En algunas personas, la anemia se convierte en una dolencia difícil de erradicar: mejora con suplementos de hierro, pero al poco tiempo vuelve, incluso llevando una buena dieta. No es extraño que, de hecho, esta buena alimentación no tenga efectos en el cuerpo, que se siente pesado y acusa una fatiga frecuente.

Según la medicina china, estos casos tienen su origen en una insuficiencia de bazo y estómago. Ambos pertenecen al elemento tierra según la teoría china de los cinco elementos.

El bazo detesta la humedad (en una tierra encharcada apenas crece nada) aunque el estómago, por ser el "fogón" del cuerpo, prefiera el frío para apaciguar el calor que se genera al hacer la digestión.

El bazo es el órgano que genera el chi y la sangre a través de la comida, y luego lo distribuye con la ayuda del pulmón. Si el chi del bazo es débil, el estómago no es capaz de digerir ni absorber los alimentos.

Al mismo tiempo, el bazo cumple una función fundamental del cuerpo, que es la de contener los órganos en su sitio. Lo mismo hace con la sangre, para que no se extravase.

Cuando esto le sucede a mujeres con menstruaciones abundantes (que, casualmente, suelen ser dolorosas), es frecuente que se atribuya a esta causa el origen de la anemia. Sin embargo, hay una hipótesis alternativa.

Y es que cuando se tiene la regla abundante, a pesar de sufrir anemia (falta de sangre), suele ser porque el cuerpo no es capaz de contenerla: un bazo débil no produce suficiente sangre y, por tanto, no puede hacer su trabajo: contener la sangre, absorber los alimentos… Es un círculo vicioso.

Por la deficiencia de chi de bazo, se produce también una retención de líquidos. Todo lo que genera el cuerpo a través de la comida, tanto lo bueno como lo malo, se distribuye y se elimina sobre todo por el bazo y el pulmón. Entre los dos hacen que todas las sustancias empiecen a circular.

Un exceso de comida fría y de agua (también fría aunque esté a temperatura ambiente) debilita el bazo y no le permite eliminar lo que entra en el cuerpo, que se estanca en forma de celulitis (agua patológica). Seguramente esto ocurre de cintura para abajo, porque el agua es pesada y no suele acumularse en la zona superior del cuerpo.

Para corregir un problema de anemia recurrente, ten en cuenta los siguientes consejos:

  1. Reducir la cantidad de agua que se ingiere al mínimo.
  2. Cambiar la dieta de ensalada y fruta por otra que introduzca verduras al vapor o a la plancha.
  3. Comer algo más de sopas y caldos, frutos secos, cereales e hidratos de carbono.
  4. Prepararse infusiones agradables para dar calor al cuerpo.
  5. Comer más a menudo y menos cantidad –lo que facilitará la digestión–, así como masticar bien.
  6. No abusar de lo dulce ni lo salado.
  7. Considerar el sabor picante, que resulta favorable para calentar y activar el bazo y estómago, y el pulmón.
  8. Después de comer, descansar un poco, aunque no demasiado.
  9. Prepararse tras las comidas una infusión digestiva (de hinojo, manzanilla, jengibre, poleo menta o canela…).
  10. Hacer algo de ejercicio, tomar el sol y mantener buen ánimo son recetas simples pero muy efectivas.
  11. La raíz china Dong quai (Angelica sinensis), que se comercializa en las farmacias de nuestro país, tiene como acción principal tonificar la sangre y resulta beneficiosa para el bazo y el hígado. Preparada en forma de cápsulas, se suelen tomar de 3 a 6 al día durante un periodo de entre 3 y 6 meses.