Muchos de nosotros esperamos temporadas determinadas de alimentos durante el año, el tiempo de las fresas, el de las sandías y los melones, el de las castañas... Así muchos aficionados y gourmets esperan la temporada de las setas. Su sabor exquisito y la infinidad de posibilidades que dan en la cocina lo explican, pero hay también otros motivos por los que vale la pena aprovechar bien la temporada de setas, incluida la del humilde champiñón.

Setas: propiedades y beneficios fuera de lo normal 

Las setas representan un punto y aparte entre los seres vivos: además de las plantas y los animales, están las setas. Las frutas y las verduras pertenecen al reino vegetal, pero las setas no son ni lo uno ni lo otro.

Las setas ni siquiera son plantas, porque las plantas usan la fotosíntesis para producir energía, y las setas, sin embargo, no pueden convertir la luz solar en energía. Las setas obtienen todos sus nutrientes vitales del medio ambiente. Esto las hace significativamente más similares a los animales en algunos aspectos que a las plantas.

¿Y por qué todo esto? Porque esa posición de las setas a medio camino entre el mundo vegetal y el mundo animal explica muchas cosas, entre ellas, su apasionante composición nutricional, que las convierte en un nutritivo alimento con mucho que ofrecer. 

Las setas no solo son verdaderas delicias. El portador del sombrero con sabor a nueces y especias también te proporciona valiosos nutrientes y vitaminas que te mantienen saludable durante la estación fría. Además, apenas tienen grasas, tienen un bajo valor calórico y no elevan el colesterol.

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Sin embargo, de las numerosas propiedades y beneficios de las setas hay tres por las que merece la pena aprovechar bien la temporada de setas.  Te explicamos qué hace especialmente a las setas tan saludables y por qué deberías incluirlas en tus menús otoñales.

1. Aportan vitamina D

Las setas son una de las pocas fuentes alimenticias de vitamina D que no provienen de animales.

Es interesante saber, además, que los estudios han encontrado que las setas expuestos a la radiación ultravioleta durante el crecimiento aumentan sus niveles de vitamina D, como se recoge en esta revisión de estudios publicada en Nutrients. 

Las setas contienen cantidades nutricionalmente relevantes de vitamina D2y pueden ayudar a cubrir el requerimiento diario den este importante nutriente. La vitamina D juega un papel importante en nuestro sistema inmunitario, tiene una influencia positiva en nuestra psique y fortalece los músculos y los huesos.

2. Pueden mejorar el estado de ánimo

Un estudio de la Universidad Estatal de Pensilvania (Estados Unidos) comprobó, tras analizar  los datos de más de 24.600 adultos, que quienes consumen setas regularmente tendían a sufrir menos depresión, hallando una correlación entre el consumo de sets y la depresión con cantidades de solo 5 gramos al día.

La explicación según los investigadores podría hallarse en la riqueza de algunas setas en diversos antioxidantes, especialmente la ergotioneína y también el glutatión.

La ergotioneína abunda en los champiñones, las setas ostra, las shiitake y probablemente también en otras especies de setas. Se cree que su efecto antiinflamatorio y antioxidante podrían estar detrás de la mejora de síntomas asociados a la depresión.

Champiñones y perejil sobre una tabla de madera

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3. Contienen proteínas

Las setas son una buena fuente de proteínas. Aportan una media de 3,1 gramos de proteína por cada 100 gramos. Por lo tanto, los champiñones deben estar en el plato regularmente, especialmente si eres vegetariano o vegano.

Una de las setas que más proteínas aporta es el boletus edulis, con alrededor de 5,6 gramos de proteína por cada 100 gramos. 

Las proteínas son importantes para mantener y desarrollar el tejido muscular. Por lo tanto, son de gran interés para las personas activas en los deportes.

En última instancia las proteínas desempeñan una función destacada en el cuerpo humano. Se requieren como componentes básicos para producir hormonas, enzimas y anticuerpos para combatir los patógenos. Nuestro sistema inmunológico no podría funcionar sin proteínas.

4. Refuerzan el sistema inmunitario

Las setas son una de las principales fuentes de betaglucanos, un tipo de fibra que modifica la composición de la microbiota y es capaz de estimular la inmunidad.

Según un estudio publicado en Nutrients llevado a cabo por investigadores de la Universidad Comenius de Bratislava (Eslovaquia), la suplementación con betaglucanos resulta eficaz en la prevención y el tratamiento del resfriado, las gripes y otras infecciones respiratorias. 

Los betaglucanos, además de ser potentes inmunomoduladores naturales, son capaces de regular el metabolismo de la glucosa.

5. Pueden prevenir la demencia

La demencia relacionada con la edad y las debilidades cognitivas a veces se pueden prevenir con una dieta sana y equilibrada. Las dietas como la dieta MIND están diseñadas para proporcionar al cerebro todos los nutrientes importantes que necesita para seguir siendo eficiente en la vejez.

Investigadores de Singapur descubrieron recientemente que el consumo regular de setas también puede contribuir a mantener la función cerebral en la vejez.

Las setas contienen, entre otras cosas, un aminoácido que solo se encuentra en pequeñas cantidades en el cerebro de muchas personas con demencia, la ergotioneína.

En el estudio, publicado en Journal of Alzheimer's Disease, los investigadores observaron que las personas que consumían comidas que contenían 150 gramos de champiñones dos veces por semana tenían un riesgo 57 % menor de desarrollar demencia que las personas que comían champiñones con menos frecuencia. 

¿Cuándo es temporada de setas?

El otoño es la mejor época para recoger setas, aunque también hay setas que se recogen en primavera.

Muchas variedades de setas locales están en temporada de finales de septiembre, principios de octubre a noviembre. A los habitantes del bosque con sombrero les encantan la humedad otoñal y las temperaturas relativamente suaves. El boletus, los níscalos, el rebozuelo o las oronjas son algunas de las setas más populares en otoño.

Las colmenillas o la seta de San Jorge son setas típicas de primavera.