A veces las cistitis pueden repetirse una y otra vez. Aunque las tratemos con antibióticos, al cabo de unos meses vuelven a aparecer. Estas cistitis o infecciones de orina de repetición tienen su origen en el mantenimiento de hábitos de vida que las facilitan y en un tratamiento sintomático que, al no suprimir las causas, cronifica el problema.

Son tres los factores necesarios para que se produzca cualquier clase de infección: la presencia de los microorganismos, un medio ambiente propicio y un terreno abonable, es decir, un estado de salud en el organismo que favorece la infección. Habitualmente el tratamiento convencional solo aborda la supresión del virus o bacteria recurriendo a fármacos antiretrovirales o antibióticos. Y pocas veces tiene en cuenta el terreno donde crece y se desarrolla la infección.

Sin embargo, es en el terreno donde reside la verdadera causa, ya que si el microorganismo no encuentra lo necesario para crecer y multiplicarse no puede producirse la infección. Los portadores, personas que tienen el virus o bacteria y no padecen la enfermedad, son la demostración de que, como decía Ramón y Cajal, “las infecciones se deben, antes que a la especie microbiana, al terreno orgánico que la infección coloniza”.

Por qué no consigo evitar la cistitis tomando antibióticos

Centrándonos en las infecciones de orina, si las tratamos exclusivamente con antibióticos, lo que conseguimos es deteriorar cada vez más el terreno, ya que el antibiótico no discrimina, en su actividad “anti-vida”, entre células propias y agentes patógenos. Esto facilita las reinfecciones, con el agravante que, con su uso repetido, potenciamos el riesgo de resistencias a la medicación.

La capacidad del organismo para defenderse pasa también por tener un sistema inmunitario sano. En este caso es bueno saber que todas las mucosas del cuerpo (aparato digestivo, respiratorio, urogenital, glándulas mamarias y salivares) están protegidas por un tejido linfoide (con células defensivas como los linfocitos) e interrelacionadas entre sí, de modo que una alteración en uno de estos órganos puede viajar, vía linfática o circulatoria, a otro de ellos. Es lo que se conoce como "síndrome inflamatorio de las mucosas". Esto es lo que explica que pueda haber correlación entre alteraciones de la flora microbiana digestiva y la urogenital.

Por tanto, para tratar una cistitis de repetición hemos de mejorar el terreno, a nivel local y global.

La mejor alimentación para tratar las cistitis de repetición

Una manera de mejorar el terreno a nivel local y global es a través de la alimentación. Las recomendaciones sobre la mejor alimentación para combatir las cistitis serían:

  • Llevar una dieta rica en frutas y ensaladas.
  • Evitar alimentos como los azúcares y productos refinados, los lácteos, los huevos y las carnes.
  • El ajo está considerado como un potente antibiótico que puede utilizarse para aliñar las ensaladas diarias.
  • Evitar bebidas alcohólicas, cafeína, chocolate y picantes.
  • Procurar mantener un tránsito intestinal diario. El estreñimiento favorece las infecciones.
  • Desde la medicina naturista se aconseja que gran parte de la ingesta diaria de los dos o tres litros de líquido recomendados para estos casos sean aportados con caldo vegetal o infusiones. Tómalos siempre alejados de las comidas.
  • El caldo vegetal ha de ser de cebolla y apio fundamentalmente (alimentos diuréticos y antisépticos) y ha de tomarse tres o cuatro veces al día un tazón tibio con el zumo de un limón recién exprimido cada vez.
  • Si se toman zumos, pueden ser de arándanos o de naranja.

Otras ayudas para el tratamiento natural de la cistitis

Como ayuda específica en sustitución de los antibióticos, hay preparados fitoterapéuticos de gran eficacia que contienen plantas con acción antiséptica y protectora de las vías urinarias: gayuba, arándano rojo, brezo…

En caso de que sea necesario tomar antibióticos, porque el cuerpo todavía no tiene suficiente capacidad de respuesta, los probióticos son imprescindibles. En otro artículo te cuento con más detalle por qué tomar probióticos y cómo hacerlo.

El cuidado de la higiene íntima siempre hay que mantenerlo, teniendo en cuenta los consejos de higiene intima válidos para las infecciones, como no utilizar jabones, utilizar productos de higiene íntima que respeten la flora vaginal y evitar los chorros de agua de la ducha directos.