Paracetamol e ibuprofeno están entre los fármacos más conocidos y usados, generalmente por automedicación. Nada extraño, porque se venden sin receta para calmar un dolor, reducir la inflamación o si queremos tratar la fiebre.

En el caso del ibuprofeno, es un antiinflamatorio, un grupo de fármacos que trata los dolores articulares. Quienes padecen artrosis y sus dolores lo saben bien, aunque por la edad, en general, tienen mayor riesgo de problemas cardiovasculares.

Conoce los efectos secundarios del ibuprofeno

Las más altas organizaciones de salud (FDA, OMS, Agencia de Salud Pública) han advertido que el ibuprofeno, como muchos de los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) tienen un efecto nocivo sobre la salud cardiovascular: en el caso del ibuprofeno aumentan en más de un 30% el riesgo de infarto agudo de miocardio y embolias (según estudios daneses).

Como se venden sin receta, envían el peligroso mensaje de que son fármacos sin efectos secundarios, y dan una falsa sensación de seguridad.

Sin embargo, estos medicamentos deberían ser evitados por las personas con problemas cardiacos o factores de riesgo del corazón (y del hígado, del riñón…).

Los riesgos son mucho mayores de lo que se consideró en un principio. El ataque cardiaco, aunque está en relación con la dosis, se puede presentar incluso en la primera semana de administración de los antiinflamatorios.

Se creía que los antiinflamatorios eran protectores del corazón, porque clásicamente se ha usado la aspirina infantil (el antiinflamatorio más conocido) como preventivo de las embolias y el exceso de agregación de la sangre.

Pero los otros antiinflamatorios tienen una acción doble: una que parece prevenir los infartos, y otra que los aumenta, prevaleciendo esta segunda acción sobre la primera.

Este efecto secundario nocivo parece estar relacionado con la influencia que estos medicamentos tienen sobre la agregación de las plaquetas, que es el mecanismo inicial de formación de los coágulos, de las trombosis y embolias.

También existe un segundo factor, y es que estimulan la contracción de las arterias, reduciendo su calibre y aumentando el riesgo de trombosis.

Reducir la dosis de forma segura

Según la Sociedad Española de Cardiología, no se deben tomar más de 1.200 miligramos de ibuprofeno al día. El Ministerio de Sanidad afirma, sin embargo, que el riesgo se inicia con 2.400 miligramos/día. Como la dosis media por cápsula en España es de 600 miligramos, con dos al día ya llegamos al límite de precaución.

En España existe la presentación de ibuprofeno de 400 mg, pero no se usa. No es baladí, pues es la presentación más usada en los países de nuestro entorno, donde la dosis de 600 miligramos se considera una medicación "fuerte".

Recuerda que la inflamación, y el dolor posterior, es un mecanismo de defensa del organismo. Combatir la inflamación sistemáticamente no es bueno para la salud: inhibe el sistema natural de curación y puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, inmunitarias y degenerativas.

Existen remedios antiinflamatorios no farmacológicos que nos pueden ayudar: ejercicio, rehabilitación, masaje, acupuntura... Proporcionan un alivio notable, en ocasiones insuficiente, pero que se suma al efecto de los fármacos.

Consume solo los fármacos necesarios, y elimínalos cuando mejores. Es necesario permitir al organismo hacer una limpieza interna. Empieza siempre con la dosis menor, y aumenta si no notas mejoría.

En el tratamiento de la fiebre de los niños conviene ser aún más prudente. Se podría considerar de forma genérica que no se debe utilizar ibuprofeno como antitérmico si la fiebre no supera los 38,5 grados.

Alternativas naturales a los antiinflamatorios

No es obligatorio recurrir a medicamentos antiinflamatorios como el ibuprofeno, no exento de efectos secundarios. Existen alternativas naturales para el tratamiento de dolores articulares.

  • Enzimas: las enzimas bromelaína y papaína se usan en el tratamiento de los dolores, y son especialmente efectivas en las lesiones deportivas. Se toman 2 comprimidos, 3 veces al día.
  • Garra del diablo: el harpagofito se toma en cápsulas o infusión, unos 2-3 gramos diarios y durante periodos mínimos de 15 a 30 días. Su acción antidolorosa y antiinflamatoria no es inmediata.
  • Árnica: es más eficaz por vía externa, en cremas o friegas. La tintura de árnica diluida al 5% en alcohol es una excelente friega para el alivio local de las articulaciones doloridas.
  • Capsicum: los productos con capsaicina (principio picante de la guindilla) alivian dolores herpéticos y reumáticos (vía externa). Un uso prolongado irrita la piel y puede producir quemaduras.

Actualización:

En abril de 2019 la agencia francesa del medicamento (ANSM) publicó una alerta a médicos y pacientes por los riesgos asociados al ibuprofeno y al ketoprofeno. Según las autoridades francesas, estos analgésicos pueden empeorar las infecciones (anginas, rinofaringitis, otitis, tos, infección pulmonar o varicela). Por ello han pedido una una investigación sobre estos fármacos a nivel europeo.

También han ofrecido unas normas para el uso seguro de estos antiinflamatorios, como utilizar la dosis mínima eficaz, detener el tratamiento en cuanto desaparecen los síntomas, no prolongarlo más de tres días en caso de fiebre, ni más de cinco si hay dolor.