La dieta cetogénica ha vuelto a ponerse de moda. Este tipo de pauta dietética no es nueva, toda lo contrario, es una vieja conocida. Aunque es posible beneficiarse de ella como dieta terapéutica, puede parecer difícil seguirla bien debido a sus restricciones. Y lo es. Por esto te animo a buscar ayuda profesional en el caso de que la necesites personalizar, especialmente si sigues una dieta vegetal, donde te encontrarás con un extra de restricciones que no te lo ponen nada fácil.
Y es que al hacer una dieta cetogénica le vas a dar la vuelta a todo lo que haces normalmente. Las proteínas se consumen de forma relativamente moderada: sobre un 20% de las calorías totales provendrán de las proteínas. Y solo el 5% de las calorías que ingieras vendrán de los hidratos de carbono. Por lo tanto, queda un 75% de calorías por ingesta y día por cubrir, que tienen que obtenerse de alguna forma: con grasas.
Que las grasas sean saludables es fundamental, ya que la cantidad que tomarás prácticamente se dobla en relación con las pautas de dieta equilibrada propuestas por organismos como la OMS o la EFSA.
Ya que prácticamente vamos a suprimir los carbohidratos –casi todos ellos, fruta y verduras ricas en carbohidratos incluidas–, debemos seleccionar con mucho cuidado las grasas que vamos a introducir en la dieta o de las que vamos a consumir mucha más cantidad.
Las mejores grasas para una dieta low-carb
También es importante tener en cuenta las cocciones y la preparación, poniendo especial cuidado en consumir aceites de calidad y a poder ser siempre en crudo.
Aunque en dietas veganas no vamos a tener este problema, cabe recordar que hay alimentos altos en proteínas y grasas, como las carnes rojas y las carnes procesadas, que la OMS cataloga de carcinógenos. Por lo tanto, no deberían considerarse opciones saludables a la hora de seguir una dieta cetogénica. Se consideran de consumo restringido a ocasional, o mejor aún, se eliminan completamente.
Nos encontramos, pues, con que conocer las opciones de grasas vegetales es necesario en todos los casos.
Una de las ventajas que nos vamos a encontrar con los alimentos vegetales grasos es que muchos tienen un buen contenido en fibra.
Esta es esencial para el correcto funcionamiento del tracto digestivo, lo que nos será de gran ayuda si seguimos una dieta cetogénica o baja en hidratos de carbono.