Los centenarios tienen un "patrón de envejecimiento del microbioma intestinal relacionado con la juventud", según una investigación publicada en Nature Aging. 

El análisis de los microbiomas intestinales de 1.575 adultos de entre 20 y 117 años, incluidos 297 centenarios, indicó que las personas más longevas muestran características asociadas a la "juventud" en su microbioma digestivo, y que estas "firmas distintivas del microbioma continúan mejorando a lo largo del envejecimiento". 

Los investigadores proponen que el patrón de envejecimiento único del microbioma intestinal en los centenarios puede conferir efectos positivos en su salud al reducir la senescencia o las enfermedades crónicas que generalmente acompañan al envejecimiento.

¿Cómo es la microbiota de los centenarios?

El estudio se suma a un pequeño cuerpo de ciencia que explora cómo en la microbiota y el microbioma (el patrimonio genético de la microbiota) de los humanos longevos pueden hallarse claves para el envejecimiento saludable y la longevidad.

El nuevo estudio revela que el microbioma intestinal de los centenarios se caracteriza por "una sobrerrepresentación de un enterotipo dominado por Bacteroides, mayor uniformidad de las especies, mayor presencia de Bacteroidetes potencialmente beneficiosos y escasez de bacterias potencialmente patógenas.

Bacterias beneficiosas en los centenarios

Entre las bacterias Bacteroidetes se incluyen:

  • Bacteroides fragilis: Esta especie es una de las más comunes en el tracto intestinal humano y se ha asociado con una serie de beneficios para la salud, como la reducción de la inflamación y la protección contra ciertas infecciones.
  • Prevotella: Este género de bacterias es conocido por su capacidad para descomponer los carbohidratos complejos y se ha encontrado que está presente en cantidades más altas en las personas que siguen dietas ricas en fibra.
  • Alistipes: Estas bacterias también son capaces de descomponer los carbohidratos complejos y se han relacionado con la producción de ácidos grasos de cadena corta, que pueden tener efectos beneficiosos sobre la salud intestinal.
  • Parabacteroides: Este género de bacterias también está involucrado en la producción de ácidos grasos de cadena corta y se ha relacionado con una reducción de la inflamación intestinal.

Los investigadores realizaron un análisis longitudinal a lo largo de un período de 1,5 años para 45 personas centenarias y descubrieron que estas características distintivas del microbioma se mantuvieron a lo largo del envejecimiento.

“El análisis longitudinal en este estudio reveló que los individuos longevos con una mayor diversidad de microbiomas eran propensos a menos cambios en la microbiota durante el envejecimiento, lo que sugiere que una mayor diversidad o uniformidad de especies en los centenarios (en comparación con otros adultos mayores) podría proteger el microbioma intestinal frente a la inestabilidad”, aseguran los investigadores.

“Debido a que el microbioma intestinal tiene un papel fundamental en la salud, especulamos que esta firma microbiana intestinal única y el patrón de envejecimiento pueden contribuir a la longevidad”, agregan.

Buscan probióticos con propiedades antienvejecimiento

El estudio de los microbiomas de los centenarios puede descubrir nuevas cepas probióticas que podrían usarse terapéuticamente. Por ejemplo, otro grupo de investigación chino publicó en Frontiers in Immunology que la combinación de Limosilactobacillus fermentum SX-0718, Lacticaseibacillus casei SX-1107, Bifidobacterium longum SX-1326 y B. animalis SX-0582 puede poseer propiedades antienvejecimiento y proteger contra la neuroinflamación a través del eje microbiota-intestino-cerebro.

Cuando se administró a ratones de laboratorio, la combinación de probióticos también se asoció con un aumento en la expresión de moléculas que mejoran la integridad de la barrera intestinal y reducen el intestino hiperpermeable.

¿Cómo aumentar la diversidad y cantidad de bacterias antienvejecimiento?

El aumento de la población de bacterias del filo o grupo de las Bacteroidetes y otras bacterias beneficiosas en el intestino puede ser beneficioso para la salud y ayudar a cumplir muchos años. ¿Qué se puede hacer para aumentar su presencia en el intestino?  

  • Consumir una dieta rica en fibra: Las bacterias intestinales del filo Bacteroidetes se alimentan de la fibra dietética, por lo que consumir una dieta rica en frutas, verduras y granos enteros puede favorecer su crecimiento.
  • Tomar probióticos: Algunos probióticos pueden contener cepas de Bacteroidetes, lo que puede ayudar a aumentar su población en el intestino.
  • Consumir alimentos fermentados: Los alimentos fermentados, como el yogur, el kéfir y el chucrut, pueden contener bacterias beneficiosas para el intestino, incluyendo algunas cepas de Bacteroidetes.
  • Evitar el uso innecesario de antibióticos: Los antibióticos pueden matar no solo las bacterias dañinas sino también las beneficiosas en el intestino, incluyendo a Bacteroides fragilis. Por lo tanto, limitar el uso de antibióticos y tomarlos solo cuando sean necesarios puede ayudar a preservar la población de estas bacterias.

El misterio de los centenarios de Guanxi

Las características del microbioma de una persona dependen de su alimentación y de sus condiciones de vida desde el nacimiento. Los centenarios observados en el estudio han vivido permanentemente en la provincia china de Guangxi, reconocida por el alto número de centenarios en la población.

Un estudio publicado en Chinese Journal of Population Science estudio evalúa la calidad de los datos informados sobre los centenarios del condado autónomo de Bama Yao en la región autónoma de Guangxi Zhuang, China, y describe su estilo de vida y sus características.

Cada ciudad y 12 condados de Bama tenían centenarios mayores de 90 años. 42 eran mujeres y 25 eran hombres. Sólo 3 centenarios aún tenían cónyuges. El 26% pertenecía a la tercera generación de centenarios. 5 vivían solos.

La edad media del primer matrimonio era tardía. El intervalo hasta el primer nacimiento fue largo.

Los centenarios tendían a ser delgados y jorobados. La mayoría se alimentaba y se aseaba por sí misma. El 80,3% reportó salud buena o regular. El 21,7% tenía buena vista y el 36,2% buena audición. El 55,1% tenía dientes propios.

El pulso promedio fue de aproximadamente 72 latidos por minuto. Muchos habían continuado trabajando hasta la edad de 90 años. Vivían en lugares tranquilos y apartados. El entorno social era propicio para la longevidad. Los centenarios mantuvieron un estilo de vida regular, una dieta suficiente rica en vitamina E (baja en calorías, baja en grasas, baja en proteínas animales, baja en sal, baja en azúcar, alta en vitaminas y alta en fibra) y una actitud tranquila hacia la vida y la muerte.

Referencia científica: