Sea para plasmar la realidad o para expresar lo imaginado, el arte es una necesidad tan vieja como la historia humana. Lo encontramos incluso antes de la aparición del Homo sapiens. Se estima que la Venus de Tan-Tan fue creada entre 200.000 y 400.000 años A.C.
Milenios después, en nuestra era de las pantallas, desde los grafitis hasta los mensajes en la pared de un lavabo o en la corteza de los árboles que dicen «Yo estuve aquí», esconden un impulso de dejar nuestra huella en la tierra.
Beneficios del arte para la salud emocional
El arte nos permite interpretar el mundo y nuestro papel en él. Es una poderosa herramienta de conocimiento y autoconocimiento. Gran parte de nuestros procesos emocionales y sensoriales no llegan al área del cerebro responsable del proceso cognitivo y el lenguaje. Es decir, no siempre somos capaces de plasmar con palabras nuestros sentimientos y emociones. Entonces ¿cómo los podemos expresar?
- En la creación artística nos desconectamos de lo racional y reconectamos con la sabiduría corporal que nos informa de lo que sentimos, de cómo nos sentimos, de lo que nos mueve, de lo que nos falta...
- Es una vía de expresión vital para el bienestar: no podemos permanecer sentados sobre nuestras emociones y traumas como si fueran bombas de relojería. El arte, además de conectarnos con nuestro niño interior, es una forma hermosa de abrazar nuestra locura. Como dijo el filósofo alemán Freidrich Nietzsche: «Debes tener caos en tu interior para dar a luz a una estrella danzante».
- Crear nos ayuda a dar un paso atrás y contemplar la vida y lo que nos pasa desde otro ángulo. Nos sirve para dar voz a las historias que hemos vivido e integrarlas en nuestra historia. Es un proceso y nos permite conectar con la parte más íntima de nuestro ser. Por este motivo, la expresión creativa en todas sus formas es muy beneficiosa, tal como demuestran los talleres de arteterapia.
- Cuando abrimos el grifo de las emociones, muchas veces entramos en flow, fluimos en un acto mágico y transcendente que nos permite olvidarnos del tiempo y de las preocupaciones mundanas. En palabras del psicólogo Mihály Csíkszentmihályi, se trata de «encontrar una manera de expresar aquello que te mueve».
Arteterapia: encuentra tu medio de expresión
Te invito a que escribas, dibujes, pintes y bailes. No es imprescindible ser un bailarín profesional para expresarte a través de la danza. No necesitas ser un gran escritor para escribir un poema. Puedes acogerlo todo sin vergüenza.
- Cualquier medio de expresión es un regalo para el alma: tomar fotos, crear un inspirador montaje fotográfico, practicar el cosplay (disfrazarse), cocinar maravillosos pasteles... Y si estás al aire libre, puedes recoger piedras y apilarlas, como se hace en Islandia. O llevártelas a casa para crear tu paisaje particular o pintarlas. Hay artistas que crean instalaciones en bosques y riberas, usando solo lo que hallan en la propia naturaleza y dejan que sus creaciones sean parte armoniosa del paisaje.
- La creatividad es un atajo que permite conectar con la esencia de cada uno. La expresión artística sirve para olvidarse de los problemas del día a día y conectar con esta fuente de la vida que es la creatividad. La creación puede tomar tantas formas y apariencias como nosotros, y cada expresión seguirá siendo única y al mismo tiempo parte del todo.
Incorporar la creatividad a nuestra rutina libera energías sanadoras y nos hace sentir mejor con nosotros mismos. Como dijo Pablo Picasso: «El arte lava del alma el polvo de la vida cotidiana».
¿Cómo activar la creatividad?
Toma nota de estas propuestas que pueden ayudarte a estimular tu creatividad.
- Recopila fotos y titulares cortos de revistas antiguas, y pégalos como quieras: crea un collage de ideas y mensajes que exprese tus sueños.
- Consigue un papel lo suficientemente grande, y pinta sobre él con las diferentes partes de tu cuerpo. Para inspirarte o desinhibirte, escucha la música que más te gusta.
- Crea un espacio para ese ser querido que ya no está contigo. Usa tu creatividad para expresar tu amor a través de objetos, palabras y pequeñas reliquias.
- Abre un cuaderno y pinta todo lo que quieras, sin una idea previa. Experimenta con colores y formas. A veces, las cosas más interesantes nacen de crear sin pensar.