Seguro que en algún momento de tu vida has experimentado algún tipo de dolor. Pero es evidente que no es lo mismo sufrir una molestia puntual, que padecer dolor crónico. Aunque ambos procesos comparten una serie de reacciones bioquímicas similares, el primero se resuelve en pocos días y no comporta mayores problemas.

Qué es el dolor y por qué cada persona responde diferente

Una de cada cuatro personas sufre algún tipo de dolor crónico o periódico y si hablamos solo de mujeres, la cifra se multiplica: el dolor está presente en la vida de un tercio de la población femenina.

Las causas del dolor son diferentes en cada uno, pero el resultado es el mismo: el consumo de fármacos calmantes que no están libres de efectos secundarios.

¿Cómo evitar esta plaga que tanto condiciona el bienestar de las personas que lo padecen? Conocer el tipo de dolor que se padece es fundamental para elegir el remedio más adecuado.

Pero antes es importante entender qué es el dolor. 

Uno de los dolores más habituales es el dolor articular, del que te hablaremos en este artículo. En este vídeo encontrarás cuatro plantas eficaces para aliviarlo:

¿Qué es el dolor?

Definido por la OMS, el dolor es «una experiencia sensitiva y emocional desagradable asociada a una lesión tisular real o potencial».

El hecho de que la misma dolencia provoque respuestas diferentes depende de dos factores:

  • El «umbral del dolor» personal, que es la intensidad mínima a partir de la cual un estímulo causa molestia
  • La «tolerancia al dolor», que es la intensidad máxima de incomodidad que podemos soportar.

Ambos se ven influenciados por la genética, el sexo, el metabolismo, el estilo de vida y los patrones psicoemocionales.

Cómo calmar cada tipo de dolor

1. Dolor articular

El dolor articular es sordo y constante, como en el caso de la artrosis. Aparece por un desequilibrio de hormonas, neurotransmisores y moléculas del sistema inmunitario que da lugar a una inflamación de los tejidos articulares. Se trata de un proceso acumulativo, por ello es más frecuente sufrir dolores de este tipo a partir de cierta edad, sin que haya una lesión física que actúe como agente causal.

El doctor Robert Vallcanera, especialista en medicina física y rehabilitación, apunta que el dolor osteoarticular es el más prevalente, siendo el sobrepeso un factor común en el 70 por ciento de los pacientes que lo sufren.

Mejores suplementos naturales para aliviar el dolor articular:

Además de recuperar el peso adecuado, tomar alguno de los siguientes remedios es de gran ayuda:

  • Boswellia (Boswellia serrata): Mitiga el dolor y propicia la funcionalidad de las articulaciones gracias a sus propiedades antiinflamatorias y regenerativas. Se empieza con una dosis alta (1.000-1.200 mg) durante la primera semana y después se puede bajar la ingesta a una dosis de mantenimiento (500–900 mg).
  • Cúrcuma (Curcuma longa): Su gran poder antiinflamatorio la convierte en un excelente remedio natural para el dolor osteoarticular. Dosis: de 100 a 200 mg de extracto seco del rizoma. Se puede tomar a diario y no hace falta hacer descansos.
  • MSM (Metilsufonilmetano): Este compuesto derivado del azufre se halla de forma natural –aunque en pequeñas cantidades– en frutas, verduras y legumbres (especialmente la alfalfa, el ajo, las cebollas, el brócoli, los espárragos o las semillas de girasol). Se trata de un remedio muy efectivo contra la mayoría de los problemas inflamatorios que involucran a tendones y ligamentos. Dosis: de 2 a 6 g al día durante un par de meses. Se puede repetir el tratamiento dos o tres veces al año.
  • Glucosamina y condroitina: Son moléculas que tienen un papel muy importante en la formación y reparación del cartílago articular. A partir de los 50 años se deberían tomar regularmente, pues con la edad el desgaste es superior a la síntesis. En el mercado suelen hallarse combinadas junto a otros minerales y vitaminas que participan en la integridad osteomuscular, como el magnesio, la vitamina C y las del grupo B. Dosis: de 1.500 mg diarios de cada una de ellas, durante un periodo mínimo de 6 meses consecutivos.
  • Colágeno: El de «tipo II» es la principal proteína estructural de los cartílagos, especialmente de la rodilla. Dosis: Tomar dos comprimidos diarios de 500 mg con agua en ayunas durante un periodo mínimo de tres meses ayuda a eliminar el dolor y mejora sustancialmente la movilidad.

Mejores plantas para aliviar la artrosis

  • Harpagofito: Mejora reumatismos gracias a su acción drenante, antiinflamatoria y analgésica. Mezcla a partes iguales harpagofito, sauce blanco, ulmaria y anís estrellado. Hierve una cucharada sopera por taza de agua, a fuego bajo, de 4 a 5 minutos. Déjala reposar por la noche y bébela al día siguiente. Toma hasta 3 tazas durante 4-8 semanas.
  • Árnica: Bloquea la acción de las citoquinas, que provocan la inflamación de las articulaciones. Aplicada en crema sobre el área dolorida (manos, rodillas o lumbares) de 2 a 3 veces al día, ofrece un gran alivio.
  • Manzanilla: El consumo diario de 6 g de infusión de la popular manzanilla se asocia, según diferentes estudios, a una mejora de la osteoartritis.

2. Dolor visceral

El dolor visceral se caracteriza por ser un dolor difuso, mal localizado, profundo e intenso, que puede desencadenar respuestas vegetativas o motoras como sudoración, náuseas o diarreas, entre otras.

Itziar González de Arriba, fisioterapeuta, osteópata, experta en nutrición regenerativa y creadora del concepto «fisiogenómica» señala que «muchos dolores son producidos por el mal funcionamiento de un órgano, como consecuencia de una inflamación de bajo grado o de una falta de vascularización». Esta experta aboga por modificar la nutrición para corregir los problemas metabólicos que originan inflamación.

Mejores suplementos naturales para el dolor visceral:

Este tipo de dolores mejoran con la ingesta de los siguientes suplementos:

  • Enzimas digestivas: Ayudan a eliminar las toxinas acumuladas y evitan que proteínas parcialmente digeridas pasen al torrente sanguíneo y provoquen reacciones autoinmunitarias. Ejercen una acción sistémica sobre la inflamación. Hay que tomarlas fuera de las comidas. Dosis: se suele recomendar de uno a tres comprimidos diarios que contengan proteasas, carbohidrasas y lipasas.
  • Omega 3: Su papel es vital en la resolución de los procesos inflamatorios. A nivel neuronal es fundamental pues, si a las vainas de mielina les falta este tipo de grasa, hay un aumento del dolor. Dosis: se recomienda de 1-2 g diarios (DHA y EPA combinados).
  • Quercetina: Este pigmento vegetal hidrosoluble, que se halla en alimentos como la cebolla, la manzana, el té verde, las hortalizas de hoja y otros vegetales, posee notables efectos antioxidantes y antiinflamatorios. Evita la liberación de histamina y disminuye la inflamación de glándulas y tejidos. Dosis: la cantidad efectiva oscila entre los 500 y 2.000 mg diarios, fuera de las comidas.

3. Dolor neuropático

Aparece por la lesión o funcionamiento anormal del sistema nervioso, que comienza a interpretar estímulos sensoriales normales (temperatura, tacto…) como sensaciones dolorosas. Se caracteriza por la quemazón, hormigueo o hipersensibilidad al roce o al frío.

El dolor neuropático es el más difícil de mitigar, pero algunos complementos pueden ayudar a reducir los síntomas más comunes.

Mejores suplementos naturales para el dolor neuropático:

  • Ácido alfalipoico (ALA): Es un gran limpiador de metales pesados y protector frente a los radicales libres. Inhibe la migración de células inflamatorias hacia el cerebro y la médula espinal, lo que lo convierte en un complemento ideal frente al dolor de origen neuropático. Dosis: oscila entre los 600 y los 1.800 mg/día.
  • Magnesio. Reduce la ansiedad y calma la hiperactividad del sistema nervioso, además de actuar como relajante muscular. Dosis: para mitigar el dolor se deberán tomar de 300 a 500 mg diarios.
  • Triptófano. Es el aminoácido precursor de la serotonina y la melatonina. Actúa como relajante del sistema nervioso y es un buen inductor del sueño. Dosis: de 250 a 500 mg al día.
  • Vitaminas del grupo B. Las vitaminas B1, B6 y B12 ayudan a recuperar la funcionalidad del sistema nervioso. Dosis: dos cápsulas diarias de un complejo B-50 es una buena fórmula, aunque se puede incrementar la ingesta de vitamina B12 (250 microgramos diarios), especialmente si se sigue una dieta vegana o vegetariana, pues es un nutriente clave para mitigar este tipo de dolor.

Dolor crónico: cambios vitales para prevenirlo

Para prevenir el dolor crónico derivado de procesos inflamatorios internos es fundamental incorporar hábitos de salud preventivos, como realizar a diario ejercicio moderado, seguir una dieta baja en sal, azúcar, harinas refinadas, lácteos y productos procesados... Todos estos productos son altamente inflamatorios. También es fundamental gozar de un sueño de calidad y eliminar todo aquello que nos estresa y daña nuestro organismo, aunque suponga introducir cambios drásticos en nuestra vida.

Robert Vallcanera afirma que «el mejor remedio contra el dolor es afrontar con decisión y buen humor los retos que la vida nos presenta. Hemos de aprender a moldear la vida a nuestra conveniencia y no dejar que la vida nos moldee a nosotros».

Terapias de apoyo contra el dolor

Las siguientes terapias pueden ayudarte a aliviar el dolor:

  • Calor local: Se aplica con packs de calor, esterillas, cojines, parches o luz infrarroja en la zona afectada. Funciona bien en contracturas musculares, pero no habrá mejora si el dolor es visceral o neuropático.
  • Masajes: Ayudan a eliminar toxinas, activan la circulación y relajan el cuerpo y la mente. Son muy eficaces en caso de contracturas musculares por tensión nerviosa.
  • Osteopatía: La manipulación de las fascias y tejidos blandos que envuelven y comunican los órganos, huesos y músculos logra deshacer bloqueos y corregir los desequilibrios que impiden el funcionamiento normal del cuerpo, eliminando el dolor.
  • Reflexología podal: La aplicación de presión en distintas zonas reflejas de los pies mejora el funcionamiento de los órganos y tiene efectos analgésicos que pueden disminuir el dolor hasta un 40 por ciento.
  • Acupuntura: La inserción de agujas en diversos puntos reduce los síntomas del dolor neuropático. También aporta alivio a los dolores articulares y migrañas. Si hay una contractura o pinzamiento de un nervio, es mejor realizar primero un tratamiento con osteopatía, que puede ofrecer una mejora más inmediata.
  • Terapia neural: Se inyectan pequeñas dosis de un anestésico local en las fibras nerviosas irritadas para neutralizar el dolor.