El calor no solo es agotador y te hace sudar durante el día, sino que a menudo te quita el sueño en las noches de verano. Además de la temperatura, algunos errores tienen la culpa y se pueden evitar para dormir más tranquilo.

1. no te conviene hacer ejercicio antes de dormir

No se debe estimular demasiado la circulación justo antes de acostarse. Así que no hagas ejercicio intenso antes de irte a dormir.

Sin embargo, se recomienda una actividad física ligera, como una caminata corta, yoga suave u otros ejercicios de estiramiento después de cenar. 

Si no puedes o no quieres prescindir de tu entrenamiento por la noche, asegúrate de que pasen al menos dos horas entre el ejercicio y la hora de acostarte.

2. No ventilar te hace dormir peor cuando hace calor

Por lo general, es más fácil dormir con temperaturas frescas que con calor, así que asegúrate de que tu habitación no se caliente demasiado.

Muchos dejan sus ventanas completamente cerradas cuando hace calor para que éste no entre. Pero ese no es siempre es el camino correcto.

Según la posición de las ventanas y la cantidad específica de luz solar, también debes dejar las ventanas abiertas durante el día. La norma es: abre la ventana si la temperatura exterior es menor a la interior y, si puedes, crear una corriente de aire. Lo que siempre puedes hacer es ventilar cuando llega la noche y antes de que amanezca. 

3. dormir con poca o con demasiada humedad

Un buen clima interior también es importante para conciliar y mantener el sueño durante la noche. Un factor importante es la humedad, que debe situarse entre el 40 y el 60%.

Si sientes que la humedad es demasiado baja, puedes colocar baldes u otros recipientes con agua fría en el dormitorio. También puedes colgar una sábana mojada frente a la ventana, así conseguirás  un efecto refrescante.

O te puedes ayudar con humidificadores, sin embargo, son caros, consumen electricidad y la producción de un dispositivo electrónico requiere recursos.

4. calentarse en lugar de refrescarse antes de dormir 

Antes de irte a dormir, puedes darte una ducha corta para refrescarte del calor, pero solo con agua tibia. No te duches con agua fresca, porque el cuerpo reaccionará con sudor.  El agua fría hace que tu temperatura corporal baje, por lo que el metabolismo "se enciende" para calentar el cuerpo. Una ducha con agua tibia, por el contrario, proporciona el refresco ideal.

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5. El alcohol interrumpe el sueño

También debes evitar el alcohol, ya que puede causar sueño inquieto. Por cierto, esto no solo se aplica a las altas temperaturas del verano: el consumo regular de alcohol puede, incluso, causar verdaderos trastornos del sueño a largo plazo.

6. La cena equivocada es pesada para el estómago

La cena también afecta a tu sueño y puede hacer mucho mal cuando hace calor. Asegúrate de no comer comidas que sean difíciles de digerir por la noche.

Tampoco es recomendable comer muy caliente, ya igualmente puede impedir que te duermas. Las mejores alternativas son las frutas y verduras o una ensalada fresca.

7. Dormir mal con el calor debido a los pijamas sintéticos

Si usas la ropa incorrecta por la noche, esto también puede privarte del sueño. Los pijamas hechos de poliéster, por ejemplo, no se recomiendan porque se adhieren al cuerpo y resultan desagradables. 

Además, la fibra sintética absorbe mal el sudor. La ropa hecha de algodón o lino es mejor, porque las telas absorben la humedad, que luego se evapora, por lo que tienen un efecto ligeramente refrescante.

8. elegir el edredón equivocado

Por supuesto, lo que se aplica a la ropa también se aplica a los edredones y las colchas. De nuevo, debes evitar las fibras sintéticas. Por cierto, con temperaturas cálidas, cubrirte con una sábana es suficiente. 

Lo mejor es la ropa de cama de algodón ecológico, si es posible con efecto satinado, porque resulta suave y refrescante.

9. es mejor no dormir sin pijama ni sábana

Aunque sea tentador, no debes dormir sin ropa ni sábana, a pesar de las altas temperaturas. La razón es que por la noche el cuerpo no es tan buen regulando su temperatura interior por la noche y si duermes con la ventana abierta y la temperatura exterior baja, puedes favorecer una bajada de las defensas y contraer una molesta "gripe de verano".  

10. los pensamientos te impiden dormir

Un sueño reparador también depende de tu propia actitud. Si estás muy preocupada por el calor o por cualquier otra cosa, es muy probable que no puedas dormir bien por la noche. Es el fenómeno de la profecía autocumplida.

Por el contrario, una actitud positiva favorece el sueño, como también lo hace disfrutar del aire libre durante el día y del ejercicio físico moderado.