Con unos pocos ingredientes se pueden elaborar varios productos que cuidan los pies y te ayudan a recuperarte después de una sobrecarga. Como los remedios contienen aceites esenciales y estos pueden provocar reacciones alérgicas, según la sensibilidad individual, es aconsejable que pruebes primero la tolerancia en un área pequeña de la piel. ¡Pratica la aromaterapia con tus pies!

1. Evita los pies sudorosos con sales de baño

Un baño de pies con sal, bicarbonato y aceites esenciales calma el sudor de los pies, los cuida y hace que la piel adquiera un tacto sedoso.

El aceite de árbol de té y el aceite de lavanda combaten las bacterias que causan los malos olores, mientras que el aceite esencial de salvia previene la sudoración excesiva gracias a sus propiedades astringentes. El bicarbonato también desodoriza y suaviza la piel.

Ingredientes (para 2 porciones de sales):

  • 1 taza de sal (puede ser sal marina, pero la sal doméstica normal también sirve)
  • 1 cucharada de bicarbonato de sodio
  • 3 gotas de aceite esencial de árbol de té
  • 2 gotas de aceite esencial de salvia
  • 2 gotas de aceite esencial de lavanda
  • 1 cucharadita de aceite vegetal opcional, adecuado para tu tipo de piel (el aceite de almendras dulces o el de sésamo son apropiados para la mayoría de personas)

Elaboración:

  1. Mezcla la sal y el bicarbonato en un bol.
  2. Agrega los aceites esenciales y remueve la mezcla con una cuchara.
  3. Si quieres añadir el aceite vegetal (opcional) hazlo ahora y remueve hasta que se distribuya uniformemente por la mezcla.
  4. Agrega el aceite vegetal con una cuchara y revuelve hasta que se distribuya uniformemente en la mezcla.
  5. Coloca en un frasco con tapa y ya está lista para usar.

Para hacer el baño de pies, mezcla media taza en una palangana con agua tibia (36-40 °C) y sumerge tus pies en ella durante unos 20 minutos. Luego enjuaga brevemente tus pies con agua tibia y sécalos bien.

2. Masaje relajante con aceites

Si has estado de pie todo el día, estarás feliz de hacer algo bueno para tus pies estresados. Un masaje relajante ​​será ideal para eliminar tensiones por la noche. Una mezcla de aceite de coco y aceite esencial de lavanda, que se prepara rápidamente, es adecuada para esto.

El aceite de lavanda relaja y desinfecta al mismo tiempo. El aceite de coco tiene un efecto antimicrobiano en el aceite de masaje, se absorbe bien y asegura una piel suave.

Ingredientes:

  • 30 g de aceite de coco
  • 7 gotas de aceite esencial de lavanda
  • Tarro de rosca pequeño para guardar

Elaboración:

  1. Desinfecta el tarro.
  2. Mide el aceite de coco, viértelo en el recipiente y déjalo derretir en un lugar cálido (sobre la estufa o al sol, según la temporada).
  3. Vierte el aceite esencial de lavanda en el aceite de coco y revuelve bien.
  4. Coloca el tarro en la nevera para que se enfríe rápidamente, preferiblemente sin tapa, para que no se forme condensación, lo que podría provocar el crecimiento de moho. Cuando el aceite de coco se haya asentado, cierre el tarro.
  5. Para usar, coloca un poco de la mezcla en tu mano y deja que se derrita. Masajea con cuidado los pies limpios con él, insiste especialmente en las áreas más estresadas, como las puntas de los dedos.

3. Spray vigorizante para pies cansados con aceites esenciales

Los pies estresados ​​o hinchados después de un largo día pueden refrescarse agradablemente con un spray para pies. El spray también previene problemas comunes de los pies, como el pie de atleta o la inflamación.

El aceite esencial de limón mejora el estado de ánimo, tiene un efecto antiviral y previene la inflamación. El aceite esencial de menta ayuda contra el pie de atleta, refresca agradablemente y también aporta una fragancia fresca. El romero fortalece los tejidos, favorece la circulación sanguínea y tiene un olor fresco y herbáceo.

Ingredientes:

  • 100 ml de agua hervida o destilada
  • 7 gotas de aceite esencial de limón
  • 7 gotas de aceite esencial de menta
  • 6 gotas de aceite esencial de romero
  • 1 botella de spray con pulverizador con 100 ml de capacidad

Elaboración:

  1. Llena el pulverizador esterilizado con el agua y los aceites esenciales, ciérralo y agita la mezcla vigorosamente antes de cada uso.
  2. Rocía tus pies con la mezcla después de bañarte o ducharte. También puedes hacerlo cuando estés fuera de casa, tras la practica deportiva. A continuación simplemente deja que tus pies se sequen.

Puedes sustituir la mitad del agua por vinagre de sidra de manzana, que aumenta el efecto preventivo contra el pie de atleta.

Por otra parte, ten en cuenta que el aceite esencial de limón aumenta la sensibilidad de la piel a la luz. Por lo tanto, es mejor no utilizar el spray para pies bajo la luz solar intensa, para evitar la decoloración de la piel.

 

4. higiene semanal de los pies

Una vez por semana conviene realizar un baño de pies -o chorro de ducha- alternando el agua caliente (dos minutos) con el agua fría (30 segundos) a fin de estimular la circulación.

El agua caliente aumenta la vasodilatación periférica de piernas y pies, que se combina con una vasoconstricción por el agua fría.

Vale la pena añadir un puñado de sal marina al agua, ya que en estas condiciones los pies absorben mejor las sales minerales. Al terminar, se secan bien los pies, especialmente entre los dedos.

Para aliviar los pies cansados, se añaden al agua sustancias relajantes, calmantes y refrescantes con activos como caléndula, alcanfor o derivados del mentol, que mejoran la sensación de ardor y fatiga. La menta es especialmente eficaz para activar la circulación y revitalizar los pies cansados.

Otra opción, más cosmética, es un baño de pies con agua tibia y tomillo. Para ello se hace una decocción durante 15 minutos de 100 g de la planta seca por litro de agua. Tras el baño, es necesario enjuagar con agua fría y secar bien los pies.

El tomillo tiene propiedades antisépticas y ayuda a combatir los gérmenes que pueden producir ardor en los pies y a evitar el exceso de sudor.

Para hidratar la piel de los pies, después de la ducha o de un baño de pies se liman bien las callosidades con piedra pómez y se aplica crema de aloe (regeneradora) o aceite de sésamo (muy hidratante), practicando un masaje, también en las uñas.

Para mejorar la absorción de la crema y revitalizar son útiles los masajes. Se extiende el producto, ya sea crema o aceite por el empeine, la planta del pie y los dedos, frotando suavemente. Los dedos se masajean uno a uno y también el espacio entre ellos.

Hay que masajear bien la planta del pie, especialmente la almohadilla y el talón, para que penetre la crema. Luego se frotan los nudillos por la planta del pie, especialmente en el arco, y se acaba dando suaves golpecitos con las yemas por toda la zona podal.

Las uñas son una materia viva que necesita cuidados especiales. Deben cortarse rectas, para evitar que se encarnen, y limarse bien. Es preferible retirar la cutícula a cortarla, ya que constituye una barrera natural contra las infecciones y si se pintan las uñas hay que renovar el esmalte cada semana para que las uñas respiren.