Escozor al orinar, escalofríos, necesidad de ir al baño con frecuencia, sensación de no haber vaciado la vejiga, sangre en la orina, dolor abdominal... seguro que, si has sufrido alguna vez una infección de orina, estos síntomas te resultan familiares. Algunas personas se preguntan si hay para la cistitis un alivio inmediato de los síntomas. Y, aunque ciertamente no podemos remitir los síntomas de modo instantáneo, la verdad es que algunos remedios naturales y hábitos pueden ayudar mucho a acabar con ellos rápidamente.

Causas de la cistitis

La cistitis es una inflamación del interior de la vejiga, normalmente causada por una infección bacteriana.

Inicialmente se localiza en la uretra, donde bacterias procedentes del intestino se introducen y multiplican para seguir su camino hacia la vejiga, los uréteres e incluso llegar a los riñones. La bacteria Escherichia coli es la causante habitual del 85% de las cistitis, aunque puede haber otros gérmenes (como la Krebsiella, la Proteus mirabilis o el hongo Candida albicans) y ciertas sustancias (entre ellas algunos alimentos, jabones o perfumes) que provoquen la irritación de la vejiga.

El estreñimiento, algunos fármacos (antibióticos, anticonceptivos...), las relaciones sexuales, los cambios hormonales, la diabetes, ciertas alteraciones anatómicas y la predisposición individual se asocian a un mayor riesgo de infección urinaria. También la ingesta insuficiente de líquidos.

Sin embargo, para que un germen produzca infección primero debe colonizar la orina de la vejiga y luego producir una respuesta inflamatoria en la mucosa vesical.

Si eres una persona propensa a las cistitis, puedes reforzar tus mucosas con una buena dieta y complementos naturales. No esperes a que aparezcan los síntomas.

Infección de orina sin patógeno

Muchas personas que sufren infecciones recurrentes no presentan actividad bacteriana en los cultivos de orina. Entonces... ¿por qué aparecen síntomas de la cistitis sin que haya un germen causante?

En un artículo sobre «cistitis intersticial», publicado en la revista Current Opinion in Urology, los investigadores apuntan a una posible explicación. Al parecer, después de que se sufran frecuentes infecciones, se produce una alteración de la permeabilidad epitelial, la activación permanente de los mastocitos (células del sistema inmunitario que se encargan de regular los procesos inflamatorios y alérgicos) y la sensibilización de los nervios aferentes sensoriales, lo que lleva a una micción irritativa.

La cistitis intersticial es común entre mujeres que han padecido previamente infecciones recurrentes y, entre los hombres, con frecuencia se diagnostica erróneamente como prostatitis o hiperplasia benigna.

cistitis: alivio inmediato con una Infusión 

Tomar 2 o 3 tazas al día de la siguiente infusión de plantas favorece la expulsión de las bacterias y alivia las molestias de la cistitis.

Pon a hervir 250 ml de agua y, cuando llegue a ebullición, agrégale 2 cucharadas soperas de una mezcla de hojas de abedul, gayuba y cola de caballo; añade también un puñado de barbas de maíz, y haz que hierva 3 minutos. Tapa, deja que repose unos 15 minutos y cuélala.

La eficacia de esta infusión se debe a sus propiedades bactericidas y antiinflamatorias: las hojas de abedul disminuyen la adherencia del patógeno en los tejidos; la gayuba es antiséptica; la cola de caballo aumenta la diuresis, y las barbas de maíz ayudan a relajar el revestimiento de la vejiga y calman el ardor.

Añade a cada taza 30 gotas de tintura de propóleo: es bactericida y contribuye a superar antes la infección.

Qué alimentos comer y cuáles evitar en caso de cistitis

Si tienes propensión a padecer cistitis de repetición tienes que saber que hay alimentos que propician la irritación de la vejiga y que deberías evitar o reducir. Otros pueden resultar de gran ayuda.

  • Evita especialmente las bebidas alcohólicas, los refrescos carbonatados, la cafeína, los picantes, cítricos, tomates y chocolate.
  • Reduce el consumo de alimentos acidificantes como las harinas refinadas, el azúcar, los lácteos y las carnes rojas.
  • Se desaconsejan los enlatados, los quesos curados y las salsas industriales, incluida la de soja.

No deberían faltar en tu alimentación abundantes vegetales, frutas y hortalizas que, además de prevenir el estreñimiento por su aporte de fibra, tienden a alcalinizar los tejidos del organismo y aportan minerales protectores como el potasio y el magnesio.

Una buena medida de prevención es tomar habitualmente zumo de mirtilos o de arándanos. Los componentes de estos frutos rojos reducen la capacidad que tienen las bacterias de adherirse al tracto urinario. Es importante que el zumo sea natural y no esté edulcorado, pues el azúcar tiene un efecto nocivo sobre el sistema inmunitario.

Dieta depurativa  contra la cistitis

Para mejorar o prevenir la cistitis puedes seguir esta dieta. Hazla mientras dure la cistitis, o un par de días a la semana si es para prevenir:

  • En ayunas: Zumo de un limón con una punta de cuchillo de bicarbonato, en medio vaso de agua; una manzana, albaricoques, fresas o arándanos rojos; y rebanada de pan integral con tahini.
  • A media mañana: Un vaso de caldo depurativo de cebolla, puerro y apio.
  • Comida: Zumo de arándano; ensalada verde con pepino, rábano, col lombarda y germinados, aliñada con ajo, jengibre, orégano, romero o cúrcuma; y salteado de verduras (sin tomate) con arroz, quinoa o sarraceno. Infusión antiséptica y diurética.
  • A media tarde: Otro vaso de caldo depurativo.
  • Cena: Verdura al vapor; yogur con unos piñones o almendras crudas; e infusión antiséptica y diurética.

Cómo evitar las cistitis

Un estudio, publicado en 2011 en American Academy of Family Physicians, destaca que las mujeres son más propensas a las cistitis agudas no complicadas por la proximidad anatómica entre el ano, la vagina y el orificio de la uretra. Tomar ciertas medidas ayuda a disminuir el riesgo que conlleva la anatomía.

Como decía Claude Bernard (1813-1878), biólogo y médico francés, «el microbio no es nada, el terreno lo es todo». Y en el caso de las cistitis es muy habitual encontrar unas mucosas previamente debilitadas. Los antibióticos solamente consiguen la supresión del patógeno, pero no tienen en cuenta el terreno orgánico donde crece y se desarrolla la infección. Y ese es precisamente el factor más importante para que un microorganismo crezca y colonice la zona afectada.

Es fundamental reforzar el sistema inmunitario para que sean nuestras propias células defensivas las que controlen la invasión del agente agresor. Y si tenemos en cuenta que la mayoría de infecciones de orina son debidas a microorganismos procedentes del intestino, cuidar la microbiota intestinal es, sin duda alguna, el primer paso para prevenirlas.

Algunos sencillos hábitos cotidianos pueden ayudarte a evitar que sufras este tipo de infecciones:

  • Bebe lo suficiente. Ingerir poco líquido a lo largo del día propicia que se acumulen los gérmenes en el epitelio vesical. Es imprescindible beber en abundancia para que se produzca un efecto arrastre de las bacterias hacia el exterior.
  • No demores ir al baño cuando sientas la necesidad de orinar. La acumulación de orina en la vejiga favorece la aparición de las infecciones.
  • Es mucho más efectiva la ducha que el baño para eliminar las bacterias acantonadas en la piel y que pueden causar cistitis.
  • Después de evacuar, sécate de delante hacia atrás para evitar que las bacterias de la región anal penetren en la vagina o en la uretra.
  • Lava muy suavemente la piel del ano y de la vagina con jabones neutros que respeten el pH y evita el uso de desodorantes genitales, ya que este tipo de productos pueden irritar la uretra y la vejiga.
  • Procura vaciar la vejiga tan pronto como puedas después del coito. Es uno de los factores que más influye en la aparición de las cistitis.

    suplementos para prevenir la cistitis

    Estos suplementos ayudan a nuestro sistema inmunitario a defenderse por sí mismo de los agentes patógenos que provocan la infección.

    • Equinácea: La equinácea (Echinacea angustifolia) estimula la fagocitosis de patógenos y la producción de sustancias antiinflamatorias. No se debe tomar más de dos meses seguidos, pero puedes alternarla con otros productos para las defensas. Dosis: de 125 a 375 mg dairios del extracto seco estandarizado.
    • D-manosa: Este azúcar simple, presente en melocotones, albaricoques, brócoli y bayas rojas, bloquea el crecimiento de las bacterias en el tracto urinario y evita que ataquen las paredes de la vejiga. Se suele comercializar junto con extracto de arándano rojo. Dosis: 10 g dos veces al día disueltos en zumo o agua si hay infección, y de 2 a 5 g diarios de mantenimiento.
    • Proantocianidinas: Son pigmentos vegetales que se hallan sobre todo en las frutas y verduras de color rojo o morado intenso. Tienen propiedades antioxidantes, antibacterianas y antiinflamatorias. Protegen las mucosas y facilitan la eliminación de las bacterias. Dosis: 240 mg diarios.
    • Probióticos: Algunas cepas de lactobacillus como L. plantarum, L. crispatus y L. rhamnosus han demostrado su capacidad para inhibir patógenos urinarios como la Escherichia coli, y para evitar recidivas, si se usan de forma continuada durante cierto tiempo. Dosis: un probiótico con 1x109 UFC (mil millones de «unidades formadoras de colonias») al día tres meses seguidos, dos veces al año.