Existen muchos problemas digestivos que pueden afectar a nuestro bienestar y que pueden tratarse con remedios naturales. Las alteraciones digestivas que podemos mejorar de forma natural son: etreñimiento, diarrea, diverticulosis, flatulencias, desequilibrio de la flora intestinal, colon irritable y abdominalgias.

En este artículo te damos soluciones naturales para estos problemas digestivos comunes.

Estreñimiento: tratamiento natural

Se puede definir o bien por la frecuencia de evacuación (menos de una vez al día como norma general) o por la consistencia de las heces (duras, con dificultad para la evacuación).

El estreñimiento es fuente de numerosos problemas.

Uno de ellos es que las heces lentamente eliminadas aumentan la reabsorción de colesterol. La retención venosa o los trastornos biliares, muy comunes en nuestra sociedad, también se ven empeorados por el estreñimiento.

El tratamiento básico ha de ser tanto higiénico como dietético.

Higiénico porque exige algo de ejercicio: el sedentarismo es una de las grandes causas del déficit de motilidad intestinal y quien mueve las piernas mueve los intestinos.

En segundo lugar, hay que consumir abundante fibra dietética, presente en verduras, frutas, cereales integrales, legumbres y frutos secos, sobre todo.

Por otra parte, conviene reducir el consumo de los alimentos que favorecen el estreñimiento, como carnes, pescados, leche, huevos, grasas, azúcar y harinas refinadas.

Existen alimentos o suplementos especialmente interesantes para mejorar el estreñimiento, como el kiwi, el mango, las cerezas, las ciruelas, los higos o el agar-agar.

Con esta sustancia natural extraída a partir de diversos tipos de algas del Atlántico se puede preparar una excelente gelatina que ayuda a ir de vientre y de la que se pueden tomar hasta 500 gramos diarios, o más si hace falta.

Tres remedios naturales contra el estreñimiento

Muchas personas recurren a laxantes fuertes para solucionar el estreñimiento, pero no conviene emplearlos de forma sistemática. Cuando la dieta y el ejercicio no bastan, se pueden usar los siguientes remedios naturales.

  • Compota de manzanas y ciruelas. Mejora el estreñimiento pero se ha de consumir de forma regular. Se prepara de la manera siguiente: se cortan varias manzanas en trozos gruesos y se hierven hasta que la fruta esté tierna junto con un poco de agua, miel y corteza de limón, además de con una parte igual de ciruelas secas (si se desea, también se pueden incluir higos secos). La compota se puede conservar hasta varios días en el refrigerador. Aporta una buena cantidad de pectina (fibra soluble) de la manzana y los elementos laxantes de las ciruelas y los higos. Además, constituye un magnífico alimento de muy agradable sabor.
  • Laxantes mecánicos. Algunos laxantes mecánicos útiles son los derivados de la zaragatona (Plantago ovata) o las fibras dietéticas especiales, como el glucomanano (Amorphophallus konjak), que suelen presentarse en forma farmacéutica pero que en el fondo no son más que fibra dietética. Por otra parte, resulta absurdo tomar fibra dietética en presentación farmacéutica y luego no incluirla en la dieta, especialmente a través de frutas, verduras, legumbres, cereales integrales (incluyendo el salvado) y frutos secos.
  • Laxantes osmóticos. Irritan la mucosa digestiva y provocan una secreción de jugos intestinales que estimula la defecación ( el mismo proceso que en la diarrea inflamatoria). Entre estos laxantes se encuentran las especies vegetales del género Cassia, en especial la caña fístula (Cossia fistula), de la cual se toma su pulpa dulce o una infusión de la caña entera machacada. También se encuentra la cáscara sagrada (Rhomnus purshiana). Ambas plantas son ricas en antraquinonas, sustancias laxantes por excelencia pero que usadas de forma regular pueden dar lugar al síndrome del intestino perezoso, por el que éste sólo se mueve si recibe el laxante.

Diarrea: tratamiento natural

Se debe al incremento del volumen y frecuencia de las heces, que por otra parte son más líquidas.

Más de dos millones de personas (la mayoría niños) mueren de diarrea cada año en el mundo. En sociedades desarrolladas como la nuestra los procesos diarreicos son usualmente de menor entidad.

Existen diversos tipos de diarrea: las producidas por mala absorción y las secretoras. Entre las primeras se encuentran las de tipo alérgico o debidas a intolerancias, como sucede en la intolerancia a la lactosa, y que pueden presentarse incluso en personas usualmente no intolerantes a los productos lácteos en momentos de convalecencia.

Las segundas, las secretoras, son las más comunes y están producidas por una inflamación de la mucosa, un virus o una bacteria. Desde un punto de vista naturista, la diarrea benigna es la respuesta saludable del organismo a una alteración del funcionamiento intestinal normal. Como decían los antiguos médicos griegos, ofrece la oportunidad de limpiar la casa desde dentro.

El tratamiento de la diarrea ha de ser esencialmente dietético. Se introducen alimentos astringentes como agua con limón, manzana hervida o rallada con un chorro de limón, membrillo, agua de arroz o arroz hervido con zanahoria.

Si se consumen alimentos animales, el pescado blanco o la pechuga de pavo o de pollo son los únicos indicados, de entrada, y solo hervidos o a la plancha. En una segunda fase, cuando mejora la diarrea, puede ser de utilidad el yogur natural para repoblar la flora intestinal.

No se recomiendan muchas plantas medicinales para la diarrea pero las decocciones de corteza de encina (Quercus ilex) o de salicaria (Lythrum salicaria), que son ásperas y algo desagradables al sabor, pueden mejorar los síntomas.

Diverticulosis: tratamiento natural

Se trata de una enfermedad en alza en la que la pared intestinal se hernia o invagina. Es como si en la pared del intestino (el grueso por lo general) se formaran unos dedos de guante donde se depositaran las heces y se quedaran estacionadas.

Estas heces, al cabo de las semanas o los meses, se endurecen, inflaman la mucosa y producen dolor, que se puede traducir en dolor simple o en una inflamación algo más general, con episodios diarreicos o subobstructivos intestinales.

La pared del intestino se hernia por exceso de presión y esto suele suceder cuando las heces son duras y empujan la pared. El estreñimiento constituye, pues, la primera causa de la diverticulosis, debida, a su vez, a una dieta y un estilo de vida modernos en los que escasean la fibra dietética y el ejercicio físico.

Los divertículos pueden operarse cuando suponen un problema grave pero no es lo más habitual. Para prevenir su aparición o reducir su incidencia, se ha de consumir una notable cantidad de fibra vegetal que permita ir de vientre un mínimo de una vez al día (mejor dos o tres), con heces no duras.

Flatulencias: tratamiento natural

Las flatulencias se producen por la digestión incompleta de algunos nutrientes, en especial los hidratos de carbono complejos y las fibras. Entre estas últimas se encuentra la estaquiosa, presente en los pellejos de los alimentos flatulentos por excelencia: las legumbres.

También son flatulentos los alimentos ricos en azufre, como por ejemplo las plantas de la familia de las brasicáceas (coles, coliflores, nabos, coles de Bruselas, etc.). Para reducir las flatulencias estos alimentos se pueden cocer sucesivamente en dos aguas.

En el caso de las legumbres, además resultan preferibles en forma de puré y en cantidades moderadas.

El consumo de plantas carminativasayuda asimismo a prevenirlas. Se pueden tomar en tisana o añadidas a los alimentos. Entre ellas citamos las que tienen sabor a anís, como el anís propiamente (Pimpinella anisum o Illicium verum), el hinojo (Foeniculum vulgare) o el comino (Cuminum cyminum).

Una tisana de anís verde al final de la comida puede prevenir las flatulencias pero no hay que olvidar que a menudo su origen es el aire que se traga con la comida, al comer rápido o sorber, o también un exceso de bebidas carbónicas o cerveza.

Desequilibrio de la flora intestinal: tratamiento natural

La flora intestinal normal se puede alterar por muchos factores.

En primer lugar, la alimentación, ya que los microbios crecen en función de cómo nos alimentamos y les alimentamos. Pero también se sabe que tomar antibióticos o medicación crónica, como los antiinflamatorios, puede modificar la flora intestinal al aumentar la flora de putrefacción.

El estrés es otra de las causas de la disminución de microorganismos benéficos, ya que suele ocasionar un tránsito más rápido que no permite el buen crecimiento de la flora acidófila.

El desequilibrio de la flora intestinal se suele traducir en digestiones difíciles de tipo crónico, con flatulencias, sensación de pesadez y alteraciones de la defecación, tanto de diarrea como de estreñimiento.

No es aventurado en este caso recurrir a una suplementación con lactobacilos o bifidobacterias. La flora acidófila de fermentación se encuentra en los diversos tipos de yogur (desde el más clásico a los ultramodernos con floras mas evaluadas) o en los suplementos de microorganismos, muy numerosos.

Resulta útil introducir en la dieta toda clase de alimentos fermentados, como chucrut (col ácida fermentada) u otras verduras fermentadas, o salsa de soja naturalmente fermentada, ya que aportan otros microorganismos que, sin ser tan importantes como los lácteos, pueden ayudar a conformar una flora más adecuada.

La suplementación con microorganismos se ha de mantener durante unos meses, con periodos de descanso y cambiando esencialmente la dieta, porque no sirve de gran cosa que aportemos las "semillas" (los lactobacilos o bifidobacterias, sobre todo) si luego no aportamos el terreno o sustrato adecuado para su crecimiento (el alimento).

Colon irritable: tratamiento natural

El colon irritable es una patología en alza. Cada vez se diagnostica más este síndrome, en el que se suelen alternar la diarrea y el estreñimiento asociados a alteraciones emocionales.

A la luz de los estudios realizados sobre neurotransmisores intestinales como la serotonina parece encenderse mejor esta relación entre el estado de ánimo y el colon irritable.

No se descartan tampoco en estos casos intolerancias y alergias alimentarias, por lo que el tratamiento del colon irritable consiste, en primer lugar, en la higiene mental a la hora de comer (con tranquilidad, sin alimentos excitantes corno el alcohol, té o café) y, en segundo lugar, en una dieta natural y adecuada (evitando alimentos preparados con conservantes, colorantes o nutrientes modificados artificialmente, derivados lácteos, especialmente los más modificados, y grasas hidrogenadas).

Abdominalgias: tratamiento natural

Los espasmos intestinales son un problema bastante frecuente, sobre todo en los niños y preadolescentes, aunque se pueden presentar a cualquier edad.

Son debidos a espasmos de la musculatura intestinal, que provocan en muchos casos una flatulencia localizada y dolores punzantes en la barriga.

Se recomienda en estos casos una dieta libre de excitantes (café, té, picantes, fritos, bebidas de cola, refrescos en general...) y un masaje abdominal profundo, siguiendo el sentido de las agujas del reloj, que abarque todo el abdomen. Este tipo de masaje facilita el tránsito intestinal y alivia el espasmo.

Si los espasmos ocurren con frecuencia puede ser útil tomar tisanas antiflatulentas y sedantes como la manzanilla (Anthemis nobilis), la melisa (Melissa officinalis) y el anís verde (Pimpinella anisum), mezcladas a partes iguales y tomadas varias veces al día.