Después de una enfermedad es normal atravesar un periodo de recuperación o convalecencia. En las personas mayores esta fase puede ser más larga y pesada después de una gripe, una neumonía o una infección urinaria, por ejemplo. Conviene adoptar medidas para recuperar fuerzas, la salud física y el ánimo tras este periodo de enfermedad.

6 pasos para recuperar fuerzas después de una enfermedad

Durante los días de reposo en cama, los músculos se degeneran rápidamente, se pierde el apetito y el estado de ánimo queda tocado. En el camino hacia la recuperación, los pacientes mayores deben prestar atención a algunas medidas que pueden acelerar la vuelta al estado normal de salud. Pero no es tan importante acortar el tiempo como reforzar el organismo entero.

1. Dale tiempo al cuerpo para que se regenere

Ya sea en los bronquios, la vejiga o los intestinos, los procesos de reparación y regeneración tienen lugar en todo el cuerpo después de superar una enfermedad. Es un trabajo de limpieza que consume energía.

Cuanto mayor sea la persona afectada, más tiempo se requiere. Para superar realmente una infección, pueden pasar de seis a ocho semanas, con o sin antibióticos. Por ello, hay que instar a las personas mayores a tener paciencia. Sentirse muy débil o marearse al levantarse es algo completamente normal al principio tras salir de una problema de salud y no hay que agobiarse por ello.

2. Apoya tu recuperación

Pueden ser de ayuda para recuperarse:

  • Las pastillas para chupar con ácido hialurónico o musgo de Islandia que mantienen la mucosa húmeda. También hay que beber lo suficiente.
  • Inhalar aceites esenciales (como el eucalipto) o vapor de agua pura, ya que ayuda a aliviar las vías respiratorias y los bronquios irritados.
  • Las duchas nasales también son útiles incluso después de que hayan desaparecido los síntomas de infección en los senos paranasales.
  • El bálsamo labial de coco con melisaprotege contra el herpes labial en la boca.
  • Los suplementos vitamínicos y las bebidas proteicas proporcionan nutrientes si se come muy poco.
  • Las cápsulas probióticas refuerzan la microbiota, desinflaman y estabilizan la mucosa intestinal después de haber tomado antibióticos.

3. Levántate de la cama

Quedarse en la cama no es lo más deseable. Los pacientes mayores pierden rápidamente masa muscular si permanecen encamados. El reposo estricto en cama se puede comparar con la ingravidez. Las personas mayores de 75 años pierden hasta 1,5 kilogramos de masa muscular en diez días. Esta pérdida extrema es la razón por la que una gripe o una infección prolongada puede desembocar en una fragilidad permanente.

4. Haz ejercicio para prevenir la degradación muscular

Así que tan pronto como sea posible levántate de la cama. Incluso si te cuesta mucho, y si solo vas a la mesa del comedor tres veces al día, al principio eso es mejor que nada.

Acostarse por períodos prolongados también debilita los músculos respiratorios. Cuanto más superficial es la respiración, menos oxígeno llega a los tejidos. Así que vuelve a la normalidad lo antes posible, no con un deporte agotador, sino con un movimiento suave.

Para la recuperación física es importante que la dieta sea correcta. Los expertos aconsejan llevar una dieta equilibrada a lo largo del día, aunque no se tenga apetito. Los alimentos ricos en proteínas como los huevos o las legumbres, son particularmente importantes ahora.

Los exámenes extensos o los controles de laboratorio no suelen ser necesarios a menos que continúes sintiéndote muy débil y no mejores después de seis semanas. Si disminuye el peso corporal es necesario consultarlo con el médico.

5. Trata de hacer cosas con otras personas

Para muchas personas mayores, estar agotado físicamente durante mucho tiempo también significa hundirse en una depresión mental. Por suerte, algunas personas mayores tienen la suficiente congianza básica que les ayuda a sobrevivir a una crisis de este tipo.

Otros, en cambio, caen en un hoyo profundo. El duelo, las preocupaciones, pero también el miedo a no recuperarse los mantienen estancados en la enfermedad. Pierden la motivación para levantarse de nuevo, para comer, para participar de nuevo en la vida. Solo unos pocos pasos pueden ayudarles a salir de las profundidades.

Desafiarte mentalmente y buscar contactos sociales puede animarte de nuevo. Para el día siguiente, por ejemplo, proponte ir a la panadería. La caminata, con la lista de la compra en tu cabeza, la conversación en la tienda, son un buen comienzo.

6. Sueña despierto: imagina lo que harás en un futuro cercano

  • Mantente realista. No hace falta que imagines un gran viaje, primero formula metas pequeñas: atrévete a salir a la calle o al parque o invita a tus nietos a tomar un té.
  • Crea estructura. Los rituales, como leer el periódico todas las mañanas o tomar una taza de té por la tarde, ayudan a estructurar el día y contrarrestar los estados de ánimo depresivos.
  • Acepta ayuda, te puede hacer mucho bien. Los solteros o los viudos pueden pedir ayuda a familiares, amigos o vecinos. Es una manera de cubrir tus necesidades y de estar en contacto con otras personas.