Existe un mito muy extendido que relaciona la práctica meditativa con el objetivo de dejar de pensar, no obstante, la finalidad de la meditación es observar los pensamientos y las emociones. Cuando hablamos de meditación siempre explico que no debemos perseguir el propósito de dejar la mente en blanco.

La meta de la meditación es separarnos de lo que sentimos y pensamos, pero no dejar de sentir o pensar. Primero, porque dejar de pensar o sentir es imposible. Segundo, porque lo interesante de la meditación es precisamente: estar conscientes. 

En este artículo hemos preparado una meditación que busca que te vuelvas el observador de tu propia mente. El objetivo es que puedas estar consciente para ver qué piensas y sientes sin juzgarlo o reaccionar a ello. 

Un ejemplo sencillo quizás podría ayudarte. Imagina que eres un recolector de melocotones. Recoges el fruto del melocotonero, pero no juzgas si son frutas bonitas o feas. Simplemente, observas y recoges. Vamos a hacer lo mismo con tus sensaciones. 

Estar conscientes: ¿qué significa realmente?

Estar conscientes significa mantener una actitud tranquila y serena, conectada con el presente y sin expectativas ante todo lo que está sucediendo dentro y fuera de nosotros mismos. Simplemente, observamos. 

Puede parecer algo complejo, pero en realidad es muy sencillo. Durante una meditación puedes conseguir este estado durante un minuto, diez minutos o una hora. Depende del tiempo que lleves practicando y de la calidad de tus meditaciones. Podrías ponerte una meditación guiada y no conseguir estar consciente en ningún momento. Sin embargo, no debes desanimarte, sino al contrario, estás en el camino correcto y debemos seguir practicando para lograr volvernos el observador. 

Para estar conscientes, lo más importante es dejar de juzgar y separarnos del ego, nuestro personaje, para conectar con nuestra parte observadora y neutra. Este estado puede aportarte mucha información interesante y reveladora sobre quién eres y qué lugar deseas ocupar en el mundo. 

por qué Estar consciente puede cambiar tu vida

Normalmente, solemos estar tan pendientes del exterior y tan juiciosos que no nos permitimos observar cómo nos sentimos, qué necesitamos o qué deseamos. Estar conscientes puede despertarnos la necesidad de llevar a cabo ciertos cambios en nuestra vida, puesto que te estarás dando la oportunidad de escucharte sin juzgarte. 

Para ser el observador de aquello que piensas y sientes debes darte la oportunidad de mirarte con amor. Sin amor no podrás estar consciente. Si estás conectado, por ejemplo, con el miedo, no podrás abrirte y separarte de tus emociones o pensamientos porque el miedo te mantendrá atado y condicionado. 

Estar consciente es un estado muy plácido, pero donde podrías encontrar cierta incomodidad. Aunque la incomodidad es positiva y necesaria para el crecimiento personal. A veces, cuando llegamos a la conclusión de que debemos cambiar ciertos aspectos de nuestra vida, podemos llegar a sentirnos muy incómodos. Sin embargo, debes de ajustarte a quién eres hoy y no a quién eras hace cinco años. 

Cómo hacer esta meditación para estar consciente 

Para ello primero vamos a relajar la mente y el cuerpo. Activaremos el sistema nervioso parasimpático para que te sientas relajado y conectado con el corazón. Luego, seguiremos con un ejercicio que tienen la intención de ayudarte a conectar con la emoción del amor y desde aquí intentaremos estar conscientes, volviéndonos el observador de aquello que piensas o sientes. 

Procura mantener la mente abierta y recoger toda la información que te llegue durante esta meditación. Sería bueno que al terminar escribieras tus sensaciones para no olvidarlas y así tomar todavía más consciencia de todo lo que te está ocurriendo y comprender aquello que deseas y necesitas. Recuerda que no eres egoísta por escucharte, sino al contrario. 

  • Te animo hacer esta meditación cuando tengas treinta minutos libres. Es una meditación que necesita cierta integración al terminar y es importante que puedas anotar todo lo que quieras al acabar. 
  • Haz esta meditación sentado en una silla con la espalda erguida, pero sin tensión. Así seguro que no te duermes y seguirás estando cómodo.
  • Si te apetece, puede resultarte gratificante hacer la meditación con auriculares. Sentirás el sonido más envolvente y podrás aislarte mejor del exterior.
  • Si durante la meditación necesitas moverte, adelante. Si estás incómodo, por favor, recolócate en una postura más cómoda con movimientos suaves.
  • Si puedes, descárgate toda la meditación y luego pon tu dispositivo en modo avión.
  • Ponte algún aceite esencial en el difusor o algún incienso. Para estar conscientes te recomiendo aceites esenciales que ayuden a la concentración. Por ejemplo, de limón, menta o canela. Además, son estimulantes. 
  • Si ves que a la primera no consigues estar consciente, no te frustres. Para conseguir una buena meditación es básica la repetición y mantener una buena motivación. No quieras meditar para hacerlo mejor que el de al lado, medita por y para ti. El mejor objetivo son las ganas de descubrirte, amarte y vivir una vida coherente a quien eres.