En España, más de 800.000 personas padecen actualmente la enfermedad de Alzheimer, la forma más común de demencia.

Dado que la edad es el mayor factor de riesgo para desarrollar demencia, este número aumentará en el futuro. La generación del baby boom está entrando ahora en la etapa de mayor riesgo.

Cuando se produce el olvido, muchos de ellos se preguntan si ya padecen una forma temprana de demencia. Por supuesto, si los olvidos son muy frecuentes y llaman la atención tiene sentido un examen médico.

Pero hay que saber que existen algunas diferencias entre el olvido "normal" y los trastornos patológicos de la memoria que ocurren en las formas tempranas de demencia.  

si anotas lo que no quieres olvidar...

Anotar las cosas es una ayuda para la memoria y no es necesariamente un mal síntoma.  Esos trozos de papel en los que se escriben cosas de las que no hay que olvidarse no tienen sentido en las primeras formas de demencia, porque las personas afectadas escriben algo, pero luego no se acuerdan del contexto o el significado.

Por tanto, si escribir te está ayudando a no estresarte con todo lo que tienes que recordar, no hay ningún problema. 

si pierdes cosas constantemente...

También existen diferencias entre el olvido y la demencia cuando se trata de extraviar cosas. En el caso de trastornos patológicos de la memoria, los afectados suelen colocar objetos en lugares que realmente no les corresponden y luego se olvidan. Por ejemplo, el manojo de llaves acaba en el frigorífico o el móvil en el armario de la ropa.

si te acuerdas después de un rato...

Una distinción entre olvido “normal” y patológico es que el contenido olvidado suele reaparecer en la memoria tarde o temprano. Sin embargo, en el alzhéimer y otras formas de demencia desaparecen para siempre.

factores que influyen en el olvido

Lo que probablemente muchas personas no saben es que también existen “razones no tan patológicas” para sufrir lapsus.

  • Depresión: En primer lugar está la depresión. Los trastornos de la memoria causados ​​por la depresión son básicamente idénticos a los síntomas iniciales de la demencia. 
  • Déficits cognitivos: La causa de los olvido también pueden ser déficits cognitivos leves, que no son demencia. Sin embargo, los afectados pueden desarrollar demencia posteriormente.
  • Medicamentos: Los problemas de memoria y la confusión a veces son causados ​​por fármacos, como las benzodiazepinas y los anticolinérgicos. Los medicamentos que se toman para los trastornos del sueño son problemáticos. En particular, los sedantes de venta libre que contienen los ingredientes activos difenhidramina o doxilamina pueden producir deterioro cognitivo.
  • Deficiencias nutricionales: Un metabolismo lento o la falta de ciertos micronutrientes también pueden estar asociados con el olvido. En los adultos, por ejemplo, una deficiencia de vitamina B12; en los niños, una deficiencia de colina, que se encuentra en abundancia en los huevos o el brócoli, que es esencial para la transmisión de señales sin interferencias en el cerebro.  
  • Neurosis: Los investigadores del cerebro también afirman haber reconocido que hay rasgos de personalidad claros que pueden promover una mala memoria. La neurosis ejerce presión sobre partes del sistema nervioso que son responsables del rendimiento de la memoria episódica.

El diagnóstico de la demencia

Si tienes olvidos y te preocupa, consúltalo con el médico de cabecera. Te hará pruebas básicas y si lo estima necesario te  derivará a un neurólogo o psiquiatra.

Lo ideal es que acudas a la consulta con alguien cercano a ti que conozca tus propios procesos y hábitos, esto ayudará a los especialistas a realizar su evaluación.

El diagnóstico también incluye exámenes físicos, análisis de sangre, pruebas de memoria y, si es necesario, exámenes del cerebro mediante técnicas de imagen como la resonancia magnética.

Factores de riesgo conocidos y menos conocidos de demencia

Además de la edad y los antecedentes familiares, entre los factores de riesgo para la aparición de demencia también se incluyen factores como el aislamiento social, la disminución del sueño profundo o un trabajo que apenas estimula el cerebro

Enfermedades como la diabetes, la depresión, la presión arterial alta, los niveles altos de colesterol o un derrame cerebral también son factores de riesgo para la demencia.

Referencias científicas:

  • Kivimäki M, Walker KA, Pentti J, et al. Cognitive stimulation in the workplace, plasma proteins, and risk of dementia: three analyses of population cohort studies. BMJ
  • Hen C., Rolls E., Cheng W. et al. Associations of Social Isolation and Loneliness With Later Dementia“. Neurology.