La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria de la piel, crónica y recurrente, que afecta a personas de todas las edades, principalmente a niños. Puede desencadenarse por múltiples factores tanto ambientales (clima, sol, polen, ácaros del polvo, moho, piel y pelos de animales…) como genéticos y propios de las personas con antecedentes de alergias, asma, fiebre de heno o que sufren estrés.

Los síntomas pueden ser muy molestos. Se caracteriza porque causa inflamación, sequedad, picor o enrojecimiento de la superficie de la piel, sobre todo en la parte interna de los codos y las rodillas, el cuero cabelludo, la cara y el torso. La piel se reseca e irrita ocasionando mucho picor, lo que motiva a rascarse generando más irritación e inflamación, que a su vez aumentan el picor, lo que acaba convirtiéndose en un círculo vicioso que vuelve a la piel vulnerable a virus, bacterias y contaminantes.

Muchas veces, a la hora de cuidar de nuestra piel y mejorar este problema, de lo que se trata es de conocernos mejor y aprender a identificar tanto los desencadenantes del eccema como la forma de prevenirlos. Encontrar el mejor producto o el mejor tratamiento para nuestra piel puede ser cuestión de explorar nuevas alternativas naturales y tomar nota de todo lo que nos hace sentir mejor.

A continuación, encontrarás una selección de productos naturales ideales para la piel atópica, una receta de una crema hidratante para piel atópica que puedes prepararte en casa y, finalmente, una serie de consejos de higiene y belleza para proteger tu piel en tu rutina diaria y evitar el eccema.

Remedios naturales ideales para la piel atópica

Si sufres de dermatitis atópica, sabes que existen diversos tratamientos farmacológicos que incluyen cremas y lociones con corticoides o esteroides tópicos, antihistamínicos, inhibidores de la calcineurina y hasta antibióticos para tratar las infecciones.

No obstante, puedes intentar llevar un cuidado más natural de tu piel, sin corticoides, perfumes ni conservantes, que prevenga, calme los síntomas e hidrate tu piel a diario. Algunos ingredientes naturales cosméticos son especialmente adecuados para el cuidado de la piel atópica:

  • Aceites vegetales: Los aceites vegetales de almendras, chaulmoogra, bayas de laurel, grosellero negro, kiwi, perilla, sacha inchi, salvado de arroz, manteca de karité y caléndula son antinflamatorios e ideales para tratar pieles secas e irritadas.
  • Aceites esenciales: También podemos contar con las maravillosas propiedades de los aceites esenciales como las que provee el aceite esencial de helicriso, tomillo, lavanda y tanaceto. Los aceites esenciales deben ser de calidad terapéutica ir diluidos en una proporción de 5 gotas en 1 en algunos de los aceites vegetales mencionados anteriormente.
  • Avena coloidal: Es conocida por sus propiedades calmantes, emolientes y por suavizar las irritaciones. Es habitual utilizarla en el baño.

Receta de crema para piel atópica con ingredientes naturales

Esta es una receta fácil con ingredientes naturales para hacer tu propia crema para hidratar la piel propensa a sufrir eccemas. Para prepararla necesitarás, eso sí, una serie de utensilios:

  • Frasco de vidrio con tapa higienizado.
  • Una cuchara y un batidor de alambre.
  • Dos bol y una balanza de cocina o de joyero.

Ingredientes para hacer la crema:

  • 30 g de gel de aloe vera
  • 10 g de gel de avena
  • 10 g de aceite vegetal de caléndula
  • 10 g de aceite de chaulmoogra o perilla (opcional)
  • 20 g de manteca de cacao
  • 10 g de manteca de karité
  • 5 g de provitamina B5
  • 5 g de lecitina de soja microgranulada (si tienes alergia a la lecitina de soja, no la pongas en tu receta)
  • 4 gotas de aceite esencial de helicriso italiano (o de tanaceto)

Cómo hacerla paso a paso:

Si puedes, pon a hervir todos los utensilios que utilizarás o al menos higienízalos con alcohol. De este modo, la crema puede durar más días ya que no lleva conservantes. También deberías higienizar con alcohol tus manos. A partir de aquí:

  1. Prepara un gel de avena con medio vaso de agua purificada y una cucharada de avena en hojuelas. Pon a hervir la avena y el agua hasta que hierva, cuela la avena y recoge el gel obtenido que aporta mucílagos emolientes y calmantes, al igual que el aloe vera.
  2. En un bol pon el aloe vera, el gel de avena y la lecitina de soja, y remueve bien con una cuchara de acero inoxidable o un batidor globo para que se disuelva la lecitina.
  3. En otro bol pon a baño de maría la manteca de karité y la manteca de cacao hasta que fundan.
  4. Agrega el aceite de caléndula y el aceite de chaulmoogra.
  5. Remueve, agrega la mezcla de aloe vera y remueve con un batidor globo unos minutos.
  6. Cuando se haya formado una crema compacta, retira del baño de maría y bate unos 3 minutos más. Deja a que enfríe.
  7. Agrega la provitamina B5 y el aceite esencial de helicriso, bate muy bien y envasa la crema.

Esta crema es totalmente natural, no lleva emulgentes ni conservantes: guárdala en la nevera. Una vez refrigerada, puede durar hasta una semana.

Puedes usarla cada día las veces que lo necesites.

Cómo cuidar la piel atópica en tu rutina diaria

Tan importante es que utilicemos productos naturales adecuados para la piel atópica como que cuidemos nuestros hábitos de higiene, el tipo de materiales e ingredientes que entran en contacto con nuestra piel o las condiciones ambientales, entre otros factores:

  • Emplea diariamente sustancias emolientes y calmantes sin corticoesteroides. Son especialmente útiles las cremas y lociones con provitamina B5 o pantenol para hidratar la piel, ayudar a reparar la barrera cutánea dañada y aliviar el picor evitando lesiones e infecciones.
  • Utiliza tejidos de algodón y lino y evitar tejidos sintéticos y de lana en vestimenta y ropa de cama que puedan producir picor para prevenir el rascado nocturno.
  • Suprime el uso de jabones de tocador normales, champú o geles de ducha que contengan tensioactivos fuertes, productos que contengan fragancias, colorantes, esencias, alcohol, perfumes u otras sustancias químicas irritantes como detergentes para ropa.
  • Los cambios bruscos de temperatura, la calefacción o aire acondicionados fuertes y el estrés pueden provocar sudoración y desencadenar los síntomas de alergia.
  • La hora del baño es fundamental para no exponer la piel demasiado. Toma baños cortos y frescos con menos frecuencia a cambio de los baños largos y calientes. Sécate delicadamente con una toalla de tejido suave y sin frotar. Hidrata de inmediato con una loción calmante y emoliente que atrape la humedad.
  • Hazte un diario donde puedas anotar los productos que irritan tu piel, sea la crema de manos o crema corporal, productos para el cabello (que también pueden irritar el rostro y el cuerpo), perfumes, jabones y geles, en particular los muy perfumados.
  • Controla tu maquillaje, elige los más naturales, inspecciona e higieniza tus brochas y pinceles. Toma nota de aquellos que desequilibran tu piel.
  • Revisa las fechas de caducidad de tus cosméticos desechando los caducados. Toma nota de los productos para la limpieza e hidratación que pueden ocasionarte irritación y ponlos en la lista de sospechosos.
  • Ventila tu casa abriendo ventanas para renovar el aire siempre que puedas.
  • Asimismo, es muy útil registrar el momento y la frecuencia de aplicación de productos efectivos que te has aplicado en la piel y te han dado buenos resultados a la hora de calmar picor, irritación y rojeces.
  • Habla con un profesional para que te recomiende una dieta adecuada.