Pocos gestos hay tan amistosos como el ofrecimiento de una taza de té.

Viajando por el mundo podemos ser obsequiados con infusiones de los más diversos aromas, texturas y sabores, pero todas ellas comparten un mismo espíritu de fondo, que se despliega en el elaborado ritual de su preparación y que culmina con el instante mágico y sereno de compartirla con quienes sentimos entonces como amigos.

De Japón y China a Perú, pasando por la India y Sri Lanka, la antigua Persia, Rusia, el Magreb, Europa y el Caribe, en una supuesta singladura por el mundo, podemos ir saboreando una gran variedad de infusiones, de muy distintos sabores, a base de té, de otras plantas o de frutas, que nos ayudarán a adentramos sosegadamente en los secretos y devociones de las diferentes culturas y tradiciones.

En este artículo hemos querido hacer un breve recorrido por el mundo a través de seis infusiones tradicionales que además de regalarnos sabores sugerentes consiguen inyectarnos una dosis de vitalidad.

1. Té de jengibre y albaricoque (China)

Los tés de jengibre son muy populares en Asia. En este, el sabor fuerte y picante de la raíz armoniza con el dulzor de la fruta.

Ingredientes:

Preparación:

Pela, deshuesa y tritura con la batidora las peras y albaricoques.

Aparte, infunde el jengibre rallado e incorpóralo al zumo de manzana con la fruta batida. Revuelve y sirve frío de la nevera, con hielo y hojas de menta.

Propiedades:

Es una bebida energética, refrescante y nutritiva. El jengibre estimula la digestión, se considera expectorante y ayuda a bajar la fiebre y el azúcar en sangre.

Los albaricoques son antioxidantes, laxantes y antianémicos.

2. Infusión de rosas (Europa central)

Los tés de rosas, olorosos y refrescantes, son muy apreciados en Europa central y Francia. Son entre dulces y agridulces.

Ingredientes:

  • 10 g de escaramujos deshuesados
  • 10 g de hojas de salvia
  • 2 cucharadas de pétalos de rosa
  • 1 cucharada de flor de hibisco
  • 1 cucharadita de miel de romero
  • 1 litro de agua

Preparación:

Se mezclan y disponen las plantas con la miel en una tetera, se echa sobre ellas el agua hirviendo y se deja que repose 10 minutos. Se puede servir frío.

Propiedades:

Se considera vitamínico, algo laxante y muy diurético.

La salvia le confiere un suave efecto antiséptico y digestivo. Los escaramujos son astringentes.

Precauciones y contraindicaciones:

No se recomienda durante el embarazo y la lactancia.

3. Té de ginseng y jengibre (Asia central)

Es fuerte, amargo y algo picante.

Aunque apenas tenga nada que ver con el Tíbet, en algunos países se vende, con el nombre de "té tibetano", una versión carbonatada de esta bebida endulzada con polvos de guaraná, que no es un ingrediente original, para beber fría.

Ingredientes:

  • Una cucharada de raíz de ginseng coreano y rizoma de jengibre
  • Una rama de canela (o una cucharadita de polvos de guaraná)
  • 500 ml de agua

Preparación:

Se ponen los ingredientes en un cazo, y cuando arranque a hervir se deja a fuego lento entre 10 y 15 minutos.

Propiedades:

Es una bebida muy estimulante, ideal para recobrar el tono vital para vencer la astenia y la falta de energía; y para ganar vitalidad y elocuencia.

El gingseng aumenta la resistencia al estrés y fortalece el sistema inmunitario.

El jengibre le confiere sus virtudes digestivas, carminativas, expectorantes y febrífugas.

Precauciones y contraindicaciones:

No debe darse a niños ni tomarse en caso de insomnio, irritabilidad nerviosa, arritmias o hipertensión.

4. Té de tomillo y salvia (Grecia)

Además de como condimento, el tomillo y la salvia se emplean en Grecia para preparar esta infusión de sabor intenso y algo picante, que se atenúa con miel.

Ingredientes:

  • 15 g de salvia seca
  • 15 g de tomillo seco (o hasta 30 g si se usa la planta fresca)
  • 500 ml de agua

Preparación:

Se vierte el agua hirviendo sobre las hierbas en la tetera. Se deja reposar hasta 15 minutos y se le añade una cucharadita de miel de tomillo.

Propiedades:

El tomillo y la salvia son tónicas y estimulantes, adecuadas para aumentar el apetito y favorecer la digestión. Son antisépticas, rebajan la fiebre y son muy útiles en caso de resfriado y otras afecciones respiratorias.

Precauciones y contraindicaciones:

No se recomienda a las embarazadas tomar salvia en infusión.

5. Té negro con canela y anís (Líbano)

Es un té muy popular en el Líbano, donde se toma en reuniones de amigos y de negocios. Se suele tomar caliente, pero se puede tomar también frío de nevera.

Ingredientes:

  • 4 cucharaditas de té negro
  • 2 cucharadas de anís verde
  • 1 cucharada de clavos
  • 1 cucharada de canela (en polvo o en rama)
  • Varias tiras de corteza de naranja dulce
  • 400 ml de agua

Preparación:

Se vierte agua hirviendo sobre las plantas en la tetera. Se deja que repose unos 5 minutos y se cuela.

La naranja y la canela aportan un contrapunto adulzado y delicado al amargor del té. Hay quien añade una pizca de miel.

Propiedades:

Estimulante y ligeramente euforizante, ayuda a vencer la astenia, la fatiga y el sopor que causa la canícula. Es además digestivo y antioxidante.

Precauciones y contraindicaciones:

Debe evitarse en caso de arritmias, insomnio y ansiedad.

6. Karkaday con manzana (Oriente medio)

En Egipto y Oriente Medio se prepara una digestiva infusión de karkaday o hibisco muy dulce y de intenso color rojo.

Ingredientes:

  • 3 cucharadas de flores de hibisco
  • 4 manzanas (licuadas en zumo)
  • 400 ml de agua

Preparación:

Se introducen tres cucharadas de flores de hibisco y azúcar al gusto en la tetera y se vierte agua hervida encima. Luego se añade el zumo de cuatro manzanas licuadas, se revuelve, se deja enfriar y se guarda toda la noche en la nevera para tomar la infusión bien fría.

Propiedades:

Es digestiva, diurética, laxante, antiespasmódica y vitamínica, y está muy indicada en caso de trastornos digestivos, estreñimiento, mala circulación y debilidad.