e intentar compensarla comprando y llenando nuestra vida de pertenencias materiales que, en realidad, no nos reportan la ansiada felicidad que perseguimos.

2. Fabrica tu propia satisfacción

Lo más constructivo es explorar la propia insatisfacción y encararla decididamente. Esta es una actitud que ayuda a construir una verdadera satisfacción vital liberadora.

Según dicen: "Podemos gastar la vida acumulando riqueza monetaria, o la podemos gastar con sentido, que no excluye necesariamente lo primero, pero sí que la incesante búsqueda de riqueza no conduce a una vida con sentido".

3. Reconoce las anclas

Este término se refiere a aquello que nos mantiene atados (a las situaciones, a los objetos, a las personas…) y que nos impide crecer. Es fundamental reconocer nuestras anclas porque "el primer paso para resolver un problema es identificarlo".

Hay anclas principales: cosas que impiden ser libre, como grandes hipotecas, relaciones poco sanas y todo lo que requiere una cantidad de tiempo desmesurada sin aportar valor.

Y también hay anclas secundarias: facturas de deudas menores, ropa que nunca te pones, objetos que no usas o cosas que consumen cantidades más pequeñas de tiempo, atención y concentración.

Lo aconsejable es empezar a deshacerse primero de las anclas principales, para luego abordar las demás.

4. Hay que tomar decisiones difíciles

Liberarse de esos lastres permite recuperar tiempo y dinero, y emplearlos con mayor sentido, pero no siempre es fácil pasar a la acción.

Joshua y Ryan cuentan en el libro cómo se desprendieron de muchas posesiones y de aquello que no les aportaba valor o que no era relevante en sus vidas, hasta quedarse solo con lo que disfrutaban.

El resultado fue liberador para ellos, y ganaron en calidad de vida, pero como algunas de estas anclas tienen que ver con las relaciones personales (pareja, compañeros, familia…) reconocen que a veces son decisiones complejas de llevar a cabo y que requieren, sin duda, coraje y compromiso con uno mismo. Pero merecen la pena siempre.

5. La salud es la base de todo

La salud no es un objetivo al que llegar, ni un canon estético en el que encajar, sino la base lógica de una vida plena dentro de las circunstancias personales de cada uno.

Sus ingredientes primordiales son evitar el alcohol, el tabaco, los medicamentos innecesarios, dormir y descansar bien, comer saludablemente sin procesados, ni azúcares; reduciendo el gluten, el pan y las pastas, así como cualquier bebida que no sea agua.

También los productos lácteos y la carne, e incorporar más agua, bebidas verdes, batidos frescos, verduras, semillas, legumbres y alimentos orgánicos. Sin olvidar lo importante que es hacer ejercicio a diario.

6. Reflexiona sobre tus relaciones

Las relaciones más frecuentes las mantenemos con amigos, compañeros, socios, cónyuges, amantes, conocidos o cualquier persona con la que interactuemos regularmente.

Aunque todos queremos ser animados, amar, compartir nuestras experiencias y contar con otras personas, la mayoría de las veces no pensamos por qué tenemos una relación determinada con alguien; simplemente llegamos a ella y la aceptamos.

Para mejorar la esfera de las relaciones es aconsejable encontrar vínculos nuevos positivos, transformar las relaciones actuales y cambiar uno mismo. Conviene evaluar las relaciones con perspectiva y reflexionar sobre las que sí aportan valor.

Pero además, hemos de mejorar constantemente las relaciones, porque hasta las mejores tienen que crecer para mantener un nivel de excelencia y porque, precisamente, las mejores relaciones son las que siempre están creciendo.

7. Haz de tus pasiones una misión

Los minimalistas advierten: "Nos han enseñado a trabajar para dejarnos la piel por una entidad sin vida, dándole nuestro bien más preciado (nuestro tiempo) a cambio de un cheque mensual". Por eso, aunque todos necesitamos dinero para vivir, para muchas personas la búsqueda de ese conjunto de ideales resulta opresiva.

Además, las carreras profesionales pueden volverse peligrosas cuando se invierte demasiado en ellas y acaban creando una identidad y un estatus social basado solo en el cargo profesional que se ostenta.

En cambio, podemos decidir dedicarnos a lo que nos apasiona y convertirlo en nuestra misión vitaly profesional. Para conseguirlo, puedes guiarte por una pequeña hoja de ruta que te vaya ayudando a concretar los pasos y avanzar, y que te recuerde en todo momento que la propia identidad se debe enraizar en una vida con sentido y no en un sueldo.

8. Persevera en tu crecimiento

La mejora personal constante es posible si te encaminas a ella. A veces ocurre a través de "cambios graduales" y otras veces sucede mediante "saltos de gigante".

Sea por una vía u otra, el secreto es reunir el suficiente estímulo positivo para mantenerse motivado en ejecutar esos cambios y que se traduzcan en acciones regulares constantes que acaben dando un resultado de transformación a lo largo del tiempo en el área donde los hayamos puesto en práctica.

9. Ayuda a los demás: dar es vivir

Ayudar a otras personas es el resultado de crecer, y si crecer nos hace sentirnos bien con nosotros mismos, ayudar nos hace sentirnos mucho mejor.

Los autores de 'Minimalismo' colaboran con varias organizaciones y ayudan a otras desde su esfera de influencia. Animan a hacerlo a los demás, tanto a través de organizaciones locales como con proyectos propios, por la satisfacción que conlleva implicarse a través de la acción más allá de extender cheques o de donar dinero puntualmente en favor de una causa.

Una vida sin ayudar a los demás es una vida sin sentido, porque dar es vivir.

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10. Obra siempre con conciencia

Procura concentrarte en la mejora constante y en maximizar los resultados para que tu vida diaria esté en línea con lo que te hace más feliz y completo. Y para ello, es importante que te hagas preguntas sobre los quehaceres diarios y que veas cómo esas actividades pueden influir positivamente en aspectos más importantes de tu vida.

Por ejemplo, ver la televisión no es algo malo en sí mismo, aunque hacerlo en exceso y zapeando sin rumbo sí puede serlo. En cambio se puede convertir en una actividad de aprendizaje o de compartir con amigos y familia si así lo planeamos de forma consciente.

Porque es de esa consciencia de donde emergen todas las claves para vivir de forma sencilla y más plena.