Una buena hidratación es básica para tener una salud de hierro. Es en verano, con el calor y el sol, cuando más atentos debemos estar amantenernos correctamente hidratados.

Sin duda alguna, la mejor opción va a ser siempre el agua. Llevar una botella reutilizable en el bolso o en la mochila es un buen hábito que nos garantizará tener agua siempre disponible. Incluso si estamos trabajando o estudiando, tener la botella al lado nos ayudará a recordarnos que tenemos que beber.

Pero llega el verano y, además de la sed, a veces nos apetece calmar el calor con otras bebidas frescas. Aunque las bebidas calientes nos pueden ayudar a regular la temperatura y son muy adecuadas para mejorar las digestiones, en nuestra cultura es mucho más habitual optar por bebidas frescas.

Es muy importante que recordemos que las bebidas alcohólicas, aunque sean frías y nos den una momentánea sensación de frescor, nos van a acabar generando más calor y, además, nos deshidratan. Y es que resulta que el alcohol inhibe la producción natural de la hormona antidiurética. Esta hormona es la que se encarga de la regulación de los líquidos corporales, y si no la producimos, nuestros riñones no reabsorberán suficiente agua y nos deshidrataremos.

Tampoco es buena idea que optemos por refrescos azucarados, porque el exceso de azúcar en sangre también nos puede llevar a deshidratarnos.

Eso no quiere decir que solo tengamos como opción el agua, sino que podemos intercalar agua con otras bebidas deliciosas y saludables.

1. Agua, zumo cítrico o infusión con cubitos de fruta

Los cubitos de zumos de fruta son una forma maravillosa de refrescarnos y saborizar el agua al mismo tiempo. Aunque tomarnos un zumo puede ser una buena idea, especialmente si somos personas muy activas y necesitamos energía extra, con los cubitos de zumo podremos enfriar otras bebidas. ¡Así les daremos un toque extra de sabor y frescor!

Estas son algunas de las muchas posibilidades:

  • Zumo de limón o de lima, cítricos y muy refrescantes, cargados de vitamina C.
  • Infusión de menta o de hierbabuena.
  • Infusión de anís estrellado, digestivo y delicioso para tus tés fríos.
  • Licuado de sandía, fresco y dulce.
  • Licuado de piña, que nos dará un toque tropical.

2. Agua de Jamaica

El té de flor de hibisco tiene muchas propiedades y en verano tenemos esta forma tan rica y colorida de tomarlo.

Ingredientes:

  • 50 g de flor de hibisco deshidratada
  • Un puñado de cerezas sin hueso, frutos rojos o granada
  • 1 cucharadita rasa de jengibre en polvo
  • 1 cucharadita rasa de canela molida en polvo
  • 1 litro de agua fresca
  • Cubitos de zumos de limón

Preparación:

  1. Calentamos el agua e infusionamos la flor de hibusco y la fruta limpia y deshuesada.
  2. Cuando esté atemperada, le añadimos el jengibre y la canela, y lo enfriamos en la nevera.
  3. Servir con los cubitos de zumo de limón (o con cubitos normales).

3. Gazpacho ligero

El gazpacho puede ser nuestro mejor aliado. Lo podemos tomar muy aligerado, sin sal, ni pan ni aceite, aunque podemos darle un toque de aceite de lino y de vinagre de manzana. Igual no le deberíamos llamar gazpacho, pero se trata de que sigáis vuestra receta familiar o vuestra receta favorita, sin estos ingredientes.

Añadir mucha agua fresca o cubitos antes de tomar y disfrutar de lo que ahora llamaríamos smoothie vegetal. ¡Súper nutritivo!

4. Zumo de sandía con cubitos de lima y menta

La sandía es una de esas frutas con un porcentaje de agua muy alto. Aunque siempre va a ser mejor comerla entera, con su matriz, porque tendremos un mayor aporte de nutrientes y fibra, este refresco es muy fácil de hacer y queda muy vistoso.

Los cubitos de lima y menta son muy fáciles de hacer: hacemos una infusión de menta, ya sea en hoja o de otro tipo. Cuando esté atemperada o fría, le añadimos el zumo de una lima (por cada puñado de menta o por cada sobre de infusión). Rellenar la hielera, esperar y ¡listos!

Ahora solo tenemos que licuar la cantidad necesaria de sandía para llenar los vasos que necesitemos o una jarra. Por cada vaso, añadiremos dos o tres cubitos, que podremos añadir a la jarra. El sabor de esta bebida va cambiando según los cubitos van deshaciéndose.

Otra opción aún más sencilla es añadir la infusión de menta, ya fría, con zumo de lima al zumo de sandía y reservar en la nevera hasta que lo vayamos a consumir.

¡También queda muy bien con melón! Incluso puedes añadir esto cubitos a una sopa de melón.

5. Smoothie de apio y pepino con cubitos de sandía

Este smoothie no tiene pérdida: se trata de hacer un batido de apio y pepino, aligerarlo con agua y añadirle los cubitos de sandía para darle dulzor y frescor Personalmente, creo que gana mucho con el zumo de un limón por cada litro de bebida.

6. Limonada rosa

La limonada rosa se ha puesto muy de moda, pero si la compramos hecha seguramente tendrá una cantidad de azúcar, edulcorantes y colorantes que no son nada interesantes. Además es muy fácil de hacer en casa.

Ingredientes:

  • 5 limones
  • 1 litro de agua fresca
  • 300 g de fresas, cerezas, granada o frutos rojos como frambuesas
  • Cubitos de hielo
  • Deja unas rodas de limón y de fresas para decorar si quieres, pero recuerda que pueden ponerse feas.
  • Hojas de menta

Preparación:

  1. Batimos o licuamos la fruta deshuesada y bien limpia y la colamos.
  2. Exprimimos los limones.
  3. Añadimos el zumo de limón y el licuado de fruta al agua ya fría.
  4. Servimos con cubitos de hielo y algunas hojas de menta.

A mí me encanta sin ningún tipo de endulzante, pero lo dejo a vuestra elección.