El hígado es uno de los órganos de desintoxicación más importantes del cuerpo humano. Tanto en la medicina tradicional china (MTC) como en la medicina occidental juega un papel extremadamente importante en el mantenimiento de la salud y la vitalidad.

En el sistema de 5 elementos de la MTC, el hígado se asigna a la temporada de primavera, por lo que este siempre ha sido el momento adecuado para limpiar tanto el cuerpo como la mente.

1. Los mejores aliados para cuidar el hígado

A la primavera en MTC le corresponde el elemento madera, el sabor ácido y el color verde. Por tanto, los alimentos más adecuados son las hojas tiernas y verdes, los brotes, las judías mungo, la soja, el mijo, las semillas de loto, las setas, el calabacín, el nabo, el apio, etc. También el té verde, el zumo de limón y las frutas del tiempo.

Las plantas útiles que favorecen al hígado en esta época son:

  • Manzanilla: suaviza el hígado, restaura el chi de estómago.
  • Cardo mariano: ayuda a recuperar la función hepática, pero hay que tener cuidado en caso de insuficiencia y frío de bazo y estómago.
  • Menta: fresca, activa el chi de estómago.
  • Hinojo: activa el chi de estómago calentando.
  • Anís: activa el chi de estómago y calma el dolor.
  • Chai hu (Bupleurum chinense): desbloquea el hígado y sube el yang.
  • Bai shao (Peonía china): nutre la sangre y controla el yin, suaviza el hígado y es analgésica; puede regular la regla y disuelve las masas.
  • Piel de mandarina seca: tonifica el chi de estómago y ayuda a desbloquear los acúmulos.

2. Liberar las emociones contenidas

Desprenderse de las emociones negativas ayuda a canalizar el chi de hígado. La ira se agudiza cuando el hígado se bloquea. Expresar las emociones no está bien visto en muchas culturas; es más, se nos educa para transformar su sincera expresión en algo socialmente aceptado.

La ira la canalizamos como podemos, en silencio o llantos; luego nos invaden la tristeza, la pena y la culpabilidad. ¡Cuánto desgaste energético! Hay una serie de ejercicios que pueden ser de ayuda:

  • Darse permiso. Se recomienda realizar este ejercicio a campo abierto. Se busca un lugar donde nos sintamos cómodos y, una vez encontrado, ponemos nuestra atención y deseo en pedir permiso al cielo, la tierra y todos los seres vivos para realizar el siguiente trabajo: permitirnos sacar la rabia, la frustración, el enfado, la pena y el miedo de la manera más directa, sin prejuicios ni tabúes.
  • Dejarse ir. En ese espacio de liberación, podemos ser niño o niña y llorar, gritar o patalear tirados en el suelo: llorar por los sentimientos ahogados entre dientes, gritar lo que no se haya verbalizado por los buenos modales y patalear por los enfados encajados entre músculos y tendones.
  • Buscar la calma del árbol. Una vez terminado el ejercicio, se armoniza la respiración y nos acercamos a un árbol para abrazarlo y sentir cómo palpita en nuestro pecho hasta que nos hayamos calmado. Para acabar, le damos las gracias a ese árbol.

3. Potenciar la vitalidad con ejercicio físico

Resulta muy beneficioso trabajar las extremidades y el contacto con la tierra.

  • Movilizar las articulaciones. Los ejercicios que se recomiendan para el hígado son los estiramientos y movimientos para soltar las articulaciones, los paseos a campo abierto, por el bosque, a la orilla del mar, practicar taichí, yoga, chikung, natación, pilates, ir en bici, correr… Se pueden hacer también ejercicios específicos para mover las articulaciones.
  • Expresarse a través de la danza. Para los amantes de la danza es momento de realizar sus ejercicios favoritos, de dejar que el cuerpo se exprese a su ritmo y a sus anchas.
  • Estiramientos. Es importante estirar músculos y tendones para relajarlos: el tronco y las extremidades superiores, las cervicales, las piernas… Existen multitud de ejercicios de estiramientos que se pueden realizar en el suelo o de pie. Cada uno debe encontrar los ejercicios más adecuados para sí y practicarlos a su medida, pero para disfrutar de sus beneficios se han de incorporar como una rutina diaria.