Las cándidas son unas levaduras naturalmente presentes en nuestra microbiota intestinal, piel, boca y aparato genitourinario. Es decir, la cándida en sí no es problemática ni tenemos que pensar en erradicarla totalmente de nuestro cuerpo.

Forma parte de nuestra población normal de microorganismos que nos habitan y tiene sus funciones en el complejo equilibrio de la microbiota. El problema viene cuando sobrecrece y forma colonias grandes y fuertes o, sobre todo, cuando muta a sus formas más agresivas.

Los síntomas de la candidiasis 

Muchas personas saben que tienen candidiasis por la sintomatología a nivel vaginal, ya que es la forma más manifiesta de la superpoblación de cándidas. En estos casos, se suele tratar solo la parte local y sus síntomas, y no se aborda el origen del problema, que reside en el intestino, y con ello se da una candidiasis de tipo crónico.

Candidiasis, candida

LECTURA RECOMENDADA

¿La candidiasis se cura sola?

En muchos otros casos, la superpoblación de cándidas da sintomatología diversa y difusa, como:

  • Problemas digestivos: un exceso de cándidas puede dar síntomas en la parte alta del tracto digestivo, y especialmente en el duodeno, con hinchazón de barriga y malas digestiones. También puede afectar al tránsito intestinal, con deposiciones más pastosas o un tránsito más irregular.
  • Picor vaginal y variaciones en el flujo: esta es la manifestación más común cuando hay superpoblación de cándidas. Se produce un flujo tipo «yogur», picor, escozor y malestar a nivel íntimo.
  • Aftas bucales: son otro síntoma de sobrecrecimiento de cándidas en la boca, y suelen ser dolorosas y recurrentes.
  • Adicción al azúcar: la necesidad de comer dulce puede asociarse a crecimiento de cándidas, asociado a la conexión bidireccional intestino-cerebro. Como veremos, la «gasolina» para las cándidas son los azúcares simples.
  • Sistema inmunitario débil: la lucha constante de las defensas contra ellas puede provocar que no esté tan fuerte para otras infecciones comunes, como gripes y resfriados, y que nos enfermemos más fácilmente.
  • Cansancio: la actividad constante del sistema inmunitario, además de la gran cantidad de toxinas que segregan las cándidas, puede incrementar la sensación de cansancio y fatiga.

¿Cómo evitar la candidiasis?

Para mantener las cándidas a raya, vamos a ver dos posibles vías de actuación.

Reducir las cándidas con hábitos alimentarios que ayuden

  • Paso 1. Lo primero es evitar todo aquello que las alimenta y les permite crecer y formar colonias fuertes. Destacan los azúcares sencillos, porque pueden unirse al receptor «proteína regulada por glucosa 78» (GRP78), que permite que las cándidas se adhieran a la mucosa intestinal. Una vez adheridas, son más agresivas y dañan la mucosa intestinal creando hiperpermeabilidad. Por ello es importante evitar los azúcares añadidos y edulcorantes.
  • Paso 2. En segundo lugar, necesitamos romper los biofilms, que son unas capas que producen estos microorganismos para proteger a las colonias y hacer que los ataques de nuestra propia microbiota y sistema inmune no les puedan afectar tanto. Para romperlos se pueden tomar enzimas proteolíticas en ayunas, como las de la papaya o la piña; así como extractos de semillas con función antifúngica, como suplementos de pomelo, ajo, arándanos o aceite esencial de orégano.

Reforzar la microbiota intestinal

Sabemos que hay bacterias encargadas de generar sustancias antimicrobianas –como el peróxido de hidrógeno– que atacan directamente a los microorganismos patógenos. Por ello, alimentar a la microbiota para que esté sana y fuerte es clave para que sea la principal encargada de mantener a las cándidas en sus niveles saludables.

  • Verduras y hortalizas. Una dieta rica en alimentos prebióticos, con fibra, es clave. Al menos el 50% de nuestro plato debe estar formado por verduras y hortalizas variadas, incluyendo ingredientes crudos.
  • Fibra fermentable. Las semillas de chía y lino remojadas, las legumbres, la alcachofa, la manzana o los espárragos también son ricos en fibra prebiótica.
  • Almidón resistente. Este tipo de fibra merece una mención especial, porque es muy beneficiosa para mantener la estabilidad de la mucosa y facilitar la reparación de este tejido tras la adhesión de la cándida. El almidón resistente se encuentra en la patata, el boniato, las legumbres o el arroz cocinados y dejados enfriar durante al menos tres horas.
  • Fermentados. Durante mucho tiempo los alimentos fermentados se habían desaconsejado en los tratamientos para la cándida, ya que podían contener levaduras que se asociaban al crecimiento de la cándida. Pero, además de que este argumento no tiene una base lógica, hoy sabemos que los alimentos fermentados favorecen la composición saludable de la microbiota y ayudan en la lucha contra la cándida, además de generar posbióticos que desinflaman y reparan la mucosa. Por lo que dentro de la dieta anticándida se recomienda la toma de kimchi, chukrut, kombucha, pickles y demás fermentados.

Tratar el sobrecrecimiento de la cándida desde su origen, y favorecer que sean el propio sistema inmunitario y la microbiota los que las mantengan a raya, ayuda a evitar recaídas. Se trata de que estén en equilibrio.

Alimentos contra la candidiasis

Los siguientes alimentos ayudan a evitar el sobrecrecimiento de cándidas:

  • Frutos secos: Una ración diaria de unos 30-50 g de nueces, avellanas, almendras u otros frutos secos añade una dosis significativa de fibra que favorece el buen estado de la microbiota.
  • Piña y papaya: contienen enzimas proteolíticas (son las que ayudan a descomponer las proteínas en sus aminoácidos). Tomar estas frutas en ayunas ayuda a romper los biofilms de cándidas.
  • Kombucha: es un alimento fermentado muy rico en probióticos, que favorecen el equilibrio de la microbiota.
  • Fruta: los azúcares añadidos en los alimentos ultraprocesados (dulces, bollería, salsas industriales, frituras, helados, refrescos, etc.) están muy contraindicados; en cambio, la fruta fresca y entera es recomendable.
  • Aceite de coco: contiene ácido caprílico, que posee una interesante actividad anticándida. Otras grasas saludables, como las del aguacate o el aceite de oliva, reducen la inflamación y ayudan a reparar la mucosa intestinal.

Menú semanal contra la candidiasis vaginal en la mujer

La dieta anticándidas evita el azúcar e incluye fibra, grasas y proteínas sanas. Los siguientes menús contienen alimentos que contribuyen a una microbiota sana.