Es muy probable que no puedas resistirte a probar esta mousse de chocolate. ¿Por qué estamos tan seguros? El chocolate, principal derivado del cacao es un producto que desata pasiones y algunas personas incluso mantienen con él una relación de anhelo que puede llegar a confundirse con una verdadera adicción.  ¿Por qué ocurre? Varios factores parecen influir en ello:

  • Lo relacionamos con momentos festivos. En nuestra sociedad se ha favorecido su uso asociado a momentos de disfrute, de fiesta o a la infancia.
  • Ayuda contra el estrés. Es habitual recurrir a él buscando efectos paliativos para estados de desánimo, en parte por su poder energético que favorece la desaparición del estrés.
  • Mejora el ánimo. Pero por otro lado el cacao contiene sustancias que fisiológicamente favorecen un bienestar físico y psíquico, de modo que indirectamente propician su consumo.

por qué esta mousse de chocolate te hará sentir bien

El chocolate suele usarse como un antídoto frente sensaciones de ansiedad tristeza o irritabilidad. La razón está en algunas de las sustancias que aporta;

  • Teobromina: Alcaloide similar a la cafeína y la teína, que estimula el sistema nervioso central, la circulación y la diuresis.
  • Triptófano: La riqueza del cacao en este aminoácido favorece la producción de serotonina, neurotransmisor que induce sensaciones de relajación y felicidad.
  • Feniletilamina: Mejora el ánimo, es adictiva y se relaciona con las anfetaminas.
  • Anandamina: Este compuesto activa curiosamente los mismos receptores cerebrales que se ponen en funcionamiento al fumar o ingerir marihuana. Por ello, induce una sensación de placer y lucidez mental.

Los pueblos de América Central ya percibieron esas cualidades. El nombre latino de la planta (teobroma) significa "bebida de dioses" y alude a la gran estima de que era objeto entre los pueblos precolombinos.

Se empleaba ceremonialmente, llegó a ser moneda de cambio y con él se producía una bebida muy tonificante.

Esta cualidad fue percibida por los españoles, que adoptaron el hábito de consumirlo y posteriormente lo presentaron ante la sociedad europea.

MOUSSE DE CHOCOLATE A LA NARANJA: receta fácil

El chocolate combina bien con muy diversos componentes, sobre todo con especias como la vainilla o la canela, pero también con algunas plantas, como la menta. Además, admite todo tipo de frutas, sobre todo fresas, frambuesas, naranjas y mandarinas. En esta receta de mousse de chocolate te proponemos combinar el chocolate con naranas. 

INGREDIENTES (PARA 6 PERSONAS):

  • 250 g de cobertura de chocolate
  • 50 g de mantequilla
  • 4 huevos
  • 125 g de nata montada
  • el zumo de dos naranjas
  • 1 naranja rallada
  • 2 cucharadas de agar-agar en copos
  • 100 g de azúcar
  • 12 hojas frescas de rosal, hiedra o laurel, de tamaño pequeño

PREPARACIÓN (45'):

  1. Funde la cobertura de chocolate al baño María. Retira 50 g, pinta con ella las hojas frescas por el envés y deja enfriar.
  2. Fuera del fuego, mezcla la mantequilla con el resto de chocolate. Mientras, exprime el zumo de dos naranjas y ralla otra.
  3. Calienta el zumo de naranja y disuelve en él el agar-agar y la ralladura de la naranja.
  4. Añade la gelatina al chocolate y después las yemas una a una. Monta las cuatro claras a punto de nieve con el azúcar.
  5. Cuando la crema de chocolate esté fría, añade la nata montada y luego las claras.
  6. Introduce la mezcla en la nevera en copas individuales. Por último, separa las hojas del chocolate y utilizan los moldes en forma de hojas para adornar la mousse.

INFORMACIÓN NUTRICIONAL:

  • Proteínas: 6 g
  • Hidratos de carbono: 50 g
  • Grasas: 17 g
  • Colesterol: 211 mg
  • Calorías: 379

cómo elegir el chocolate más saludable

El arbolito del cacao produce unos frutos con forma de melón que contienen las semillas en su interior. Estas semillas se han de fermentar y secar, y en ese punto se envían a las fábricas de chocolate de Occidente, donde se tuestan, lo que activa su peculiar aroma.

Por último se pelan, se les separa el germen y se muelen muy finamente para obtener la pasta de cacao, de sabor amargo. A esta pasta se le extrae parte de la grasa o manteca de cacao.

El producto resultante, con un mínimo del 20% de manteca, se tritura, y es el extracto seco de cacao o cacao en polvo. Para hacer el chocolate en tableta se parte de la pasta de cacao con la manteca, a la que se agrega azúcar y aromatizantes como vainilla, canela o nuez moscada y lecitina como emulgente.

El chocolate de más calidad contiene un 70% o más de cacao y poco azúcar. El chocolate con leche debe contener como máximo un 55% de azúcar, y al menos un 25 % de extracto seco total de cacao y un 25 % de materia grasa. El blanco se hace con leche, azúcar y manteca de cacao.

El chocolate negro es el más adecuado nutricionalmente, pues sus grasas son más saludables de lo que se pensaba. Contienen un 34% de ácido esteárico y un 35% de ácido oleico. El ácido esteárico, a pesar de ser saturado, una vez en el organismo se desatura y se transforma en ácido oleico, el mismo que caracteriza al aceite de oliva.

Ahora bien, esto no es válido para el chocolate con leche, con un perfil graso de menor calidad, y puede empeorar en el futuro, pues la legislación europea ya admite, como la americana, que el chocolate incorpore grasas distintas al cacao, generalmente subproductos de la industria alimentaria, mientras no superen el 5 %.

El cacao en sí no tiene colesterol, ni puede producir caries, pero sí los chocolates convencionales con poco cacao que incluyen azúcar y leche.

El cacao aporta polifenoles en una buena proporción. Estas sustancias antioxidantes estimulan además la producción de prostaciclina, que contribuye a reducir la presión arterial. El chocolate, por su gran contenido calórico, sería una sustancia oxidante en sí misma, pero los polifenoles atenúan esa característica.

El chocolate semiamargo que se vende en tableta contiene un alto porcentaje de grasa (30%) y carbohidratos (54%), vitamina E (2 mg/l00 g) y vitaminas B1 y B2.

La concentración de minerales es muy alta en potasio (450 mg /100 g), fósforo (220 mg) y magnesio (150 mg). Al magnesio se atribuye en parte la facultad del cacao para mejorar el estado de ánimo femenino, especialmente en el periodo premenstrual. También aporta hierro (3 mg), calcio, cinc, cobre y cromo. Pero debe consumirse con moderación, dada su riqueza en calorías (507/100 g).

Una forma saludable de consumir chocolate de postre es preparar una fondue de chocolate y frutas frescas. Para preparar chocolate de cobertura, se derrite al baño María, cuidando que no se queme. También puede ser ingrediente de platos de cocina, a los que da un toque contrastado y distinto.

El cacao se debe conservar en un lugar fresco, a 15 ºC, sin humedad. No debe exponerse a la luz solar ni a los cambios bruscos de temperatura.