Los pies pueden hincharse por una acumulación de líquido (conocida como edema), que ocurre con frecuencia en las partes inferiores del cuerpo como los pies y los tobillos por efecto de la gravedad, o por otras causas como lesiones o una operación.

La hinchazón en los pies puede resultar muy molesta e, incluso, hacer que andar, estar de pie y realizar las tareas cotidianas sea un suplicio. Conviene identificar la causa lo antes posible para poder atajarla.

pies hinchados: posibles causas

La hinchazón de pies es más frecuente en las mujeres debido a los cambios hormonales en las diferentes etapas de la vida (menstruación, embarazo, menopausia…).

Los pies pueden hincharse por diversas causas, algunas transitorias y otras más graves. Entre las más frecuentes están:

  • Pasar mucho tiempo de pie o sentado, en la misma posición, favorece la acumulación de líquido en los tobillos, los pies y las piernas.
  • La insuficiencia venosa, es decir, un flujo sanguíneo inadecuado desde las piernas y los pies hacia el corazón debido a que las válvulas de dentro de las venas están dañadas o debilitadas, puede causar hinchazón en los tobillos y los pies.
  • Seguir una dieta demasiado rica en sal puede provocar retención de líquidos e hinchazón.
  • El sobrepeso y la obesidad ejercen una presión excesiva en las venas de las piernas y, en consecuencia, pueden provocar hinchazón.
  • Tomar determinados medicamentos, como los bloqueadores de los canales de calcio (para la presión arterial), los esteroides o los tratamientos hormonales, pueden causar hinchazón en los pies y los tobillos.
  • La enfermedad cardíaca, hepática o renal puede provocar una acumulación de líquido en el cuerpo, en especial en los pies.
  • Durante el embarazo, además de los cambios hormonales que se producen en el cuerpo de la mujer, la presión que el útero ejerce sobre los vasos sanguíneos puede provocar hinchazón en las piernas y los pies.
  • Una alteración biomecánica que provoca que en algunas zonas del pie haya una mayor presión y se genere un incorrecto equilibrio muscular.
  • Una lesión en el pie o el tobillo (por ejemplo, un esguince o un golpe en el pie) o una operación quirúrgica puede hacer que la zona se inflame.
  • La hinchazón de los pies puede ser un signo de una infección, en especial en las personas con neuropatía diabética u otros problemas en los nervios.
  • Llevar calcetines o zapatos demasiado pequeños o que aprieten mucho el pie.

Por otro lado, las temperaturas elevadas durante el verano favorecen que los pies se hinchen.

Tratamiento natural para los pies hinchados

Si se te hinchan los pies con frecuencia conviene revisar tu alimentación y reducir el exceso de sal. Los alimentos ricos en potasio (como las patatas o el plátano) pueden ayudar a reducir la retención de líquidos. También es importante tomar frutas y verduras ricas en agua (como uvas, naranjas, pepino…) y beber suficiente agua para facilitar la eliminación del exceso de sodio y otros desechos de tu sistema.

Un remedio que suele surtir efecto para aliviar la hinchazón es elevar los pies por encima del nivel del corazón varias veces al día. Puedes hacerlo mientras estás acostada en la cama o el sofá, colocando un par de almohadas debajo de los pies.

Usar calcetines o medias de compresión es otra medida que puede ayudar a algunas personas a mejorar la circulación y disminuir la acumulación de líquido en los tobillos, los pies y las piernas. Los hay con diferentes grados de presión y debes consultar a tu médico o farmacéutico cuáles son los más adecuados en tu caso o si hay alguna contraindicación que hace que no sean convenientes.

Masajear la zona con movimientos firmes en dirección ascendente (desde los pies hacia la rodilla) puede ayudar a eliminar la acumulación de líquido y reducir la hinchazón. Puedes usar para ello geles fríos o simplemente agua fría mientras estás en la ducha.

Aplicar compresas frías o hiel (envuelto en una tela, nunca directamente sobre la piel) puede ser también útil para aliviar la inflamación.

Aunque tener los pies hinchados pueden provocar molestias, es importante practicar ejercicio físico de bajo impacto con regularidad (caminar, nadar, ir en bici…) para mejorar la circulación. Recuerda usar un calzado adecuado (tanto para hacer ejercicio como en el día a día) que no te apriete y se adapte bien a tu pie.

Si la hinchazón se prolonga o empeora y va acompañada de otros síntomas (enrojecimiento, fiebre…) conviene consultar al médico para determinar la causa y aplicar el tratamiento más adecuado.