Los diabéticos siempre deben controlar su nivel de azúcar en sangre con un medidor y ajustar su dosis de insulina, si es necesario. Los chequeos regulares y las consultas con el médico son obligatorios. Pero las personas que no sufren diabetes no pueden vivir completamente despreocupadas. La diabetes tipo 2 es una enfermedad que se desarrolla con el tiempo, por lo que siempre conviene mantener el azúcar bajo control. No solo se previene la enfermedad, sino que se reduce la inflamación, mejora el rendimiento físico y mental, y la salud en general.

Los hidratos de carbono que proporcionan los alimentos se convierten en glucosa de forma más o menos rápida. Cuando los niveles en la sangre aumentan, el páncreas produce insulina para reducirlos, facilitando la entrada de la glucosa en las células.

Pero, ¿qué sucede cuando la insulina no elimina suficientemente el azúcar en la sangre? La sensibilidad reducida a la insulina es un prestadio de la diabetes tipo 2. Para que no se convierta en un problema de salud serio se debería mantener el azúcar bajo control con ayuda de remedios como los siguientes.

¿Qué se puede hacer para bajar el azúcar en la sangre?

1. Un paseo después de la comida hace maravillas

Una caminata de 20 minutos después de cada comida principal conduce a una reducción significativa de los niveles de azúcar en la sangre. No hay una manera más fácil de prevenir la diabetes tipo 2.

Esta práctica también se usa con éxito en la diabetes gestacional para mantener los niveles de azúcar en la sangre de la madre y el feto dentro de un rango saludable.

2. Entrena sobre todo tus piernas

Debido a que las piernas son nuestro grupo muscular más grande, consumen cantidades importantes de azúcar en forma de glucógeno, que se quema durante la realización de actividades físicas.

Además de caminatas puedes realizar un entrenamiento específico de las piernas. Puedes hacer, por ejemplo, sentadillas con regularidad para agotar tus reservas de azúcar. Y sube siempre las escaleras, aunque al principio te resulte difícil.

3. La fibra y el vinagre regulan el azúcar en la sangre

Come al menos 40 gramos de fibra. Ten en cuenta que esta cifra se refiere solo a la fibra, no al peso del alimento completo rico en fibra. Por ejemplo, una pera pesa unos 200 g y aporta 7 g de fibra.

Incluye 1-2 cucharaditas de vinagre en tus comidas principales. Una ensalada con vinagre y aceite y una comida principal con abundantes verduras, cereal integral y legumbre evitan que el nivel de azúcar en la sangre se dispare y luego vuelva a caer.

Vídeo: El truco del vinagre para bajar el azúcar en sangre

4. El ayuno intermitente puede ayudar

Si te sientes aletargado o con falta de concentración, ya sea después del desayuno o después de la cena, podrías beneficiarte saltándote una comida, siguiendo las pautas del ayuno intermitente.

El 80% de las personas son más sensibles a la insulina por la mañana y, por lo tanto, pueden procesar mejor el desayuno, sin embargo, el otro 20% puede metabolizar mejor la cena.

Observa de cerca cómo reacciona tu cuerpo al comer en momentos específicos y considera no desayunar o no cenar. En cualquier caso, para metabolizar eficazmente los hidratos de carbono conviene comer antes de las 15 h y cenar antes de las 20 h (en la cena, además, la proporción de hidratos de carbono debe ser la mínima).

5. Evita los azúcares de absorción rápida

Puedes eliminar los siguientes alimentos de tu menú diario:

  • Productos elaborados con harina blanca
  • Barritas energéticas (suelen contener azúcares y grasas añadidas)
  • Yogur de frutas azucarado
  • Café con leche azucarado
  • Refrescos y bebidas energéticas (las versiones light tampoco son recomendables por la presencia de edulcorantes artificiales).

6. Come más legumbres

Legumbres como las alubias, las lentejas y similares tienen un efecto más positivo en el nivel de azúcar en la sangre que cualquier otro alimento.

Según esto, las legumbres no solo reducen el aumento inmediato de azúcar en sangre, sino también el incremento provocado por la próxima comida.

Como resultado, las legumbres tienen un efecto preventivo sobre la resistencia a la insulina y la diabetes tipo 2.

7. Bebe suficiente agua

Todo el mundo sabe que beber agua es saludable. Los niveles de azúcar en la sangre también se benefician de una ingesta suficiente de líquidos.

La hidratación facilita el trabajo de los riñones y de las células, tanto es así que las personas que beben adecuadamente tienen menos riesgo de desarrollar diabetes.

Por otra parte, beber poco agrava las consecuencias iniciales de una diabetes incipiente.

En general se recomienda beber 1,5 litros diarios de agua, pero la cantidad adecuada dependen del peso corporal, la temperatura y la humedad ambientales, y la actividd física.

Estas medidas no reemplazan el tratamiento médico de la diabetes, solo pueden tener un efecto preventivo y complementar la terapia integral de la diabetes tipo 2.

Si sospechas que puedes tener diabetes, debes contactar inmediatamente con tu médico de cabecera.