Las plantas medicinales pueden constituir una alternativa válida a la agresividad de muchos fármacos para superar algunas de las dolencias corrientes que afectan a los bebés. Se trata de elegir las que estén exentas del menor riesgo de efecto indeseado y que en ningún caso puedan provocar una reacción irritante o alérgica.
Administrar plantas medicinales a los niños desde tan temprana edad es, además, una buena forma de familiarizarlos con su sabor. Sin embargo, consulta siempre con un especialista antes de dar cualquier tipo de planta a un bebé. Hay que ser cuidadosos con las dosis, que en la mayoría de los casos deberían ser de hasta una cuarta parte de la que se daría a un adulto.
Por qué las plantas pueden ayudar a los bebés
Los niños llegan al mundo con un sistema inmunitario por desarrollar pero cuentan con la herencia de anticuerpos que han recibido de la madre a través de la membrana placentaria y de la leche.
Aun así, no se libran de diferentes problemas de salud que, por la naturaleza de su joven metabolismo, tienden a manifestarse de forma muchas veces aparatosa, como estados febriles elevados, erupciones dérmicas o diarreas, lo cual provoca mucha ansiedad a los padres, sobre todo si son primerizos. Estas plantas pueden ayudarles.